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Unas se resuelven, otras no

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Arrancó Uber como lo había anunciado el pasado 2 de agosto. Gran alboroto y debate causó en la ciudadanía el inicio de este servicio de transportación en la Comarca Lagunera, por las implicaciones de conflicto que por su naturaleza genera con los concesionarios convencionales (taxistas), establecidos hace décadas.

Como se ha informado en los días anteriores, las autoridades responsables de los dos lados del Nazas respondieron de la misma forma: las instancias correspondientes en Durango, que son del orden estatal, tajantemente amenazaron con arrestar a aquellos choferes que prestaran servicio de taxi sin concesión; en el caso de Coahuila, en el que el autotransporte se regula a nivel municipal, las reacciones fueron distintas: el municipio de Saltillo permitió que Uber arrancara sin más ni más sus operaciones, en tanto Torreón sí montó operativos para decomisar autos que estuvieran trabajando bajo la plataforma de Uber, a medida de escarmiento a esta empresa californiana que tiene por estilo abrir plazas sin consultar a las autoridades locales.

Así entonces, luego de los primeros escarceos entre un sector de la ciudadanía que abiertamente defiende y reclama que se cuente con el servicio de Uber y por el otro lado el gremio todo concesionario que ve a los primeros como una competencia desleal, el alcalde Miguel Riquelme ha girado ya instrucciones para que se legisle de manera inmediata con el propósito de permitir a esta novedosa empresa operar en la ciudad. Ayer mismo el secretario del Ayuntamiento de Torreón, Jorge Luis Morán informó que está ya trabajando con la comisión de Movilidad y Transporte del Cabildo de Torreón a fin de realizar al reformas concernientes a este tema para meter a la legalidad tanto a Uber como a empresas similares que ofrezcan estas alternativas de transporte. Los requisitos que se contemplan es que los socios conductores tengan unidades de no más de cinco años de antigüedad, que sean plaqueados en Coahuila, que tengan seguro de cobertura amplia y que forzosamente cobren mediante tarjeta de crédito. Morán estima que quizá la semana que entra se pueda turnar la iniciativa al pleno del Cabildo para que adquiera carácter formal.

De igual forma, en el estado de Durango, el diputado Luis Iván Gurrola presentó una iniciativa para reformar la Ley de Transporte en Durango, a fin de permitir que Uber pueda trabajar allá. Gurrola dijo que la reforma es relativamente sencilla, sólo con modificar el artículo 95 de la citada ley adaptándolo para la modalidad que maneja la nueva empresa en la región, se puede legalizar su operación plena.

Claro entonces que la negativa de entrada que mostraron las autoridades estatales duranguenses como en su caso el alcalde de Torreón, está ahora flexibilizándose. Era ridículo pensar que éstas se opusieran a que la sociedad pudiera tener una opción de autotransporte moderno y que ofrece características distintas a las de un taxista común. Qué bueno, aunque hay que esperar la reacción del gremio que se siente afectado, que obvio, lo que le puede sobrar es una capacidad de movilización. Los días darán la respuesta.

Sin embargo, no obstante que el tema de Uber ha acaparado una buena parte de la atención pública, con el devenir de los días se ha dado a conocer un terrible fenómeno que está ocurriendo en el Hospital General de Torreón: la muerte de cinco neonatos.

A cuentagotas surge información que da cuenta que cinco bebés han muerto recientemente en el citado nosocomio, lo que de inmediato genera sospechas de que no es común que eso suceda.

Hay que recordar que el flamante hospital que hoy -ayer- está cumpliendo un año de ser inaugurado y a los pocos meses de iniciar su operación, ha quedado por demás claro que el gobierno de Coahuila lejos está de destinarle los recursos necesarios para que preste servicios hospitalarios siquiera dignos. En reiteradas ocasiones, se ha denunciado la falta de personal para atender a los enfermos, y las carencias de medicamentos son manifiestas.

Por ello, la muerte de los cinco bebés es el episodio más trágico en la corta historia de este recinto médico. La asepsia -aparentemente- es el motivo que ha causado estos lamentables decesos. Aunque en medio se hayan lanzado acusaciones representantes de la clínica 16 del IMSS y del propio hospital.

Lo más lamentable del problema es que como las personas, en este caso las madres que dan a luz en el Hospital General, evidentemente carecen de muchos recursos económicos, tal vez por ello la muerte de estos cinco infantes no alcance la notoriedad de otras noticias como las que surgen por Uber.

Imperativo es que el gobernador del Estado, Rubén Moreira, atienda la tragedia que está sucediendo en el Hospital General de Torreón, al cabo le aseguro que mientras tanto, problemas como los de Uber se resolverán. Las muertes, tal vez por negligencia, de los bebés, no.

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