José Manuel Ramírez Robles, quien fue gerente general en la Comisión Nacional del Agua (Conagua) durante la denominada "gran avenida", que fue la más larga que se ha registrado, en 1991 y 1992, señaló que no existe la justificación técnica actualmente para derivar agua al lecho del río Nazas.
El especialista en temas hidráulicos señaló que existen dos protocolos a seguir en la dependencia federal para la derivación de un volumen al cauce del Nazas, el primero es que la presa Lázaro Cárdenas se encuentre cerca del 100 por ciento del NAMO al inicio de la temporada de lluvias, y el segundo es cuando, al final de la temporada, extraer si el nivel está cerca del NAME.
Explicó que, en la actualidad, la temporada de lluvias está por finalizar y no se espera ningún fenómeno meteorológico que pudiera amenazar el adecuado almacenamiento del volumen en la presa, por lo que no se justifica el "desperdicio" de agua al cauce del río, lo que podría acarrear consecuencias, además de la problemática para los poblados vecinos, respecto al volumen para el riego agrícola de los próximos años.
"Desfogue es cuando se extrae agua y existe la condición para que se llene, ahorita es un desperdicio, es agua tirada y el año que entra no sabemos, La Laguna es una región de contrastes, hoy puede llover y mañana hay sequía", expresó.
Señaló que la premisa de las presas es terminar la temporada de lluvias con un almacenamiento considerable de agua, por lo que la condición es que no llegue tanto líquido a la zona urbana. Durante la gran avenida, el gasto máximo fue de 450 metros cúbicos por segundo (m³/s), para concluir la temporada con ambas presas llenas.
"En octubre del 91, la presa (Lázaro Cárdenas) almacenó tres mil 540 millones de metros cúbicos (Mm3), luego fue variando, de septiembre del 91 a mayo del 92 la presa tuvo un almacenamiento superior a los tres mil 200 millones, aquí lo interesante es que al término de la temporada las presas queden llenas porque el agua en La Laguna es valiosísima, por lo que es una sorpresa que hayan desfogado agua cuando a Palmito le cabe mucho más", comentó.
La presa Lázaro Cárdenas tiene una capacidad de almacenamiento de cuatro mil 278 Mm3, mientras que en la Francisco Zarco es de 383 Mm3, que es el Nivel de Aguas Máximo Extraordinario (NAME). El Nivel de Aguas Máximo Ordinario (NAMO) es una referencia para el manejo, sin embargo, no es su capacidad real.
"Estamos al final de la temporada de lluvias y los pronósticos son de que será poca la aportación, entonces cualquier agua que se le saque ya no es desfogue, es tirar agua, es una sorpresa, no lo podemos creer, no existen las condiciones para hacerlo porque aún tiene capacidad la presa, no hay ninguna justificación técnica, el agua en La Laguna debe conservarse", indicó.
El año 1991 fue de los años con mayor aportación para la presa El Palmito, recibió arriba de cuatro mil Mm3, pero 1992 estuvo entre los de menores escurrimientos, con apenas 250 Mm3. Ramírez Robles señaló que debido al almacenamiento en la presa, los siguientes ciclos agrícolas lograron salir adelante con un volumen adecuado de agua.
El actual director de la Conagua, Ricardo Álvarez García, es contador público y sus cargos anteriores han estado relacionados con Hacienda y la Auditoría Superior del estado, en la administración estatal de Coahuila.
José Manuel Ramírez Robles es ingeniero agrónomo por la Universidad Autónoma Chapingo, fue director de la Conagua de 1990 a 1996, director del Sapal en Lerdo de 2004 a 2007 y su trabajo en el sector privado ha estado dirigido a proyectos de agua.
MM3
Es el volumen actual en la presa Lázaro Cárdenas.
MM3
Es la capacidad total de la presa, con las compuertas cerradas.
Incumplen. La premisa de las presas es terminar la temporada de lluvias con un almacenamiento considerable de agua para el riego y sin afectaciones por el volumen a la zona urbana. (Fernando Compeán)