¿Una recompensa segura?
Rojas, verdes, amarillas y naturales, son algunos de los colores en los que se pueden encontrar las carnazas para los perros, así como de diferentes tamaños, sabores y texturas.
No se trata de un alimento, aclara el director del Centro de Control Canino y Adopciones de Torreón, Raymundo Sánchez, quien explica que su principal función, es liberar a los canes de su ansiedad y estrés.
Pero antes de salir al supermercado o a la tienda más cercana para adquirirlas, es necesario saber que deben elegirse según el tamaño de la mascota.
“Si se tiene un perro grande y agarramos una carnazas chiquitas no hará esa función, lo que hará es que se va a atragantar y hará como la función de un hueso, le va a lastimar y le va a causar un problema”, explica el también veterinario.
Además de calmar la ansiedad del perro, las carnazas ayudan a limpiar los dientes de las mascotas, gracias al diseño con las que cuentan y que ayudan a que cuenten con dientes más sanos.
Sánchez aclara que las carnazas no son alimento, por lo tanto no deben utilizarse como botanita para los canes, para ello existen galletas, las cuales pueden utilizarse como premios y su consumo puede ser más frecuente.
Y es que de acuerdo con el director del Centro de Control Canino, es recomendable comprar una carnaza de buen tamaño una vez por mes, para que pueda jugar con ella en momentos.
Pero… ¿de qué están hechas? Estos productos están hechos a base de cuero, ya sea de puerco o res, por lo tanto no resultan peligrosas para las mascotas.
De acuerdo con algunos sitios en internet, su elaboración es sencilla e incluso se puede realizar en casa. Y es que primero se remojan y se tratan con limón que sirve para separar la grasa de la piel, después le quitan el pelo y la enjuagan varias veces para quitarle el limón. Luego se tratan con químicos no tóxicos que ayudan a esponjar la piel para que la puedan separar en capas.
Más que un hueso, recomienda el uso de las carnazas para los canes, “es más fácil que su intestino pueda procesarlo que el hueso, como es mucho calcio es más difícil”.
Lo que no recomienda es el uso de huesos de pollo, pues su consumo puede causar graves problemas en la salud de las mascotas que les podría causarles hasta la muerte.
Son dos las causas por las que pide evitarlas: una de ellas es que son muy pequeños, entonces cuando el perro muerde el pollo lo quiebra, y no quedan puntas redondas, quedan picudas como si fuera una fecha, entonces al momento de ingerirla el pico se puede enterrar en los intestinos “y de ahí viene un problema fuerte, se inflaman sus intestinos y menos se libera, lo cual puede causarles una peritonitis y morir”.
Otra causa es el hueso del pollo a diferencia del de res, tiene un esmalte natural que impide que los jugos gástricos lo deshagan como sucede con el de res gracias a la su porosidad.
Cuidado
Se recomienda el consumo de las carnazas a partir de las seis u ocho meses de edad, a fin de evitar daños en la nueva dentadura del perro.
“Antes el perrito todavía tiene los dientes de leche,y ellos también mudan de dientes como los niños, entonces de los 6 a 8 si se da una carnaza antes, se pueden caer o quebrar , y el diente nuevo, puede crecer chueco”. Explicó el veterinario.
Es por ello que antes de adquirir una carnaza se pueden seguir las siguientes recomendaciones: que sean del tamaño adecuado a la mascota, que sea de sabor natural, ya que las que tienen colorante pueden contener muchos condimientos que pudieran irritar sus intestinos.
“Si se tiene un perro grande y agarramos una carnazas chiquitas no hará esa función, lo que hará es que se va a atragantar y hará como la función de un hueso, le va a lastimar y le va a causar un problema”.—
Raymundo Sánchez,
Director del Centro de Control Canino y Adopciones de Torreón