No cabe duda que los celos destruyen, y en los gobiernos, más. Con todo y la creación de la Fuerza Metro y los estirones de orejas que ha habido desde la Capirucha del Esmog para que las autoridades estatales y municipales de Coahuila y Durango se pongan de acuerdo y enfrenten juntos la inseguridad en La Laguna, la falta de coordinación entre las corporaciones sigue siendo el pan nuestro de cada día. Para muestra, un botón. Resulta que, según reportes de nuestros subagentes disfrazados de palmeras moribundas, hace unos días se presentó un robo de vehículo con lujo de violencia -cosas raras que ocurren a veces- en una calle del norte de la "apacible" Perla de La Laguna. Al tomar conocimiento del reporte, los muchachos de Adelaido Flores, jefazo de la Policía Municipal de Torreón, se lanzaron a la búsqueda de los presuntos delincuentes.
Cuando los ubicaron, inició una persecución que siguió hasta la vecina ciudad de Gómez Palacio, a donde los agentes torreonenses no tuvieron empacho de introducirse amparados en los convenios que se han establecido para pasar por alto las distintas jurisdicciones en aras de mejorar el combate al crimen. Pero no contaban con la "astucia" de los elementos de la Dirección Estatal de Investigaciones de la Vicefiscalía de La Laguna de Durango, o sea, agentes estatales, quienes en vez de apoyar a los gendarmes del teniente Flores les obstaculizaron el paso, por lo que los malandrines, muy campantes, pudieron escapar. Pero la cosa no quedó ahí. Cuando los policías torreonenses les reclamaron a los integrantes de la DEI por obstruirles el paso, éstos les respondieron que como eran de otro municipio y otro estado, nada tenían que andar haciendo de aquel lado y que se regresaran por donde vinieron. Como era de esperarse, los ánimos se calentaron, las armas salieron a relucir y por poco se desata el tiroteo entre oficiales, pero afortunadamente no pasó a mayores. De cualquier forma este hecho evidencia una vez más que en esta región los únicos que sí tienen visión metropolitana son los delincuentes.
■■■■■■■■■■
A propósito de temas escabrosos acerca de la seguridad, nuestros subagentes vestidos de postes de luz nos reportan que el cambio de nombre de la Policía del Estado a Fuerza Coahuila ha generado algunos problemillas a los integrantes, sobre todo a los del temido cuerpo de la Marea Negra, es decir, los "gates". Y es que los propios elementos de esta corporación han comentado que ahora que ya no pueden usar el nombre de Grupo de Armas Tácticas y Estrategias (GATE), coincidentemente cuando van a zonas conflictivas de la ciudad los han recibido a balazos. Comentan que esto ha ocurrido en la atención de los reportes de asesinatos en el poniente de la ciudad recientemente. Los exgates se quejan de que ahora "nadie los respeta" y que se han tenido que fajar para enfrentar a quienes los ven como "policías comunes" cuando son un cuerpo de élite que, incluso, ha tenido varias quejas en su contra por pasadas de mano y algunos, digamos, excesos. Ojalá que para recuperar el "respeto" perdido, no agarren otra vez la fea maña del abuso de autoridad.
■■■■■■■■■■
Como si se tratara del mismísimo Dr. Jekyll y su alter ego Mr. Hyde, el gobierno de Coahuila ha asumido una postura contradictoria con el gremio notarial en los últimos días a los ojos de los más agudos observadores de la cosa pública. Resulta que hace unas cuantas semanas el gober Rubén continuó la tradición instaurada desde tiempos inmemoriales de premiar con fiats notariales a los amigos de su administración y otros personajes sin demostrar que, bajo un criterio objetivo, cuentan con las credenciales suficientes para convertirse en los fedatarios del poder ejecutivo estatal. El hecho llamó la atención por los tiempos en los que se otorgaron los regalos, ya que falta más de un año y medio para que se acabe la administración cuando por lo regular se hace al cierre de la misma. Pero sobre todo causó revuelo porque entre los beneficiados por la gracia del mandamás hubo varios funcionarios estatales, como Luis Octavio Villarreal, Edgar Julián Montoya, Javier Omar de la Cruz, Iván Garza y hasta el exalcalde torreonense Carlos Román Cepeda. Más allá de esto, esta posición del gobierno provincial de seguir entregando los fiats de manera discrecional contrasta con las acciones que se anunciaron esta semana contra varios notarios de la entidad. Resulta que en el último semestre, el secretario de Gobierno, Víctor Zamora, ha retirado el poder a cuatro notarios por incurrir en presuntas irregularidades, entre ellas, la resurrección de personas fallecidas tiempo atrás de que ocurren actos jurídicos en los que los notarios dan fe de su participación, viejo artilugio en este gremio. Para dar a conocer estos hechos, don Víctor soltó una de esas bonitas frases de antología propagandística: "la instrucción del gobernador Rubén Moreira Valdez es proteger el patrimonio e intereses de la ciudadanía y fortalecer la función del notariado, al sujetar su ejercicio a los principios de imparcialidad, honestidad, transparencia y equidad, todo ello en beneficio del ciudadano". La pregunta, estimado lector, es automática: ¿cómo empatar estos principios con el otorgamiento discrecional de las fiats de marras? Sencillamente no se entiende.
■■■■■■■■■■
La que ha agarrado vuelo últimamente con la pléyade de autodestapes que se han suscitado en la provincia coahuilense es la senadora Hilda Flores, muy cercana al vituperado Profe de la Deuda, aunque ahora se esfuerce por negarlo y borrar los vestigios en redes sociales. De buenas a primeras han comenzado a aparecer publicaciones en las que se dice que según -sabrán los dioses qué- encuestas ella es la que encabeza las preferencias del electorado priista en la carrera por la gubernatura. Además, cuentan que ha armado un fuerte equipo para el manejo de imagen y redes sociales con miras a hacerle competencia a otros suspirantes, principalmente al alcalde de Torreón, Miguel Riquelme, quien ya pasa más tiempo viajando por el interior del estado que recorriendo las colonias de su ciudad. Uno de los que está detrás de la ante precampaña de doña Hilda es Armando de la Garza, integrante del comité directivo de la Asociación de Hoteles y Moteles de Coahuila, con quien cultivó una buena amistad desde que ella fue secretaria de Turismo. No obstante, dicen los que saben que si la senadora busca aspirar en serio a contender por la candidatura tricolor, debe subirle un poco el tono a los temas que maneja en la cámara alta y participar más en el debate de los asuntos más peliagudos. Hasta ahora se ha manejado con una agenda, digamos, muy suave y sin complicaciones.
■■■■■■■■■■
También en la sociedad civil organizada se cuecen las habas en eso de las divisiones y la falta de coordinación. Esta semana se dio a conocer que la asociación Laguna Yo Te Quiero, que hasta hace poco presidía Iván Gutiérrez, va a lanzar próximamente un observatorio social de nombre Laguna ¿Cómo Vamos?, un modelo que surgió en Bogotá, Colombia, que se ha replicado como franquicia en otras ciudades latinoamericanas, incluyendo varias mexicanas, y que tiene como objetivo generar indicadores para medir el desempeño de políticas públicas y gobiernos. El asunto es que otras organizaciones que tienen más tiempo trabajando con indicadores y han estado planeando también un observatorio intentaron convencer a los muchachos querendones de que en vez de hacer cada quien el suyo era mejor sumar esfuerzos. No obstante, los subagentes dicen que la respuesta de don Iván fue negativa y poco tiempo después les volteó la tortilla solicitándoles que se sumaran mejor a su proyecto. Este cambio repentino de pichada, ya que Laguna Yo Te Quiero hasta el año pasado se había dedicado a organizar actos masivos de limpieza y arreglos de plazas, no fue tomado de forma muy positiva por quienes ya tienen experiencia manejando números y marcaje a los gobiernos. Fue así que la convocatoria de la asociación en esta ocasión fue escasa, de apenas una media docena de agrupaciones, para integrar el observatorio. Pero para acabarla de amolar, cuentan que Gutiérrez intentó hacer parecer que en realidad eran más aunque aún estaban en pláticas, lo cual tuvo que ser aclarado por quienes se sintieron aludidos, entre ellos el Consejo Cívico de las Instituciones Laguna, cuyo coordinador, Marco Zamarripa, dejó sentado que ellos van por su propio modelo de supervisión y que nada tienen que ver con los chicos querendones. Esperemos que tanta "observación" sirva para que se pongan las pilas y no para que, como parece ser común en muchas organizaciones de La Laguna, la sociedad civil termine por pulverizarse ante la mirada satisfecha de quienes gobiernan.
■■■■■■■■■■
Mientras que en Coahuila se asustan y se persignan por los famosos narcocorridos, en Durango las cosas son otro cantar, para no variar. Resulta que no sólo no le han puesto candados a esta "manifestación cultural", sino que además la usan como "jingles" de campaña. Sí, María Luisa González Achem, candidata a la alcaldía de Lerdo por el PRI y sus satélites, no deja de sorprender a propios y extraños, pues ahora que iniciaron los actos de proselitismo se escuchan a lo largo y ancho del municipio los acordes de "La China", una historia a ritmo de música guapachosa que exalta las vivencias de una mujer imaginaria o real -vaya usted a saber-, que lo mismo controla la "verde" o a su amiga "cristal" (ambas alusiones muy "sofisticadas" a sustancias todavía ilegales) y que cuenta con el respaldo de poderosos amigos o ha burlado la muerte montada en su Cheyenne, envalentonada con una de Buchanan's. Seguramente este jingle no pasó por sus asesores, pues si se ponen listos sus opositores, le van a sacar bastante tajada. Bueno, sólo si se ponen listos, porque con aquello de que la candidata del PAN Amarillo a la alcaldía, Salomé Elyd de Katsicas, no sabe ni de cuánto es el padrón electoral en Lerdo, pues quizá hasta corre con suerte y ni se enteran del gazapo.