De quien se comenta que será un asiduo visitante de Coahuila, además de Atlanta, Georgia, es de Ricardo Anaya, dirigente nacional del PAN. La semana pasada llevó a cabo su segunda visita formal para, según dicen, dar certezas a los suspirantes panistas sobre el proceso de selección del candidato a la gubernatura y mostrar la unidad que nadie les cree. Y precisamente sobre este último punto nuestros subagentes disfrazados de matracas azules dicen que don Ricardo mostró dos caras en su visita: una muy sonriente frente a las cámaras y a un lado de los seis aspirinos y otra menos amable ya en privado, en donde les leyó la cartilla a quienes hacen su lucha por quedarse con el banderín blanquiazul. Y es que, dicen, a pesar de que los panistas se han esforzado por no darse de manotazos en público, por debajo de la mesa las patadas están a todo lo que da.
La situación más candente parece estar entre los tres “punteros”: Memo Anaya, Hooligan Salazar y Chilo López, quienes se saludan y abrazan cada vez que se ven en público, pero que de espaldas se hacen muecas, según los reportes de los maldicientes. De los tres, quien no deja de soltar golpes un día sí y otro también contra el gober Rubén es el senador Salazar. Don Chilo apenas ayer se acaba de subir al barco a propósito del tema en boga, pero de forma muy sigilosa, no vaya a ser que se gane una bronca con el inquilino del Palacio Rosa y éste lo ponga a sufrir en lo que le queda como alcalde de Saltillo. Lo que llama mucho la atención es el silencio de don Memo, que para unos observadores es estrategia y para otros más bien son ganas de no meterse en problemas. O las dos cosas. Lo cierto es que el exalcalde torreonense ha andando muy activo, aunque algo solitario, presumiendo sus encuestas que lo ponen por encima de sus contrincantes internos e, incluso, externos. Tal y como curiosamente lo hacía Jorge Zermeño hace algunos años cuando no le dieron ni la candidatura a la senaduría, ni a la alcaldía. Cómo da vueltas la vida, dicen por ahí.
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Los misiles lanzados contra el equipo del gober Rubén no sólo han cobrado la primera víctima sino que también han puesto a los operadores a chambear en serio. Nuestros subagentes disfrazados de correveidiles nos reportan que en el truculento caso de las famosas firmas fantasma la cadena se reventó por el eslabón más débil, es decir, por la Secretaría de Infraestructura hasta el lunes encabezada por María Esther Monsiváis. No obstante, existen otros dos eslabones que en estos momentos, dicen, están haciendo todo lo posible por borrar los rastros de ciertos enjuagues que podrían comprometer a toda la administración y que, por cierto, han salido a relucir también en estados como Veracruz y Chihuahua, para que no nos sintamos tan solos. Dichos eslabones son la Dirección de Comunicación Social del Estado, a cargo de José Vega, y la Fundación Colosio, presidida en Coahuila por David Aguillón. Es en esas oficinas en donde, según los reportes de los subagentes, se estaría llevando a cabo una operación de limpieza y barrido para evitar más filtraciones que puedan convertirse en armas para los enemigos o los “amigos” inconformes. A propósito de esto último, los subagentes cuentan que la información relacionada con las empresas fantasma proviene del interior del propio gobierno estatal, más específicamente de la Secretaría de Finanzas, dirigida por Ismael Ramos, quien en las últimas semanas apenas si se le ha visto. Se dice que tal y como ocurrió hace seis años hay gente dentro de la estructura estatal que ha sido testigo de varias travesuras, en aquel entonces la deuda, y que por extrañas razones han decidido sacarlo a la luz. También se oye que esto apenas es el principio y que hay más trapitos por colgar en el tendedero. Por cierto, el lunes corrió fuerte la especie de que una exasistente de Armando Luna, quien fuera secretario de Gobierno y hoy diputado federal, fue blanco de un cateo en su domicilio, cosa que hasta ayer no había sido confirmada oficialmente. Imagine cómo se va a poner la provincia de caliente durante las campañas si apenas en el arranque del proceso electoral ya estamos metidos en estos ajos.
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Dicen que en el Heroico Cuerpos de Bomberos de Torreón existe harta muina entre algunos de sus miembros. Nuestros subagentes disfrazados de hidrantes nos comentan que el enojo viene porque además de que les pagan poco y no les han cumplido a cabalidad con la promesa de aumentarles el sueldo, los ponen a hacer trabajos que no les corresponden y que, de pilón, los regañan por distraerse y no atender a tiempo los reportes de emergencias, que es su verdadera función. Ya hace algunos días nuestros subagentes reportaron que los apagafuegos andaban cambiando cámaras de vigilancia y, según rumores, dándole una ayudadita a la concesionaria de alumbrado con el mantenimiento de algunas lámparas. Bueno, pues, ahora resulta que a los bomberos los mandaron el lunes por la tarde a una guardería del DIF ubicada al oriente de Torreón, pero no para atender a un llamado de auxilio, sino para cumplir órdenes precisas de limpiar y dejar reluciente el inmueble porque al día siguiente se tenía programada una visita del alcalde y no querían que encontrara ni una mancha. No es que esté mal que en el ayuntamiento se tenga el hábito de la limpieza, el problema es que para ello se tengan que distraer recursos humanos y materiales de áreas que tienen otros objetivos. Y a todo esto ¿dónde está la marea roja que, se supone, tiene como una de sus encomiendas la limpieza? Tal vez en el municipio creen en esa táctica que asumen algunos entrenadores de futbol: la plurifuncionalidad.
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Espeluznantes reportes han surgido en las últimas semanas que indican que algo se está moviendo en el bajo mundo del hampa de la región. Y es que corren versiones de que la otrora boyante industria del secuestro se ha reactivado y ya son varios los casos que comienzan a manejarse. Uno de ellos, dicen, tiene que ver con el plagio del familiar de un reconocido magistrado de la región en hechos ocurridos el fin de semana pasado en Torreón. Además de este caso, hay otros en donde se reporta que sujetos armados a bordo de varios autos “cazan” a sus víctimas de camino al trabajo o de éste a su casa y son paseados por varios puntos de la región mientras “negocian” con los familiares el rescate que suele comenzar en cifras muy altas para terminar en “lo que puedan conseguir”. Hasta ahora y en los últimos días se conoce el reporte de por lo menos tres casos similares aunque, como se sabe, es difícil que se confirmen debido al temor que tienen las víctimas y sus familiares y a la desconfianza en las autoridades. Bien valdría que además de estar presumiendo que todo marcha de maravilla en materia de seguridad, nuestras H. Autoridades le dieran una asomadita a este tema y se pongan a trabajar para que las cosas no se compliquen como sabemos que se pueden complicar.
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Donde se armó en grande fue en las villas de Lerdo, sobre todo en Juan E. García, pueblo en el que hasta los balazos aparecieron. Cuentan los subagentes que todo empezó porque en las elecciones para autoridades locales hubo todo tipo de irregularidades. Una de las más graves fue la falta de padrón electoral, sin el cual no se puede llevar control de quién ya votó y quién falta de hacerlo. Al detectar estos “detallitos” la gente se convirtió en turba enardecida y comenzaron a protestar por lo que consideraron un fraude. La situación más caliente fue en Juan E. García, en donde a decir de algunos pobladores los policías sacaron sus pistolas para dispersar a la gente. No obstante esta versión la han negado las autoridades municipales encabezadas por María Luisa González Achem, para quien, en una primera versión, nada había ocurrido. No fue sino hasta que los pobladores tomaron la presidencia municipal que se dieron cuenta de la fuerza de la inconformidad y aunque el ayuntamiento prometió investigar el caso, los quejoso están que no creen en nadie porque dicen que en este caso la autoridad municipal es juez y parte. Vaya manera de arrancar la administración por parte de doña María.