Circulan como ríos por los corrillos políticos de aquí, allá y acullá los resultados de supuestas encuestas de suspirantes a la Silla Máxima del Palacio Rosa, encargadas por el propio partido tricolor para saber quiénes son los que están mejor posicionados de cara a la elección de 2017. Nuestros subagentes disfrazados de analistas de datos nos comentan que en estos momentos el “pleito” parece estar muy cantado entre un saltillense consentido de la pasada administración estatal y un torreonense consentido de la actual. Se trata nada más y nada menos que de Jericó Abramo Masso, exalcalde de la Urbe de Adobe y actual diputado federal, y de Miguel Ángel Riquelme, presidente municipal de la Perla de La Laguna.
Lejos aparecen otros personajes, como el diputado federal sampetrino Javier Guerrero; el secretario general adjunto del CEN del PRI, Alejandro Gutiérrez, y el delegado estatal de Sedesol en Nuevo León, Enrique Martínez Jr. Los conocedores de la grilla provincial dicen que los “positivos” para cada uno de los punteros están muy parejos y que cada quien tiene su mayor fortaleza en la ciudad de donde procede. Por lo tanto, comentan, en caso de una eventual contienda interna entre ellos, la madre de todas las batallas se dará en las regiones Centro y Norte, concretamente en Monclova, Frontera, Piedras Negras y Acuña. No obstante, dicen que ambos personajes cargan con negativos que pudieran afectarles en sus aspiraciones. En el caso de don Jericó, se habla de su cercanía con el “Hermano Incómodo” Humberto Moreira, a quien defendió recientemente y en una suerte casi de equilibrista en el Congreso de la Unión cuando se encontraba hospedado en la prisión de Soto del Real en la Madre Patria. En el caso de don Miguel, se comenta la preferencia que tiene el gober Rubén por él al grado de que es considerado su delfín aparente, y la ciudad de Torreón su refugio favorito. El duelo se va a poner de a peso, a menos de que la mano del “Padrino” Manlio Fabio Beltrones termine por inclinar la balanza hacia un lado o de plano se decida a abrir una tercera vía, que tampoco se descarta.
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También en el PAN se están perfilando dos corrientes en la lucha por la candidatura para el gobierno provincial, aunque algunos dicen que pudieran llegar a ser tres (con eso de que la división es el deporte preferido de los blanquiazules, nunca se sabe). En una esquina se encuentra el grupo de los jerarcas del partido en el estado, el exdiputado federal Guillermo Anaya y el senador Luis Fernando Salazar, quienes el fin de semana pasado brillaron por su ausencia en el acto de “anteprecampaña” que la suspirante presidencial Margarita Zavala encabezó en Monclova a invitación del munícipe Gerardo García. Cosa curiosa la inasistencia de don Memo, ya que él es compadre de Zavala, respecto a lo cual se dice que tal vez pudieron más las rivalidades actuales que los parentescos morales. Recientemente a Anaya y a Salazar se les vio armando bloque en una foto con el diputado local Jesús de León; el exdirigente municipal del PAN en Torreón, Miguel Batarse, y el diputado federal César Flores, enemigo acérrimo de don Gerardo, lo cual pudiera explicar el porqué no fueron requeridos al acto. El otro grupo que se está formando es precisamente el del presidente municipal de Monclovita la Bella, quien se siente lo suficientemente fuerte como para dar la pelea con el tercer presupuesto más grande de la entidad. No obstante, los apoyos de García hasta ahora se encuentran sólo en la ciudad que gobierna, por lo que si quiere en verdad meterse en la carrera tendría que empezar por granjearse el favor de los alcaldes, también panistas, de Frontera, Nadadores y Saltillo. Pero en este último caso se ve difícil que pueda conseguirlo, ya que a Isidro López también le late su corazoncito y pudiera comenzar a formar pronto la tercera vía del panismo coahuilense con miras al ansiado 2017.
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El que ha ido perfeccionando su experiencia como tacle defensivo es el procurador de Coahuila, Homero Ramos, a quien no se le escapa ningún corredor que le pueda hacer touchdown a su jefe, el gober Rubén Moreira, como en el caso de las denuncias por la megadeuda, que permanecen en el completo hermetismo. Resulta que el lunes pasado en la tercera audiencia regional con familiares de personas desaparecidas realizada en la peronera capital coahuilense irrumpió una mujer muy alterada diciendo que a su hijo se lo habían llevado los integrantes de la temible Marea Negra, o sea, el extinto GATE. Al ver que se dirigía hacia el mandamás provincial que se encontraba en esos momentos haciendo uso de la palabra, don Homero la interceptó y rápidamente se la llevó fuera de la escena para que no interrumpiera el discurso del patrón. Los subagentes disfrazados de pancartas cuentan que la señora fue llevada a una oficina en donde estuvo todo el tiempo que duró el acto oficial dialogando con el procurador. Dicen que la estrategia de contener a la quejosa fue para evitar que abordara al gober cuando estuviera atendiendo a la Incómoda Prensa. Lo curioso del caso fue que cuando se terminó la audiencia, la mujer salió de la oficina y no quiso dar entrevistas sobre el asunto que quería tratar con el jefazo estatal, cuando momentos antes estaba vociferando lo que la afligía. ¿Qué le habrá dicho el procu que la dejó sin ganas de hablar de su caso? Es un misterio.
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Cuentan que el que no halla ni dónde esconderse para que no le cobren es el tesorero municipal de Torreón, Enrique Mota Barragán. Y es que, el guardián de las finanzas de la ciudad se ha metido en tremendo lío por haber seguido los pasos de su antecesor, el ave de mil tormentas Pablo Chávez Rossique. Nuestros subagentes disfrazados de implacables cobradores de multas y Predial nos reportan que don Enrique desempolvó la famosa licuadora financiera de Chávez para meter en ella cuanto recurso caiga a las cuentas de la Tesorería, claro, con la finalidad de usarlos “pa’ lo que se ofrezca”. Y curiosamente siempre se ofrece algo. El año pasado, Mota quedó a deber a la Dirección Municipal de Pensiones algo así como 45 millones de pesillos de las aportaciones que descuenta del salario de los trabajadores del ayuntamiento para el guardadito del retiro. Como ocurre con otros descuentos, el dinero que se retiene entra a las cuentas de la Tesorería y debe ser transferido a las de Pensiones, pero no ocurrió así. En lugar de ello van a la licuadora, en donde se mezclan con otros recursos de distintas procedencias. Cuentan que el director de Pensiones, Manlio Gómez Echávarri, le hizo saber a finales de 2015 a don Enrique que lo que hacía estaba mal, ya que ese dinero no es del ayuntamiento sino de los trabajadores y que, por lo tanto, tenía que devolverlo. Pero el tesorero le respondió con el clásico “debo, no niego; pago... ya me lo gasté”. ¿Y en qué se lo gastó?, preguntará usted sorprendido lector. Pues según dicen que ese dinero fue usado para pagar los aguinaldos de los propios trabajadores. O sea que éstos terminaron por cubrir ellos mismos esta prestación en una especie de extraño jineteo con reciclaje incluido. Además de representar una aberración, este hecho demuestra que las finanzas municipales no están tan sanas como dicen. Lo bueno, comentan, es que Mota ya abonó 25 millones a la deuda. Lo malo es que todavía le faltan como 20 millones más, los cuales no se sabe cuándo van a ser repuestos y existe la amenaza de que si don Manlio no se está quieto y calladito, pueden hacerse de agua. Parece que en el ayuntamiento de Torreón no han escuchado lo que ha venido diciendo el gober Rubén Moreira de que las pensiones son un caos en Coahuila, y con estos manejos, pues cuantimás.
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Tal parece que el ayuntamiento de Lerdo no necesita de la oposición del PAN y sus quejas en Contraloría, o la del PRD y sus plantones por falta de servicios, para que se haga notar la escasa eficiencia del personal que está en puestos clave de la agonizante administración de Luis de Villa quien, dicho sea de paso, tampoco parece mortificarse mucho por los tropiezos de sus colaboradores. Ahora sí que un poco lerdos se vieron los directores de Sapal, Jesús Mario Castrillón y de Obras Públicas, Arturo Rodríguez, en atender una demanda ciudadana que es de las típicas desde los tiempos de la República Romana: agua, drenaje y pavimento. Precisamente las que han hecho los vecinos de la colonia Jardines del Periférico desde hace “nada más” dos añitos, tiempo en el que han llevado oficio tras oficio que al parecer se han traspapelado porque nadie atiende o simplemente se llevan al archivo muerto. Lo chistoso es que aunque llegan y llegan los oficios, don Luis luego anda preguntando si fue cierto que los llevaron. En fin, el que se lavó las manos a pesar de la escasez de agua fue don Chuy Mario, quien no tuvo el menor empacho en decir que si la gente quiere o necesita obras de agua y drenaje, pues que se la pidan directamente, adivine cómo... llevando un oficio a la Presidencia Municipal. ¿Será que alguien en el ayuntamiento tiene la extraña afición de coleccionar oficios de demandas de servicio? Lo curioso es que los dos oficios que mandaron los vecinos ya iban dirigidos al presidente, quien no tenía conocimiento de los mismos. Pero también iban dirigidos a don Arturo, quien por cierto tampoco atendió un oficio dirigido por los vecinos de la colonia Lázaro Cárdenas, los cuales no esperaron dos años sino 10 días para bloquear el bulevar Guadalupe Victoria. ¿El motivo? Que los trabajadores contratados por las autoridades de la bella Ciudad Jardín tuvieron el tino de dejar los postes que sirven como base del domo de la cancha de usos múltiples por dentro del espacio de juego, rodeado por malla ciclónica y con los tornillos y esquinas metálicas de las bases expuestas prácticamente para que se den en la torre los jugadores que acudan a practicar deporte, que más bien será deporte extremo. Eso sí, ya sólo esperan que el gobernador Jorge Herrera inaugure la bonita y peligrosa obra.
