Stephen Cummings celebra tras llegar en primer lugar en la octava etapa del Tour de Francia, que lidera Greg Van Avermaet.
Steve Cummings ganó ayer la primera etapa del Tour de Francia en los Pirineos, con un ataque en solitario en el puerto de montaña Col d'Aspin.
Greg Van Avermaet conservó el maillot amarillo de líder general que consiguió hace dos días, mientras que Nairo Quintana y Chris Froome arribaron con el pelotón en la séptima etapa.
Quintana y Froome, los dos favoritos al título, fueron retrasados cuando se ponchó un arco inflable que marcaba el último kilómetro de la ruta y cayó al suelo. Los ciclistas tuvieron que levantar el arco de la carretera y pasar por debajo con sus bicicletas.
Los organizadores dijeron que utilizarían los tiempos a tres kilómetros de la meta. Cummings cronometró 3 horas, 51 minutos, 58 segundos en el recorrido de 162,5 kilómetros entre Jourdain y Lac de Payolle. El sudafricano Daryl Impey arribó segundo, a 1:05, y Daniel Navarro tercero con el mismo tiempo.
Froome cruzó la meta 11ro y Quintana 18vo, ambos a 4:29. El argentino Eduardo Sepúlveda llegó 27mo y los colombianos Sergio Henao y Jarlinson Pantano arribaron 32do y 38vo, respectivamente, todos con el pelotón.
"Ha sido una jornada más rápida de lo esperado", señaló Quintana. "El Col d'Aspin también se ha subido muy rápido. Al final no quedaban muchas fuerzas para un gran ataque entre ninguno de los rivales y solo podíamos evitar que los escapados tomaran mayor ventaja".
Quintana trepó un puesto en la clasificación general y ahora marcha sexto, un lugar debajo de Froome, ambos a 6:42 de Van Avermaet.
"No tenía planes de meterme en la fuga", señaló Van Avermaet. "No soy un buen escalador, soy un ciclista clásico".