Vaya sorpresa la que se llevaron el fin de semana pasado algunos atentos observadores de la cosa pública provincial por un hecho ocurrido en la ciudad de Monclova y que tiene que ver con un político torreonense que muchos creían retirado del pancracio electoral. Resulta que de forma más bien discreta, algunos de nuestros subagentes recibieron una convocatoria para asistir a un conocido lugar de la otrora capital coahuiltexana para conocer de viva voz las aspiraciones y el proyecto político de tan singular personaje. Se trata del mismísimo José Ángel Pérez Hernández, el expresidente municipal de Torreón que se propuso crear la “Mejor Policía del Norte del País” y que terminó desintegrada en la administración que le siguió porque estaba con el hampa instalada hasta en la cocina.
Pues bien, don José parece no resignarse a los constantes desaires, pisotones y codazos que la gente del PAN, su partido ¿aún?, le ha propinado desde cuando era incluso alcalde de la segunda ciudad más importante de Coahuila, y ahora quiere resurgir como el ave fénix para emprender el vuelo en pos de la Silla Máxima del Palacio Rosa. Sí, incrédulo lector, Pérez Hernández quiere ser gobernador de esta provincia. La pregunta lógica que surge de inmediato es ¿por cuál partido piensa postularse si queda claro que en el blanquiazul, controlado por el tándem Guillermo Anaya/Luis Salazar, no le van a dejar siquiera ser candidato a una regiduría? Pero no, don José no anda buscando membrete que lo respalde, sino que pretende seguir los pasos del famoso “Bronco” Rodríguez, el mandamás de Nuevo León que no sale de una bronca cuando ya está en otra, y lanzarse por la vía independiente, una vía que, por cierto, luce ya un poco congestionada. Con el exmunícipe de Torreón serían ya cuatro los personajes que han coqueteado con la idea de registrarse como suspirantes sin partido una vez que se abra la convocatoria: Noé Garza Flores, exsecretario de Desarrollo Rural; Armando Guadiana Tijerina, polémico empresario minero y taurino; Lenin Pérez Rivera, alcalde de Acuña, y ahora José Ángel Pérez. Más lo que se acumule. Claro que entre más tiradores haya por el lado de los opositores al priismo moreirista, pues mucho mejor para el régimen y su candidato. ¿Lo entenderán los suspirantes? ¿O acaso se hacen los desentendidos, convenientemente?
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Parece que las precampañas adelantadas en Coahuila tienen algo distraído al personal del gobierno estatal debido a que en un lapso de siete días se evidenciaron fallas que demuestran que están en todo menos en lo que deben. La semana pasada los emisarios del gober enviaron un comunicado en donde, con júbilo y fanfarrias, se anunciaba que “Ya no habrá toros en Saltillo”. Así, con ese título. Y aunque en el texto se mencionaba que el juez había retachado un amparo promovido por los abogados de Armando Guadiana, con tanta alegría por el suceso se les olvidó citar a qué juicio se refería. Además, los emisarios juraron y perjuraron que, contrario a lo que había anunciado en su publicidad la empresa taurina de Guadiana, no iba a llevarse ninguna corrida de toros. Pero no se percataron de que los anuncios espectaculares fueron instalados el año pasado para informar de un festejo... del año pasado. Por otra parte, con todo y que desde hace semanas había claras señales de que el ayuntamiento panista que encabeza Isidro López, otro suspirante, iba a proceder contra los anuncios espectaculares propiedad de una de las empresas del Profe de la Deuda, Humberto Moreira -quien, a propósito, en un arrebato a la Kim Jong-un, ya amenazó al mundo entero con demandarlo por difamación-, el personal del gobierno de Coahuila se echó en la hamaca pensando que nada iba a suceder. Pues resulta que la amenaza se cumplió y uno de los espectaculares clausurados por el ayuntamiento contaba con publicidad de la administración estatal. Así que la clausura sobre el anuncio de marras quedó como una especie de constancia de que en los negocios la fraternidad continúa inquebrantable.
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Todavía no se ha concretado el primer juicio oral bajo el nuevo sistema de justicia penal y ya comienzan a surgir los asegunes sobre la forma en la que se dio la preparación de los jueces y los exámenes que debieron presentar para corroborar que algo aprendieron en sus cursos. Nuestros subagentes disfrazados de mallete empolvado nos informan que el magistrado saltillense José Francisco Gómez no ha tenido empacho alguno en pregonar que las pruebas aplicadas fueron lo más parecido a un fraude, algo así como el de Ficrea con el Tremendo Tribunal de Justicia. Este comentario, que se repite a los cuatro vientos muy frecuentemente, ha despertado preocupación entre el gremio de los abogados, ya que consideran que es el presagio del fracaso del nuevo modelo acusatorio como solución al grave rezago que hay en la administración de justicia en el estado. Y es que no existe claridad ni transparencia respecto al proceso de selección de los jueces, ya que luego de la presentación de los exámenes nada se sabe sobre las calificaciones que tuvieron los aspirantes, por lo que la probidad y capacidad de quienes ya se pusieron la toga es un misterio. Los malpensados creen que con tal de cumplir con los tiempos que marca la Federación, se aplicó el clásico “ai’ se va” sin medir las consecuencias. Esperemos que la jefaza del Poder Judicial, Miriam Cárdenas, corrija a tiempo lo que se tenga que corregir.
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Apenas comenzaron las campañas por la gubernatura de Durango y todo indica que la guerra sucia está más afinada que la guerra de las ideas y las propuestas. Basta darse una vuelta por el ciberespacio, específicamente por las famosas redes sociales, que más bien son virtuales, porque ahí no todo es lo que parece ni todo lo que parece, es. Y es así porque en estos días de arranque de proselitismo se ha empezado a generar gran confusión por los mensajes que supuestamente unos suspirantes están vertiendo en la red del Pajarito Azul. Y la confusión se debe a que la mayoría de esos mensajes no son para nada adecuados, ya que hacen exhibición de un lenguaje, digamos, muy florido, con insultos a los contrincantes. Se trata de cuentas de ¿personas? que se hacen pasar por los candidatos José Rosas Aispuro, del PAN Amarillo; Gonzálo Yáñez, mejor conocido como “El Tirantes”, del Partido Norcoreano -perdón, del Trabajo-, y, sobre todo, de Guillermo Favela, aspirante de la Morena del Peje. Pero no se vaya a ir usted con la finta, se trata de cuentas apócrifas a las cuales sólo se les cambia una letra para que parezcan que son de los verdaderos candidatos. Lo que llama la atención es que, curiosamente, del suspirante tricolor, Esteban Villegas, no existe una cuenta apócrifa, lo que da a pensar a los malpensados que detrás de todo este asunto hay gato encerrado. Así que si llegara usted a enterarse de que un candidato le refirió de mala manera su progenitora a otro, no se alarme, muy probablemente se trate de los usurpadores de identidades virtuales. Aunque, claro, en las campañas nunca se sabe.
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Y ya que hablamos del proceso electoral, como era de esperarse, en los días previos al inicio de la famosa veda en Durango arreciaron las entregas de obras, inauguraciones de espacios públicos y la autorización de apoyos, además de los anuncios de mayor inversión para La Laguna. Es decir, las promesas a granel y en oferta; total, dicen que prometer no empobrece, y menos cuando es año de Hidalgo y rebajado. Tanto el gobierno municipal de Gómez Palacio como el estatal, dedicaron las últimas semanas a resaltar acciones de carácter social y la aplicación de recursos en obras, algunas de las cuales fueron entregadas en actos oficiales sin que aún estén terminadas en su totalidad, lo cual ya es bonita costumbre del aquel lado del Nazas, como las segundas etapas de la ampliación en la salida carretera Gómez Palacio-Jiménez y el bulevar Casablanca. En esta ardua labor de venta de espejitos intervino también la propia Federación, que por medio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes dio el banderazo a los trabajos de construcción del puente El Tajito, que es parte del Segundo Periférico, proyecto al que se le volverán a aplicar recortes, esta vez para financiar el Corredor Vial del Norte de la ciudad de Durango (aquí es donde todos los laguneros dicen al unísono: “de nada, duranguenses”). La misma visita del presidente Enrique Peña como testigo de la inauguración del Agroparque SuKarne en Tlahualilo, inversión privada que estaba lista desde octubre de 2015, tuvo la lectura de un refuerzo a la labor del gobierno priista con miras a la proximidad de una elección que se torna difícil. Paradójicamente, con el tema de las disminuciones presupuestales al Segundo Periférico se confirmó una vez más que las obras y la inversión en la capital de Durango siguen estando muy por encima de las necesidades de la Comarca Lagunera, la cual suele representar el mayor número de votos al momento de elegir a los gobernantes, de ahí que el actual mandatario se haya autonombrado en algún tiempo como el “gobernador lagunero”. Y sí así le fue a la región, imagínese, atónito lector, qué hubiera pasado si Jorge Herrera Caldera no hubiera sido “lagunero”. Tal vez La Laguna ya no existiría.
