Foto: Archivo Siglo Nuevo
La fundación estadounidense Parsemus ha desarrollado un método anticonceptivo masculino llamado Vasalgel, se trata un polímero que bloquea los conductos deferentes hasta por más de un año y que es absolutamente reversible; actualmente atraviesa su última fase de pruebas y es posible que esté disponible en 2017.
El control de la natalidad ha sido uno de los grandes desafíos para la sociedad humana al menos en los dos últimos siglos. La llegada de la industrialización detonó un crecimiento de la población casi en todos los rincones del planeta, más y más personas ocuparon las nuevas ciudades hasta llenarlas y saturarlas. Pronto, los gobiernos se dieron cuenta de la necesidad de establecer controles de natalidad con el objetivo de proteger el ambiente y buscar la sustentabilidad, desde entonces la ciencia ha desarrollado un gran número de métodos para evitar embarazos, desde los físicos como los condones y las cirugías, hasta los hormonales, como las pastillas o inyecciones, el éxito ha sido muy cuestionable.
Décadas después de todo el desarrollo anticonceptivo se asoma a la ventana un nuevo procedimiento, ha sido llamado por sus impulsores como “una revolución potencial a la reproducción”, una nueva oportunidad de facilitar un método contra embarazos y con altos niveles de efectividad, hablamos de Vasalgel.
DESCUBRIMIENTO REVOLUCIONARIO
Se trata de un procedimiento que no requiere cirugía, básicamente consiste en inyectar un polímero de origen natural a los conductos deferentes del aparato reproductor masculino, el material bloqueará el paso de espermatozoides y evitará la concepción, en teoría suena sencillo, pero la idea ha despertado un gran revuelo entre la comunidad científica y farmacéutica del mundo.
El Vasalgel comenzó a desarrollarse hace seis años por una fundación sin fines de lucro llamada Parsemus, misma que desde 2005 trabaja a base de donaciones particulares en la búsqueda de soluciones de salud como el cáncer de mama, las fallas de próstata, las alergias alimenticias y hasta la detección de enfermedades auditivas.
Al ser una organización sin ánimo de lucro, Parsemus se ha enfrentado desde un inicio al imperio de los laboratorios farmacéuticos en los países desarrollados, cuenta con una atención mucho menor de parte de los medios de comunicación y por ende, sus avances tecnológicos son más discretos.
No obstante, el Vasalgel parece haber superado esa barrera y se ha comentado ya a nivel mundial, algunos especialistas lo califican como el futuro de los métodos anticonceptivos, y otros simplemente lo tratan como un gran fracaso en potencia; los puntos a favor y en contra son variados, y vale la pena analizarlos.
El procedimiento tiene sus orígenes aproximadamente en 2001, cuando un grupo de médicos, encabezados por Elaine Lissner (fundadora de Parsemus), descubrieron en la India un método anticonceptivo original, que utilizaba polímeros sintéticos para bloquear el paso de esperma hasta por varios meses; el gran logro del que presume Vasalgel consiste en que ha encontrado una forma para prolongar hasta por más de un año el bloqueo, además de elevar las tasas de efectividad hasta en un 98 por ciento.
Actualmente el método ha pasado de forma exitosa las pruebas con animales, durante finales de este año 2016 se comenzarán las pruebas concluyentes en seres humanos, lo que supondría que podría estar disponible en el mercado a mediados o finales de 2017, siempre y cuando se aprueben todas las barreras de efectividad y se realicen los trámites legales ante las autoridades internacionales.
SENCILLO, EFECTIVO... Y REVERSIBLE
Una gran ventaja del Vasalgel consiste en una combinación de efectividad y sencillez de aplicación, pues los pacientes que acepten someterse al procedimiento sólo tendrían que acudir a una sola sesión, misma en la que se bloquean de inmediato los conductos deferentes y se reducen casi al máximo las probabilidades de fecundar.
Los desarrolladores del procedimiento aseguran que prácticamente no se percibe ningún grado de molestia o dolor con el polímero dentro del organismo, lo que lo hace imperceptible para el paciente y para su pareja a la hora de sostener relaciones sexuales; al llegar al orgasmo, el reflejo de eyaculación ocurre de forma natural, sólo que el líquido seminal estará libre de los espermatozoides.
En comparación con la vasectomía, que corta definitivamente los conductos deferentes en los hombres, el Vasalgel tiene un carácter reversible cien por ciento, ya que al cabo del lapso en uso, se podrán retirar los bloqueos de los conductos con otra inyección en la zona genital, sin efectos secundarios, consecuencias físicas u hormonales; incluso se pueden volver a aplicar los bloqueos en los conductos en más ocasiones si es que se desea.
La fundación Parsemus también ha recalcado su naturaleza física y origen natural como una de las principales revoluciones en este método, pues actualmente los procedimientos hormonales masculinos (inyecciones para inhibir la producción de esperma, o pastillas), suponen un cambio dramático en los niveles de testosterona, o bien algún riesgo de cambio en las funciones del aparato genitourinario de los pacientes.
Los costos de Vasalgel serían en definitiva más bajos que los de cualquier tratamiento, sin embargo la fundación desarrolladora ha solicitado a través de su página web aportaciones voluntarias para seguir con las pruebas, además de fondos para su comercialización en diversos países del mundo, en general apelan a una batalla contra las grandes farmacéuticas y los supuestos beneficios a la salud que tendría el procedimiento.
LA BATALLA IDEOLÓGICA
Probablemente la principal polémica del Vasalgel, consiste en el hecho de que se trata de una inyección directamente aplicada en los genitales masculinos, lo que supondría una idea atemorizante para todos los pacientes que accedan a someterse al tratamiento, el procedimiento no suena tan popular de entrada, y supondría un gran reto de convencimiento para Parsemus.
Otro obstáculo es el factor cultural, pues a pesar del potencial benéfico y bajo costo del Vasagel, se tendrían que cambiar paradigmas de género en las sociedades a las que se ofrezca, aún en la actualidad muchos países del mundo registran actitudes machistas en todos los ámbitos, y el hecho de que los hombres tengan que 'cuidarse' de un embarazo es aún tabú.
Solamente el tiempo dirá si realmente ocurrió la revolución anticonceptiva de Parsemus.
Twitter: @betoiturria