Cuentan que, entre los suspirantes a la candidatura tricolor por la Silla Grande del Estado, quien ha pisado hasta el fondo el acelerador es el diputado federal sampetrino, Javier Guerrero, quien no para de hacer reuniones aquí, allá y acullá, no sólo con priistas sino también con ipecos e integrantes de sociedad civil. Dicen los subagentes disfrazados de tazas de café que estas reuniones no sólo le están sirviendo para armar su plataforma de campaña sino que, además, para tejer las redes de apoyo suficientes que le ayuden a soportar su eventual candidatura. Y es aquí en donde, según comentan, más se está aplicando. Y como muestra mencionan un reciente caso en Monclova. Resulta que desde hace años en la Capital del Acero se viene manejando la idea de construir un mercado para alojar ahí a los ambulantes que actualmente ocupan espacios y vías públicas con las consecuentes molestias a los ciudadanos.
Pues bien, dicen que don Javier movió sus palancas en la Capirucha del Esmog -hay que recordar que fue subsecretario federal-, y consiguió que se destinaran recursos para construir un mercado con alrededor de 360 locales y hasta con guardería y consultorio para los comerciantes que pasarían de la calle a la formalidad. Este hecho no deja de resultar extraño, puesto que administraciones municipales han ido y venido sin poder resolver el problema del ambulantaje que, como en otras ciudades de Coahuila, es muy fuerte en Monclova. Se calcula que hay más de 2,000 vendedores adheridos a organizaciones en diferentes pulgas entre Monclova y Frontera, además de los que no están registrados en ninguna asociación. Pero salta la duda de quién va a ejecutar la obra, ya que el diputado no tiene estructura para hacerlo. Los subagentes reportan que será el gobierno municipal encabezado por el panista Gerardo García quien recibirá los recursos en septiembre bajo la condición de que se cree un consejo ciudadano que vigile la correcta aplicación del dinero. Llama la atención este colaboracionismo entre personajes de distinto partido, sobre todo entre blanquiazules y tricolores, pero dicen que las ganas de don Javier de ser candidato son tantas que hasta se ha reunido con panistas del Centro del estado y otras regiones. Quién sabe qué más estarán tramando.
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Los que siguen volados con el triunfo blanquiazul en siete estados, incluyendo Durango, son los panistas de Coahuila, quienes juran y perjuran que el próximo año habrá un resultado similar en esta provincia. No obstante, los agudos observadores de la vida interna del PAN comentan que para que ello ocurra o, al menos, puedan aspirar a darle seria batalla al priismo moreirista, primero tendrán que ponerse de acuerdo en lanzar un candidato de unidad. Pero no sólo de unidad dentro del partido, lo cual ya de por sí ya se antoja bastante difícil, sino de unidad con toda la oposición, sea partidista o independiente. Y es que, como nuestros subagentes lo han ido informando, ya casi no bastan los dedos de la mano para contar a todos los que suspiran por ser quien saque al PRI del Palacio Rosa de la Urbe de Adobe. Sólo dentro del PAN coquetean, o más que eso, el exdiputado federal torreonense Guillermo Anaya; el alcalde de Saltillo, Isidro López; el senador Luis Fernando Salazar, y hasta el munícipe de Monclova, Gerardo García. Y fuera del blanquiazul se andan moviendo Lenin Pérez, alcalde de Acuña; el empresario minero-taurino Armando Guadiana, quien por cierto ha andado de gira en la Comarca Lagunera construyendo redes clientelares -perdón, entregando apoyos-; el exsecretario estatal Noé Garza Flores, mejor conocido como “El Broncas”, que lleva varios meses muy callado, desde el golpe que el gobierno provincial le dio a su hijo, y, aunque usted no lo crea, el exalcalde de Torreón, José Ángel Pérez, que acaba de habilitar sus cuentas de redes sociales con dichos fines. Más los que se acumulen. Falta ver quién de todos ellos va en serio como oposición y no como candidato de paja para hacerla de comparsa del partido en el gobierno. En este sentido, los emisarios anayistas dicen que están a un “pelito” de armar un superbloque opositor que sería encabezado, claro, por el exprimer compadre de la nación. No obstante, ni Gerardo García parece muy convencido, ya que él se sigue moviendo por su cuenta y con apoyo en Torreón de las regidoras del PAN, Vero Soto, y -ojo- del PRI, Rosa Velia Quezada; ni tampoco, por supuesto, José Ángel Pérez, quien más bien parece que anda buscando venganza. Vamos a ver de a cómo se pone el abarrote.
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Todo indica que las apretadas finanzas estatales, que son cortesía de la megadeuda del Profe Moreira I, han impactado también al Poder Judicial del Estado. Y esto se manifiesta en que edificios como el Palacio de Justicia y los Juzgados Familiares, ubicados en la colonia Villa La Merced, al suroriente de la Perla de La Laguna, no cuentan con aparatos de refrigeración. Y ya se imaginará usted que tanto empleados como usuarios sufren el infernal calor que se acentúa al mediodía y, sobre todo por la tarde, en el momento conocido como “la hora del perro”. En el edificio de los Juzgados Familiares se encuentran de manera provisional las salas de Control y Enjuiciamiento, donde se realizan las audiencias del nuevo sistema de justicia penal y ahí también carecen de aparatos de aire, a grado tal que ya una mujer se desmayó en plena audiencia. El reporte de los previsores del tiempo es que el calor continuará con temperaturas de hasta 40 grados, lo que tendrá que ser soportado por trabajadores y usuarios de los edificios citados. ¿Será esta una nueva forma de disuadir a los delincuentes? ¿O tal vez, a las víctimas de esos delincuentes para que no denuncien los delitos? Ya no se sabe.
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Por el lado de Durango se pronostica un buen agarrón por la designación del jefe de bancada del PRI en el Congreso estatal y la propuesta de este partido para presidir la Gran Comisión de la Cámara de Diputados. Y es que, como usted ya sabe enterado lector, en la elección del 5 de junio el priismo de la Capital de los Alacranes se desfondó, literalmente, y el Tricolor no sólo perdió ahí la gubernatura, sino también las diputaciones, la alcaldía y hasta la sonrisa. En contraste, La Laguna, particularmente Gómez Palacio, refrendó su apoyo al priismo cuyos gobiernos -oh, paradojas de la vida- la han mantenido en el abandono durante años. Y es que de acuerdo con los resultados del pasado proceso electoral, la votación en el principal municipio lagunero para gobernador fue muy marcada a favor del PRI, sobre todo en el Distrito X, que abarca gran parte de las comunidades rurales y que, como lo definió el excandidato del PAN Amarillo, Augusto Ávalos “es del distrito más priista del municipio más priista”. Por otra parte, el municipio de Durango fue uno de los que mayor participación ciudadana registró en el estado, e incluso en el país, mientras que en Gómez Palacio el voto corporativo imperó en los distritos y en automático, sin necesidad de hacer campaña, los tres candidatos del PRI, Marina Vitela, Gabriel Rodríguez y Sergio Uribe, salieron agraciados con una diputación local. Este resultado no dejó contentos ni siquiera a los mismos priistas ni mucho menos a los campesinos y los empresarios, sobre todo en el caso de Rodríguez, quien nunca les presentó sus propuesta ni mostró las banderas que va a defender. Con todo, los subagentes dicen que, una vez recibida ya la constancia de mayoría, ellos tres van a dar la batalla por quedarse con el liderazgo de la fracción tricolor en el Congreso y, en un descuido, con la presidencia de la Gran Comisión. Pero falta ver qué dice Ricardo Pacheco, jerarca estatal del partido, quien, ante la derrota en la capital, va a ser el representante del priismo duranguense en la Cámara de Diputados por la vía plurinominal y que, a pesar del fracaso rotundo de su pastoreo, aún cree que merece ambos cargos. Bien dicen por ahí que el ego es el diablo.
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Al que parece no importarle mucho el ego es a Carlos Aguilera, jefe estatal de Diconsa, quien, con todo y que ya fue alcalde de la bella Ciudad Jardín, no vio para nada mal que lo incluyeran en la planilla de la alcaldesa electa María Luisa González Achem como regidor. Si ya de por sí es extraño que un expresidente municipal ocupe una regiduría, es decir, que en vez de subir de escalón, baje, cuantimás que esa regiduría no sea la primera. Y es que a don Carlos le dieron la cuarta regiduría, o sea que habría alcanzado silla en el Cabildo de panzazo en caso de que el tricolor hubiera perdido la alcaldía. Antes de la elección se dijo que Aguilera dejaría a su suplente ejercer el cargo ya que él tenía la mira puesta en un dependencia estatal... en caso de que ganara Esteban Villegas, cosa que no ocurrió. Y como el escenario ahora ha cambiado y ya no habrá huesos en el gobierno estatal, pues - “¿a poco nos vamos a quedar así?”- Aguilera se agenciará los 50,000 pesillos al mes que va a cobrar por ser regidor. Pero las malas lenguas dicen ahora que pudiera, por lo menos, duplicar ese ingreso si logra convencer a doña María Luisa para que rente la famosa Ex Hacienda de San Fernando como estacionamiento del ayuntamiento, tal y como sucedió cuando él era alcalde. Según consta en el Registro Público de la Propiedad la Ex Hacienda fue vendida por la familia que la poseía a Carlos Santos Pérez, del que se dice es íntimo amigo y prestanombres del exalcalde, quien por aquellos años pagaba algo así como 30,000 pesillos mensuales al “propietario” con recursos de la Presidencia Municipal. O sea que el dinero sólo cambiaba de bolsa. ¿Conflicto de interés? Pregúntenle a Virgilio Andrade.
