Denuncia. Médicos Sin Frontera pidió acciones.
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció ayer que al menos trece personas murieron este fin de semana tras el bombardeo a un hospital en la ciudad de Millis, en la provincia siria de Idlib.
"El ataque directo a otro hospital en Siria es un escándalo (...) cada vez que destrozan un hospital, ya sea como objetivo o por un ataque indiscriminado en zonas civiles, priva a los sirios de otro centro médico vital", denunció la organización.
El bombardeo tuvo lugar en la tarde del sábado contra un centro médico de Millis, y dejó cuatro miembros del personal del hospital muertos y otras nueve víctimas mortales, incluidos cinco niños y dos mujeres, según MSF. El centro hospitalario bombardeado ofrecía asistencia médica de emergencia y consultas a unos 250 pacientes por día, muchos de ellos mujeres y niños.