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Verdades y rumores

EL AGENTE 007

Como bálsamo en medio de una epidemia de noticias escalofriantes le cayó al gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, la visita del preciso Enrique Peña Nieto a Ramos Arizpe el lunes pasado. Y es que con eso de que en el ejido Patrocinio se siguen encontrando restos óseos de no se sabe a ciencia cierta cuántas personas, y de que el informe elaborado por investigadores del Colegio de México apunta a que si bien el gobierno estatal ha intentado esclarecer la masacre de Allende sus investigaciones son insuficientes, por decir lo menos, pues ya se imaginarán la necesidad de apoyo y oxígeno que hay para entrar en la recta final del sexenio. Si a esto sumamos que de vez en vez el asunto de la megadeuda heredada se revuelve, pues dicha necesidad adquiere carácter de urgente. Y, pues bien, don Enrique, al igual que su tocayo, el pastor nacional del tricolor hace dos fines de semana, vino a dar un espaldarazo a don Rubén al felicitarlo por su labor y resultados. Para esto, de camino al recinto en donde se llevaría a cabo la inauguración de tres universidades politécnicas, el gober le presumió al preciso unos bonitos espectaculares en donde el gobierno estatal le agradece todos los favores recibidos.

Uno de ellos llamó la atención por el mensaje que decía: “Peña: gracias por la paz”, el cual generó escozor entre quienes consideran que las cosas en materia de seguridad aún no están como para poner a repicar campanas. Tal vez ese anuncio le gustó tanto a don Enrique que a la hora de que la Incómoda Prensa se acercó para preguntarle su opinión y postura sobre los recientes hallazgos en el ejido Patrocinio de San Pedro, sólo dijo: “en un momento los atiendo”, para luego alejarse a tomarse selfies, a las que gran aficionado es, y ya no volver. ¿Para qué molestarse con esas cosas si en Coahuila ya todo está tan perfecto?

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Cuentan que los vientos han cambiado en el grupo de priistas que no comparten el proyecto sucesorio del gober Rubén y que apunta por ahora al séptimo piso del edificio público más caro de la ciudad. Originalmente se dijo que esta agrupación, en donde destaca el bloque del embajador de México en Cuba, Enrique Martínez y Martínez, tenía como apuesta más fuerte al diputado federal sampetrino, Javier Guerrero. No obstante, nuestros subagentes disfrazados de el sábado pasado, durante el informe legislativo del diputado federal saltillense, Jericó Abramo Masso, quedó más que planchado que éste será una carta fuerte que competirá de la mano de esta corriente contra el alcalde torreonense Miguel Riquelme en la consulta pública anunciada hace unos días por Ochoa Reza. Dicen los que saben que en este cambio de jugada operaron varios factores, entre ellos, el hecho de que Abramo es un cuadro de la Urbe de Adobe y que pudiera ser más competitivo que Guerrero, que es de La Laguna, en donde Riquelme ha construido su principal bastión. Además, al exalcalde de Saltillo también lo conocen en el resto del estado. No obstante, don Jericó, que dicen, ha tenido sus diferencias con el gober, es un personaje cercano al Profe Humberto, demasiado cercano para algunos, con lo cual, en caso de quedarse con la candidatura, se convertiría en carta del moreirismo bailarín. Pero más allá de esto, la aparente soledad en la que ha quedado Javier Guerrero ha motivado a varios a considerar que bien se pudiera lanzar como candidato independiente o, incluso, unirse a otro proyecto. Cuentan que hace algunos días el propio diputado sampetrino aseguró ante un grupo de seguidores que él estaría en la boleta, con o sin membrete tricolor. Por otra parte, se dice que quien se anda moviendo bastante en loa Capirucha del Esmog para ser considerada en una eventual terna de precandidatos es la senadora Hilda Flores, también cercana al exgobernador de la megadeuda. Dicen que el activo más importante que tiene actualmente es que ha logrado entrar al círculo de personajes cercanos al preciso Peña Nieto, lo cual ha sido visto por los observadores de la cosa pública capitalina como una señal de que al menos la dejarían pelear por el banderín.

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Aunque los panistas coahuilenses traen de moda ahora eso de la unidad por encima de todo, cuentan que la mesa política de los suspirantes el viernes pasado no fue precisamente una reunión de fraternidad. Como lo habían adelantado en este mismo espacio nuestros subagentes, en dicha mesa se definirían los criterios y herramientas a utilizar para que el CEN del PAN, encabezado por Ricardo Anaya, unja a quien buscará traer la alternancia a Coahuila por primera vez. Para empezar, hubo una novedad. A la carrera mantenida por el exdiputado Guillermo Anaya, el senador Luis Fernando Salazar, el alcalde saltillense Isidro López, la senadora Silvia Garza y el alcalde monclovense Gerardo García, se sumó un sexto en discordia: el exdiputado Marcelo Torres, de quien se había dicho que iría por la alcaldía de Torreón pero que ahora dijo “¿y por qué no?”, tal vez más como estrategia para posicionarse que con reales aspiraciones. En la discusión, cada uno de las participantes expuso sus inquietudes y propuestas sobre cómo deberían darse las condiciones para que no quedara duda de que quien salga victorioso en realidad será el que tenga mayores posibilidades de triunfo. Pero, dicen, la cosa se empezó a poner caliente cuando don Luis propuso que las decisiones para la elección de 2017, en la que se renuevan congreso local y alcaldías además de gubernatura, fueran en paquete con la de 2018, cuando estarán en disputa en Coahuila diputaciones federales y senadurías y, otra vez, alcaldías. La idea, según el senador, es que el que quede de candidato a la gubernatura no pueda aspirar a otro cargo en 2018, aunque pierda la contienda. Con ello, el abanderado del PAN estaría obligado a echarle todos los kilos para los comicios de junio del próximo año, en donde prácticamente se jugaría el todo por el todo, y no permitir que se use la campaña como posicionamiento para una senaduría, por ejemplo. Como era de esperarse, varios se retorcieron en sus asientos ante dicha propuesta y pidieron que se pensara bien antes de aplicar un candado de ese tamaño. Las pláticas continuarán en los próximos días hasta que queden bien definidos los criterios, aunque de todos es sabido que el candidato saldrá de entre Anaya, Salazar y López.

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Lo que en principio parecía un déjà vu terminó convertido en un terrible refrito de una película ya vista en Coahuila hace cinco años. Del famoso moreirazo en este lado del Nazas pasamos ahora al herrerazo que ayer acaba ser confirmado por el secretario de Finanzas del estado de Durango, José Arturo Díaz. Y es que la deuda que Jorge Herrera Caldera heredó a José Rosas Aispuro no fue de 5,000 ni 10,000 millones como se había dicho, sino de 15,000, o sea, la mitad del presupuesto anual que maneja la entidad. Con esto, Durango se suma a la larga lista de estados que deben hasta lo que no es suyo con el agravante también de que las finanzas públicas quedarán comprometidas por 20 añitos. Pero lo que más llama la atención es la postura que están asumiendo algunos exdiputados, como Juan Ávalos. Según él, todos los integrantes de la pasada legislatura fueron engañados al grado de que no se dieron cuenta de los enjuagues que estaba haciendo el gobierno estatal. Es decir, cursiosamente lo mismo que pasó en Coahuila, en donde la mitad de la deuda contratada no pasó por el aval del Congreso. Esto ya parece un modus operandi de los gobiernos tricolores. Ya nada más falta que el Congreso actual de Durango, que no hay que olvidar tiene mayoría priista, termine por “legalizar” toda esa deuda contratada en lo oscurito, tal y como ocurrió de este lado.

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Dicen que aquello de meter en la nómina patrocinada por el erario a los familiares de funcionarios y colocarlos en puestos importantes es toda una tendencia en el nuevo ayuntamiento de Lerdo. Y es que corre la especie de que la alcaldesa María Luisa González no es la única que tiene parientes en la nómina municipal. Los subagentes disfrazados de parentela de otros funcionarios nos cuentan que el que no canta mal las rancheras es el flamante secretario del Ayuntamiento, Ricardo Torres. Aseguran que la oficina de don Ricardo es lo más parecido a una bolsa de trabajo (pero no como la que dirige la sobrina de la alcaldesa, sino más bien a modo de agencia de colocación). Y es que, según comentan, no sólo tiene para sus parientes sino también para sus más cercanos amigos y amigas. Aunque, seamos justos, hay que decir que esto no ocurre sólo a nivel municipal, ni tampoco únicamente en la Ciudad Jardín. Para muestra, un botón. Dicen los subagentes que que la nueva encargada del Museo del Acertijo en Gómez Palacio es nada menos que la hermana del yerno del gober Aispuro, de quien dicen no hay muy buenas referencias debido a cierto expediente del municipio de Mazatlán, Sinaloa. ¿Será?

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