El primer ministro de la Federación Rusa, Dmitri Medvedev, acusó ayer a Estados Unidos y a Occidente de estar reavivando la Guerra Fría.
El funcionario ruso lanzó la denuncia durante un encuentro de altos mandos de Defensa, y argumentó que las sanciones impuestas a Moscú tras la anexión de Crimea y los nuevos movimientos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la alianza militar de Occidente, "sólo agravan" las tensiones.
Medvedev dijo que "las políticas de la OTAN relacionadas con Rusia siguen siendo hostiles y opacas; se podría ir más lejos y decir que hemos vuelto a una nueva Guerra Fría", dijo. "Prácticamente a diario nos llaman una de las peores amenazas, ya sea para la OTAN, Europa o Estados Unidos".
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, devolvió la culpa a Moscú: "La retórica rusa, su postura y los ensayos de su fuerza nuclear están dirigidos a intimidar a sus vecinos, socavando la confianza y la estabilidad de Europa".
Más tarde, Stoltenberg afirmó que todos los movimientos de la OTAN han sido en respuesta a las agresiones rusas.
Medvedev respondió: "A veces me pregunto si estamos en 2016 o en 1962", en alusión al año de la crisis de los misiles en Cuba.
