Una vida sin bálsamo, ¿inimaginable?

Cuando se trata de cuidar los labios hay que considerar que menos es más. Los bálsamos labiales son recomendables en función de la calidad de sus componentes, pero su uso excesivo puede -además de resultar inútil- desarrollar en el usuario la manía de aplicarlo constantemente y chuparse los labios, lo que termina por deshidratarlos.

A principios del año pasado, el tema de los bálsamos labiales comenzó a tomar importancia, después de que el reconocido periódico ingles The Guardian revelara la existencia de un sitio en internet operado por “Kevin C”, un individuo que se denominaba así mismo como un adicto al bálsamo.

Síntomas de ansiedad descontrolada por la falta de bálsamo y consecuencias como la pérdida del trabajo, eran un tema recurrente en las historias de los internautas que aún pueden ser leídas en el sitio.

Sin embargo, a pesar de que estás “victimas del bálsamo labial” han definido como una adicción al uso desmedido de este humectante, la realidad es que no existe razón científica para considerar que el producto o sus ingredientes son adictivos.

No es adicción, es un hábito

La dermatóloga, Guadalupe Cervantes, explica que la base de estos bálsamos son aceites, parafinas y mantecas. "Muchas veces las personas compran los que tienen un sabor u olor agradable y esto provoca que inconscientemente se adquiera el hábito de chuparse los labios, lo que crea el efecto contrario al objetivo que es mantener la hidratación", dice la especialista.

En cuanto a los componentes ella prefiere los que tienen base en aceites vegetales y mantecas naturales porque dejan a la piel "respirar" y cumplen la función de humectación en comparación con los que tienen base de parafinas, aceite mineral o vaselinas (nombre genérico que reciben una serie de alcanos que resultan fraccionamiento del petróleo y del carbón).

Esta predilección se debe a que los productos derivados del petróleo -principalmente- como las parafinas vaselinas y aceites minerales obstruyen la piel, no se absorben y forman una barrera. "En ocasiones si tenemos la piel muy seca y nos aplicamos una crema con parafina se siente mejor al momento y evita la deshidratación natural de la piel por su efecto de barrera, es decir, atrapa el agua que ya tiene la piel, pero a la vez impide la hidratación de las capas exteriores de la epidermis", dice la doctora Cervantes.

A decir de la especialista no se puede considerar como adicción el uso excesivo del bálsamo labial, debido a que no contiene sustancias que produzcan adicción aunque hay elementos de olor, sabor y una sensación agradable al colocarlo, lo que provoca en algunas personas cierta manía.

Elige el bálsamo ideal para ti

"Primero hay que saber si la persona es alérgica a algún componente o si tiene la piel delicada. También si vive en una zona donde hace frío o mucho sol o si toma algún medicamento para el acné que también puede resecar severamente los labios", dice Cervantes.

Algunos componentes de bálsamos labiales comunes que pueden encontrarse en diferentes marcas y se recomiendan son: Vitamina E, mentol, aceite de argán, aceite de almendras dulces, manteca de coco, manteca de karité, manteca de cacao, cera de abeja, ácido hialurónico (este último ayuda a absorber el agua, como una esponja).

La especialista hace énfasis en la importancia de que contengan filtro solar de mínimo 15. Es común, dice, que en bálsamos, cremas y en general en cosmética se utilicen sustancias como Oxibenzona y Dioxibenzona, que son derivados de la benzofenona con capacidad absorbente de las fracciones A y B de los rayos ultravioleta; o el Padimato O que absorbe principalmente la fracción B de la luz ultravioleta.

"El filtro solar es importante para prevenir cáncer de piel, los labios están muy expuestos y muchas veces la deshidratación de ellos se debe a que no se consume suficiente agua, frutas o grasas omega 3 que contienen frutos secos o el pescado", dice la dermatóloga.

Adicionalmente, dice, existe otra circunstancia que puede hacer que los labios se descamen de forma continua, como la Queilitis Exfoliativa que puede ser causada por infecciones como la cándida, alergias, falta de hierro y vitamina B12, quemaduras solares y morderse los labios.

Delicado por naturaleza

"El labio, al no tener melanina que es un elemento que protege la piel, está mucho más expuesto a las agresiones externas como el viento, el sol, el frío", explica la doctora Guadalupe Cervantes, por lo que asegura que el mejor momento de humectarlos es por la noche y principalmente ante un clima frío.

Y es que la piel de los labios es delgada y no contienen glándulas sebáceas o sudoríparas (a diferencia del resto de la piel) y se deshidratan con facilidad. No obstante, de día recomienda utilizar protectores solares para labios.