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Verdades y rumores

EL AGENTE 007

El Simas de Torreón continúa acaparando los reflectores en este verano y no sólo por los problemas -y excusas- por el desabasto de agua en ciertas colonias sino también por algo que ha llamado la atención y que, de ser cierto, se trataría de un hito en la historia de los organismos operadores de agua. Resulta que hasta abril de 2016, el sistema municipal manejaba una eficiencia de alrededor del 35 por ciento. Esto quiere decir que por cada 100 metros cúbicos que extrae, sólo factura 35. Pues bien, de abril a mayo, y según las cifras oficiales consultadas por nuestros subagentes disfrazados de tuberías, el Simas aumentó su eficiencia a casi 50 por ciento. O sea que en 30 días dio un brinco de 15 puntos porcentuales. El dato no puede dejar de causar asombro, sobre todo si se considera que a otros organismos les ha costado décadas mejorar en este renglón. Tal es el caso del Sapal de León, que en 20 años ha logrado subir 26 por ciento su eficiencia.

Y, como en todo, aquí no hay más que de dos sopas: o alguien en Simas está aplicando un maquillaje marca Acme o en verdad dicho organismo lo dirigen auténticas eminencias o verdaderos agentes de cobranza que hacen maravillas para que paguen los torreonenses. Y en el remoto caso de que se trate de lo primero, nuestros subagentes apuntan a que hay dos formas de hacerlo: alterando los números a la brava o bajando considerablemente la extracción y consecuente inyección de agua a la red. Pero si se trata de esto último, significaría que los números que reporta el Simas en torno a que ha aumentado la cantidad de agua disponible en la red no serían ciertos, además de que esta acción explicaría en parte algunos de los problemas que se han registrado por la falta de agua. Al respecto cuchichean los malpensados que bien valdría la pena que el gerente Xavier Herrera explicara este prodigio, aunque dudan que lo haga ya que parece más interesado en promoverse para ocupar la Silla Máxima del Municipio y hasta ha puesto a su equipo a copar cuanta encuesta se lanza en Internet sobre preferencias electorales. Qué bonito.

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Cuentan que la transición formal del poder en la CTM torreonense no fue como los dirigentes lo han querido hacer parecer, o sea, de terciopelo. Como usted sabrá, enterado lector, hace unos días se dio al renovación del comité directivo de la central obrera local debido a que Leobardo Flores se encuentra indispuesto desde hace meses para continuar jalando las riendas del principal órgano corporativo del PRI, tras medio siglo de mandato. Dicen que la cúpula de facto, encabezada por el funcionario municipal Marco Mora Varela y por Gerardo Flores, líder del volátil sindicato de la construcción, le sugirieron desde hace varias semanas al senador Tereso Medina, dirigente estatal cetemista, que lanzara la convocatoria para suplir a don Leobardo. Pero Medina se hizo el desentendido por un tiempo con la esperanza de conseguir formar una planilla distinta a la que ya venían fraguando Mora y Flores y que fuera completamente leal y afín a sus intereses. Pero no lo consiguió y tuvo que ceder a la insistencia de los interesados. Fue así que, con una "planilla de unidad", que es como llaman al dedazo los tricolores, se nombró a Raúl Fabián Ruelas como nuevo secretario general de la Confederación de Trabajadores de México en Torreón. Aunque el senador dijo que todos los sindicatos habían estado de acuerdo con el nombramiento, nuestros subagentes disfrazados de correveidiles nos reportan que eso dista mucho de ser cierto. Para muestra, un botón. Al acto en el que se tomó la protesta al nuevo comité no asistieron los representantes de 20 de los 52 sindicatos que conforman la central en esta ciudad. ¿La razón? Que no están de acuerdo en cómo quedó conformada la nueva dirigencia. Y es que detrás de Ruelas están precisamente Marco Mora y Gerardo Flores, quienes quedaron como secretarios de Acción Política y del Trabajo, respectivamente, y a los que se señala como los que tienen acaparada la central obrera en la Perla de La Laguna desde hace años. Pero, según dicen, don Tereso accedió a publicar la convocatoria sólo con una condición: que ni Mora, ni Flores fueran el secretario general. Así que optaron por poner a Raúl Fabián, líder de los tahoneros (oh, sí, aún existen). Aunque las cosas poco van a cambiar, la inconformidad dentro de la CTM continúa.

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Al que le han hecho montón y sus correligionarios no le ayudan ni tantito es al alcalde panista de Saltillo, Isidro López. El suspirante de la Silla Máxima de la Provincia tiene encima a los regidores priistas, a los comités municipal y estatal del Tricolor, a los diputados locales de ese partido -principalmente a Francisco Tobías, su némesis-, y ahora a la administración estatal. En estos días han arreciado las diferencias entre ambos niveles por el famoso caso de las fotomultas -que algún día se dijo que podrían aplicarse también en Torreón-. Y es que el gobierno provincial ha roto el convenio que había firmado con el ayuntamiento para que éste pudiera tener acceso a los datos de los dueños de autos inscritos en el padrón vehicular y así poder enviarles las boletas de multa a su casa en caso de que cometan una infracción. A cambio, el Estado recibiría un porcentaje de lo recaudado por las fotomultas. El asunto es que, sin mediar decisión o fallo de juez alguno, en la administración del gober Rubén decidieron que dicha medida era anticonstitucional y, en consecuencia, ya no facilitaron la información para que el municipio blanquiazul siguiera cobrando sus sanciones. Dicen los subagentes que el trasfondo de esto es que en el Palacio Rosa vieron que las arcas de la ciudad se estaban hinchando de dinero con esta medida, ya que ahora sí nadie se escapa de pagar al cometer una infracción. Y no es que la administración de don Chilo sea un dechado de virtudes o que no dé pie a que se le critique, pero lo que llama la atención es mientras a Guillermo Anaya, el otro suspirante fuerte del PAN, no se le toca ni con el pétalo de una rosa e incluso se le maneja en las encuestas afines al Delfín del señor gobernador como el rival opositor más fuerte, a López lo traen a duro y dale. Y, mientras, los de su propio partido no le prestan ni siquiera una careta de box para amortiguar los golpes.

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Dicen que hoy más que nunca La Laguna está lejos de formar parte de las preocupaciones del gober Jorge Herrera. Si antes de las elecciones al menos aparentó por algunos meses tener interés en la región y metió acelerador en algunas obras, ahora ni siquiera le disimula. Como prueba, ayer dejó vestidos y alborotados a los integrantes del CLIP, bueno, eso dicen los ipecos, quienes lo invitaron a su reunión para exponerle algunas dudas sobre proyectos pendientes y otras cosillas, y sólo recibieron a un emisario al que le dieron las gracias por su buena voluntad, pero le dijeron que ellos querían hablar con el patrón. El desaire hizo que los "clipos" se quejaran amargamente y algunos de ellos empezaron a cuestionarse si no será mejor ya dirigirse con José Rosas Aispuro, gobernador electo, quien por cierto anda muy movido reuniéndose con medio mundo. El asunto es que don Jorge va a dejar un saldo negativo en la región -con todo y que, otra vez, le favoreció con el voto-, ya que son varias las obras que no se han terminado o que ni siquiera han iniciado. La lista es larga: Metrobús, Parque La Esperanza, Hospital General, Periférico Ferroviario, Zona de Conectividad, puentes, etc. Pero de entre todos los puntos negros, hay uno que ha comenzado a recuperar la atención de propios y extraños. Se trata de los famosos filtros antiarsénico que se instalaron en miles de casas de La Laguna de Durango con un costo de varios millones de pesillos como medida de remediación a la contaminación del vital líquido por el metaloide. Nuestros subagentes disfrazados de fregaderos nos informan que una buena parte de esos filtros ya no funcionan y que fueron desechados por los beneficiarios. Y es que, tal y como los expertos lo alertaron, los aparatos resultarían a la larga una carga ya que para su óptimo funcionamiento requerían un mantenimiento constante, cosa que ni el gobierno estatal ni el Sideapa de Gómez Palacio hicieron. Dicen las malas lenguas que si la gente del "Güero" Aispuro quiere meterse a fondo a los desmanes de la administración saliente, bien pudieran comenzar por aquí. Claro que eso parece improbable, ya que don José anda muy amigo de todos. Habrá que ver si es por mientras.

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