Los datos revelados por nuestros subagentes en la misiva anterior sobre los suspirantes y su posicionamiento en Coahuila alteraron de tal forma la gallera que casi de inmediato comenzaron a surgir versiones que apuntan a que en el interior del PAN los astros han comenzado a alinearse en favor de otro calefacto que no goza del nivel de conocimiento que tiene entre el electorado el exdiputado federal Guillermo Anaya. Dicen que con todo y que éste ya se sueña nuevamente como el abanderado panista para la elección de gobernador en 2017, lo cierto es que el presidente del CEN blanquiazul, Ricardo Anaya, ya tiene su gallo -por ahora- y no es precisamente “de acero”, como el de Monclova, sino más bien un gallo de pelea al que le apodan el “Hooligan”. Se trata del senador Luis Fernando Salazar, quien la próxima semana rendirá su cuarto informe legislativo en Torreón en donde, bajo el sugerente lema de “A lo que sigue”, espera congregar a unas dos mil personas en dos actos para mostrar sus tablas y el músculo de cara a la licencia que piensa solicitar en diciembre, una vez que salga la convocatoria de su partido.
Don Luis ya ha poblado de espectaculares con su rostro sonriente varios bulevares de la ciudad y, dicen, pretende dejar en claro el sábado 24 de septiembre que él es el ungido, ya que estarán presentes todos los gobernadores electos y en funciones del PAN, salvo Moreno Valle, la plana mayor del Comité Ejecutivo Nacional. Los que dicen saber aseguran que la decisión se habría tomado por varios factores, pero que el principal tiene que ver con el bajo perfil que ha asumido don Memo desde que era diputado federal, con un discurso muy suave para con los que controlan los hilos del poder en Coahuila desde hace once años, además de la larga cola que le atribuyen. En cambio Salazar, fiel a su rijoso apodo, ha asumido una postura de mayor confrontación capitalizando todo el escándalo de la megadeuda que si bien Anaya Llamas sacó a la luz, el que le ha dado seguimiento es su ahijado político. Sobre este tema, comienza a correr en las mesas de café la especie de que si el plan A del gober Rubén para la sucesión es el jefazo torreonense Miguel Riquelme, el plan B es Guillermo Anaya, con quien, en caso de que el partido tricolor perdiera, se sentiría menos incómodo y con las espaldas un poco más seguras que si llegara al poder Salazar. Por otra parte, el hecho de que la estructura local y nacional del PAN se haya alineado para darle vuelo al senador se debe también al proyecto de don Ricardo, a quien le late fuerte su corazoncito por ser el candidato blanquiazul a la Presidencia de la República, proyecto que estaría en consonancia con el de Salazar en Coahuila, quien tendría un año para echarle la mano desde el Palacio Rosa, en caso de ganar, claro está. Pero, calma, falta ver que los contendientes muestren sus ases bajo la manga y, sobre todo, se saquen a la luz los trapos sucios que, como siempre que hay elecciones, quedarán expuestos en los tendederos políticos.
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En la ceremonia de entrega de las preseas de Ciudadanos Distinguidos 2016 realizada el jueves pasado en el Museo Arocena no pasó desapercibido el tono que usó el alcalde Miguel Riquelme al final de su discurso. Luego de hacer un recorrido por los valores civiles con repaso histórico y renacentista incluido, de hablar de las bondades de Torreón y de su gente, y de mantener un tono en positivo acorde a la solemnidad de la ceremonia, don Miguel se adentró al cierre de su intervención en las arenas movedizas de las advertencias y los mensajes cifrados. Bajo el contexto de una “tercera”, sí “tercera”, llamada a la reconciliación política, el munícipe comentó, palabras más, palabras menos, que ya era hora de dejar de lado las “declaraciones vanales y simplistas” que “ahuyentan inversiones y nos dañan internacionalmente”. Es decir, más o menos las mismas palabras usadas por don Rubén cuando atribuye a los críticos y criticones la culpa de que ciertas cosas no salgan porque hablan de problemas que para las autoridades no lo son. Pero la parte que más atención generó fue cuando habló de no caer en el juego electoral para “manchar el nombre de Torreón” y que ahora no sólo le tenderá la mano a la oposición y a los detractores, sino que les pide el acompañamiento hasta el final de la administración. Para no pocos este exhorto fue más parecido a una solicitud de cierre de filas de cara al proceso electoral en puerta, que a un llamado a la reconciliación política, sobre todo días después del incidente con un ciudadano que interpeló al edil en una colonia inundada y éste le respondió diciendo que dejara de grabar con su celular. Por extraña y tal vez obsesiva manía histórica, algunos no pudieron dejar de recordar aquella famosa frase de Luis XIV, “el Estado soy yo”, pero muy seguramente estaban exagerando. ¿O no?
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Por un momento el llamado coloso de Santa Úrsula se trasladó a la velaria de la Feria Nacional de Durango, donde José Rosas Aispuro tomó oficialmente las riendas de la provincia duranguense el jueves pasado. Y es que en el pase de lista de los diputados locales una sonora rechifla se dejó escuchar para los priistas y legisladores de partidos satélite, como Maximiliano Silerio y Adán Soria, aunque los decibeles aumentaron considerablemente cuando se mencionó a Enrique Benítez, quien incluso recibió recordatorios maternos por parte de los asistentes. Benítez pidió que se hiciera una moción de orden al presidente de la Gran Comisión, Jorge Salum, pero al no poder éste controlar la manifestación del respetable, el priista llamó a sus compañeros a abandonar la sesión solemne, sin tomar en cuenta al coordinador de la bancada Ricardo Pacheco, en una clara señal de falta de coordinación y de que “brincarse las trancas” es común entre el partido tricolor. Por si no fuera suficiente espectáculo, los diputados del Verde y Nueva Alianza se sumaron al repliegue de los priistas, por lo que se tuvo que establecer un receso de diez minutos para tratar de negociar y hacerlos regresar, como cuando en los partidos de futbol la tribuna se sale de control. Una de las más renuentes fue la gomezpalatina Marina Vitela, quien armó un sainetefuera del recinto y hasta advertía con irse del lugar por considerar una falta de respeto lo que ocurría. Pero la cosa no paró ahí. En el discurso del gobernador Aispuro, más abucheos y rechiflas llovieron cuando éste mencionó a los exgobernadores Jorge Herrera y, sobre todo, Ismael Hernández, quien mejor optó por quedarse sentado y no levantarse a hacer la deferencia que es costumbre. Pero el nuevo mandamás provincial tampoco se salvó de los siseos, aunque estos se dieron a distancia y después de la ceremonia luego de que dieron a conocer los primeros 13 nombres de su gabinete. Y es que aunque don José le apostó en su discurso inaugural a la equidad de género y el desarrollo regional, sólo una mujer fue incorporada a su equipo, la exalcaldesa de Lerdo, Rosario Castro, quien es también la única personalidad lagunera en el gabinete hasta ahora. ¿Qué pasó? Estamos ciertos de que el “Güero” Aispuro sabrá corregir el rumbo y borrar esa sensación de que “ya empezamos mal”.
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Extrañas estrategias de arranque de administración han seguido las flamantes alcaldesas de Gómez Palacio, Leticia Herrera, y María Luisa González, ante la carencia de recursos económicos. La primera ha optado por pasar la charola entre los empresarios para que apoquinen y se dé comienzo cuanto antes a las obras de pavimentación. Si bien este tipo de ayudas nunca sobran, lo que algunos se preguntan es cuál va a ser la manera en la que doña Lety transparentará el uso de estos recursos que si bien en principio son privados, una vez que entran a las arcas se hacen públicos. En cuanto a la Ciudad Jardín, doña María ha aplicado la misma estrategia del pase de charola pero con los proveedores del municipio para que se puedan otorgar becas y demás apoyos sociales a la población. También ha apelado a la bonhomía y solvencia económica de quienes trabajan en la aplicación de algunos programas para que trabajen sin recibir remuneración alguna. Vamos a ver si la bondad de quienes hasta ahora han sido blanco de estas peticiones de apoyo alcanza para corregir los enormes problemas que enfrentan los dos municipios.
