"La gente se da cuenta de que si vas a tener una economía exitosa tienes que desarrollar el potencial de la gente."
Justin Trudeau
Si Donald Trump tuviera razón, y el comercio internacional empobreciera, Canadá sería un país muy pobre. El comercio exterior representa 65 por ciento de su producto interno bruto, según el Banco Mundial. En Estados Unidos la cifra es de 28 por ciento. Canadá tiene 15 tratados comerciales con otros países o regiones. Uno muy importante, con la Unión Europea, está en proceso de aprobación, pero se ha enfrentado a problemas por los ánimos proteccionistas que se respiran en Europa.
Canadá ha sido desde hace tiempo uno de los países más prósperos del mundo. La depreciación del dólar canadiense en los últimos años ha reducido su riqueza en papel, pero aun así registró en 2015 un producto interno bruto nominal per cápita de 43,332 dólares estadounidenses (FMI, 2015), arriba de Finlandia, Alemania, Bélgica o Francia.
Canadá tiene tasas de impuesto federal relativamente bajas. La corporativa es de 26.5 por ciento, inferior al 30 por ciento de México o el 40 por ciento de los Estados Unidos (KPMG). La tasa máxima de impuesto personal es de 33 por ciento, contra 35 por ciento de México y 39.6 por ciento en Estados Unidos. En Canadá, sin embargo, las provincias cobran un impuesto adicional que puede rebasar el 20 por ciento. Canadá dista de ser un paraíso fiscal, pero los servicios gubernamentales son muy superiores a los de México o incluso Estados Unidos.
La tasa de desempleo en Canadá es relativamente alta. En agosto fue de 7 por ciento, por arriba del 4.9 por ciento de Estados Unidos o el 3.7 por ciento de México, aunque debajo del 10 por ciento del área del euro. Un salario mínimo relativamente alto y las elevadas prestaciones sociales que se pagan por crear empleos contribuyen a mantener esta tasa de desempleo.
La economía canadiense está creciendo poco, en parte por el desplome de los precios de las materias primas. Si bien Canadá tiene una economía de país desarrollado, con un 70 por ciento de su producto en servicios, la minería y la producción petrolera son muy importantes para su economía.
En el segundo trimestre de este 2016 la economía canadiense registró una expansión de apenas 0.9 por ciento contra el mismo trimestre del año anterior (economist.com). El estancamiento fue una de las razones que llevaron al triunfo de Justin Trudeau del Partido Liberal en las elecciones de octubre de 2015 después de nueve años de gobierno conservador. Los liberales han incrementado el gasto público, pero sin generar hasta ahora un repunte de la economía canadiense. Para una economía volcada al exterior es quizá indispensable que haya una mejoría en las condiciones internacionales.
Canadá no es un paraíso. Sin embargo, aparece en el noveno lugar en el Índice de Dónde Nacer del Economist Intelligence Unit de 2013, arriba de muchos países de Europa y de Estados Unidos (empatado en 16 con Alemania). Este índice toma en cuenta factores como la expectativa de vida, la seguridad y las libertades individuales, pero también el clima, en el que Canadá registra altos niveles de insatisfacción. Si Canadá tuviera un mejor clima, no dudo que sería un país más apetecible.
Dentro de Canadá, Montreal es quizá la ciudad con vida cultural más intensa. Si bien ha perdido importancia económica frente a la pujante Toronto, su mayoría francesa, pero uso habitual del inglés, la hacen cosmopolita e interesante. Una vez más la felicidad no se esconde detrás de muros proteccionistas o nacionalistas.
VISA A MEXICANOS
Canadá eliminará el requisito de visa a los visitantes mexicanos el primero de diciembre. Este trámite ha reducido de manera dramática el número de turistas mexicanos. y con razón. El proceso es una verdadera pesadilla burocrática.
Twitter: @SergioSarmiento
