Ahora que se ha puesto de moda señalar con dedo flamígero a los maestros de Educación Básica y acusarlos de cuanto desastre ocurre en el país -algunos seguramente tendrán responsabilidad, pero no todos y no de todo-, la Auditoría Superior de la Federación soltó recientemente unos tenebrosos datos sobre la forma, digamos poco ortodoxa, con la que operan las universidades públicas del país. Nuestros subagentes disfrazados de Sherlock Holmes nos informan que el organismo encontró toda una gama de perlas en las instituciones de estudios superiores que manejan dineros del erario, y que van desde el engrosamiento de la infalible FAB (Fuerza Aérea Burocrática) hasta la contratación de gente que no tiene el perfil para el cargo que ocupa, pasando por el famoso pago a comisionados sindicales -oh, sí, aquí también- y la erogación de prerrogativas extraordinarias.
Entre las universidades con más señalamientos se encuentra la Máxima Casa de Grillos de Coahuila, la UAdeC, en donde, dicen, la Auditoría encontró que 14 millones de pesillos del subsidio federal a organismos descentralizados estatales fueron destinados al pago de 54 “trabajadores” que no se encontraron en las oficinas en donde se supone deberían desquitar el salario. Otros 18 milloncitos se fueron en pagar multas y recargos que nada tienen que ver con la reglas de operación del subsidio, o sea que a varios les están haciendo favores con este dinero público. Y por si fuera poco, 24 “trabajadores” recibieron alrededor de 5 millones en total por pagos que la Auditoría consideró improcedentes. Frente a este abanico de “detallitos”, la UAdeC sólo tiene dos alternativas: o justificar fehacientemente todas estas erogaciones o devolver el dinero a la Tesorería Federal. Como en este país de folletín es uso y costumbre que todo desaparezca, ya sea dinero, bienes, personas y hasta ríos, como en Veracruz, y que nada pase, como en el caso de los 18,000 millones de pesos de la deuda de Coahuila, es muy probable que la universidad termine por hacer ninguna de las dos cosas.
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Ya que hablamos de cuestiones magisteriales y travesuras, esta semana ocurrió un hecho que hizo prender las alertas a los integrantes más críticos y criticones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en Coahuila. Nuestros subagentes disfrazados de gendarmes nos comentan que el lunes pasado fue “detenido” en Torreón un maestro supuestamente acusado de un delito del cual no existe denuncia. Resulta que, como es costumbre en los procedimientos policiacos, los agentes que “detuvieron” al profesor no informaron a nadie del hecho, ni siquiera a la familia, la cual reportó el caso como una desaparición más, de esas que suelen ocurrir por estos lares. Los compañeros del docente pronto se movilizaron en redes sociales para hacer pública la desaparición de quien, dijeron, ha sido una persona muy crítica con el dominio que ejercen Rubén Delgadillo y Carlos Moreira en la sección 38 del sindicato magisterial. Dicen que la intención de los policías que tenían a su cargo este “trabajito” era desprestigar al profesor fabricándole un caso en su contra (qué raro). Pero al percatarse de que otros maestros ya andaban haciendo campaña para auxiliar a su compañero, y previendo el escándalo que podría venírseles encima, las autoridades policiacas y ministeriales estatales destacamentadas en la Perla de La Laguna decidieron soltar al “detenido”, aunque se desconoce en qué condiciones físicas, ya que desde el miércoles no se sabe de él. Cuentan que ante las represalias experimentadas por no ser afín a los jerarcas sindicales prefirió salir del estado en busca de un lugar más seguro para él.
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A propósito del Día Internacional de la Mujer que se celebrará la próxima semana, en el Poder Judicial de Coahuila, como en el Ejecutivo Estatal, la equidad de género es un concepto que sólo sirve para adornar documentos oficiales ya que en la práctica no existe, ni saben de qué se trata o si saben, pues se lo pasan por el arco del triunfo. Para muestra, un botón. Resulta que en días pasados, a propuesta del gober Rubén Moreira, se nombró como magistrado numerario en el Tribunal Superior de Justicia a Juan José Yáñez Arreola; sí, el extitular de la Subprocuraduría Especial para la Búsqueda de Personas Desaparecidas, quien dejó pendiente la conclusión de “nada más” unos 1,400 casos. De los más de 20 magistrados que hay en Coahuila, sólo dos son mujeres, además de la presidenta Miriam Cárdenas que acaba de asumir el cargo este año. O sea que, con todo y el desequilibrio que ya de por sí existe, le siguen echando más pesas a uno de los platillos de la balanza sin revisar bien si esas pesas cumplen con el perfil, como es el caso al que nos referimos. Yáñez es ahora magistrado numerario por 15 años, en tanto que las mujeres propuestas, Sandra Luz Miranda y Olga Fuentes, son magistradas supernumerarias por sólo seis. Además de hacer a un lado la equidad de género, las laguneras y laguneros siguen siendo ignorados para ocupar puestos a nivel estatal. Pero lo peor del asunto es que, una vez más, se evidencia que el Poder Judicial, como otras instituciones, es usado para obsequiar puestos a los amigos del mandamás en turno, pues los críticos de la polaca no le encuentran méritos al flamante magistrado, más bien omisiones en su cargo -por decirlo de una manera sutil-, y consideran que el nombramiento se le da como un premio, sabrán los dioses por qué. Por otro lado, con la aplicación rezagada del Nuevo Sistema de Justicia Penal se avecinan exámenes para aspirantes a jueces y defensores. Se dice que dichos exámenes algo tienen de mágico, pues misteriosamente sólo los aprueban los de Saltillo. ¿Será?
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Nuestros subagentes disfrazados de pantalla multimedia nos comentan que durante la visita que realizó ayer a Torreón Antonio Crestani, director general de Vinculación Cultural de la Secretaría de Cultura del gobierno federal, para inaugurar la Sala de Inmersión que se ubica en el Bosque Urbano, se sorprendió gratamente de la cantidad de actividades y espacios culturales que hay en Torreón, presumidos por su anfitriona, la zarina de la cultura estatal Sofía García. Entre lo presumido se encuentra el Planetario de Torreón, ubicado en frente de la sala referida, el ciclo internacional de Jazz que llegará al Teatro Isauro Martínez este año, y La Jabonera, entre otros. El problema es que a doña Sofía se le olvidó aclarar que todo lo que presumió son proyectos independientes o municipales, nada del gobierno estatal. Para cerrar con broche de oro la visita, en conocido restaurante de Torreón, los subagentes disfrazados de saleros comentan que la titular de la dependencia cultural estatal trató de explicarle con eufemismos al funcionario federal que las arcas coahuilenses no gozaban de buena salud para el desarrollo cultural, en parte gracias a la deuda, tema que acompañó el postre. Con este breviario introductorio, la zarina sacó la charola y de mil maneras diferentes, entre brindis y brindis, le pidió a don Antonio que sea la Federación la que financie los pocos proyectos que tiene Coahuila en materia de cultura. En unos meses se sabrá si sus súplicas fueron escuchadas.
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En la grilla de La Laguna de Durango cuentan que María Luisa González Achem tenía razón. Como ella misma lo dijo en aquel resbalón que dio durante una reunión con medios de comunicación en Lerdo (primera y última dicen), “no es la mejor pero es lo que hay”. Y esto viene a colación porque con todo y las muchas ganas que le puso a su discurso durante su ratificación como candidata del tricolor a la Presidencia de la Ciudad Jardín, no ha logrado generar la simpatía, no sólo de los ciudadanos, sino tampoco de la estructura del PRI que habrá de cobijarla. Y es que doña María Luisa, aseguran, no ha quedado bien con la labor de gestoría y los compromisos realizados en la pasada elección cuando fue diputada local, por lo que dentro de los mismos seccionales le tienen desconfianza. Además, hasta ahora la hermana del dos veces alcalde de Lerdo, Luis Fernando González Achem, no se ha coordinado con los líderes de las diferentes organizaciones adheridas al PRI, partido que en Lerdo dirige Homero Martínez Cabrera, quien dicen no la tiene fácil para posicionar o “vender” a la candidata ungida por el gobernador Jorge Herrera Caldera. Lo chistoso es que con aquello de que Fernando Ulises Adame anda buscando la candidatura independiente, dicen los propios priistas que si lo dejan registrarse (o en su defecto se ampara) podría tumbarle al PRI en la próxima elección alrededor de 5,000 votos. Lo anterior podría beneficiar al PAN y a su candidata Salomé Elyd de Katsicas si esta última logra que la estructura de Rosario Castro Lozano, quien prefiere estar en la nómina de un gobierno emanado del PRI antes que dirigir palabra a Salomé, se inclina por una vez en la vida a trabajar en unidad en favor del partido blanquiazul y de la recuperación de la Presidencia de Lerdo, ahora que sí habrá billetes una vez que el alcalde Luis de Villa se vaya y deje, según ha presumido, finanzas menos insanas que las que recibió. Habrá que ver.
