Dicen las lenguas viperinas que los suspirantes Isidro López y Guillermo Anaya le están poniendo las cosas muy fáciles a su contrincante Luis Fernando Salazar en el camino a la candidatura por la Silla Máxima del Palacio Rosa. Y es que los más avezados en los asuntos políticos electoreros comentan que don Chilo y don Memo están cometiendo errores de primaria en su estrategia. Por ejemplo, Anaya presentó hace unos días su plataforma con la cual pretende acercarse al electorado. Se trata de una página de internet en la cual los interesados pueden enviar propuestas que, según el calefacto, serán tomadas en cuenta para la plataforma electoral. El nombre usado para la estrategia es la Ruta del Cambio. El problema es que hace un año, en la Madre Patria, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, identificado por ser de izquierda galopante y por su larga melena, lanzó una plataforma muy parecida e, incluso, con el mismo nombre.
Seguramente los anayistas de hueso azul (si es que los hay) dirán que don Pablo le leyó la mente por adelantado a don Memo. Pero éste ya respondió que “para nada” se trata de una copia o “pirateo”, ya que, según él, es “un lema muy común, universal”. O sea que el calefacto y hasta hace poco dueño de la estructura del PAN en Coahuila prefiere que lo tachen de poco creativo que de copión. En cuanto al alcalde de la Urbe de Adobe, lo que llamó la atención de propios y extraños fue su puntada de solicitar licencia para separarse del cargo para hacerla efectiva a partir de enero. ¿Para qué hacer la faramalla hoy si no va a entrar en vigencia sino hasta dentro de un mes? Algunos malpensados dicen que no se quiso quedar atrás luego de ver lo que hizo primero el Hooligan Salazar y después el priista Miguel Riquelme, aunque no optó por hacerlo de forma inmediata para no perderse las fiestas navideñas que suelen ser un bonito pretexto para posicionarse con mensajes navideños y esas cosas. El asunto es que su indecisión no ha sido bien recibida por un sector de los panistas que ya se muerden las uñas por saber quién va a quedar como aspirino oficial.
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El hecho de que al senador con licencia se la estén poniendo facilita sus correligionarios no quiere decir que hacia afuera no la tenga difícil, en caso de que él resulte el ungido, como varios ya lo están adelantando (a ver si no se les caen las ganas). Uno de los primeros obstáculos a enfrentar será el de las alianzas, que de acuerdo a las señales que se han manifestado en los últimos días, los posibles aliados están dispuestos a vender caro su amor o, de plano, a no entrarle a la polla. Ya nos adelantaban nuestros subagentes que con el PRD la coalición se antoja harto difícil mientras en el CEN del Sol Azteca no reemplacen a Mary Thelma Guajardo, amiga del moreirismo, de la Secretaría de Alianzas. Pero también en la UDC, partido que en los últimos años se había convertido en una especie de apéndice del PAN, se están poniendo las cosas complicadas. Y es que hace unos días los udecistas ya decidieron que el alcalde de Acuña, Evaristo Lenin Pérez, será su gallo para pelear la gubernatura. Claro que aunque no tiene posibilidad alguna de salir ganador, el munícipe pudiera bien arrebatarle varias decenas de miles de votos al PAN, sobre todo en el norte de la provincia, carta que es la que pretende jugar a la hora de sentarse a negociar. En el caso del empresario Armando Guadiana que ha sido cobijado por Morena del Peje, cuentan que sólo se animaría a firmar acuerdo si en la boleta de los blanquiazules aparece don Chilo. Por otra parte, cada vez son más los agudos observadores de la cosa pública estatal que creen que el discurso de don Luis Fernando se está agotando, ya que prácticamente no sale de lo mismo, es decir, la deuda y el castigo a los responsables. Y no es que esté mal exigir que se aclare y sancione el desfalco, pero un estado es mucho más que eso y hasta ahora no se le ha escuchado hablar de otra cosa. A ver si pronto muestra qué otras cartas trae bajo el brazo o si, como lo dijo al ganar la contienda para consejeros, sólo será una “verdadera oposición”.
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Con el relevo más que cantado de Jorge Luis Morán al frente de la alcaldía torreonense se espera que algunos rostros del pasado vuelvan a figurar en los primeros niveles de la política local. Tal es el caso del expanista y exanayista Ignacio Máynez de quien se dice que, aunque usted no lo crea, será el secretario del Ayuntamiento una vez que Morán se siente en la silla principal del séptimo piso del edificio público más caro de la ciudad. Cabe recordar que hace algunos ayeres don Nacho llegó a operar para el hoy suspirante Guillermo Anaya en la administración municipal y en el Congreso del Estado y que luego de un escándalo que le armaron los priistas, desapareció de la escena para posteriormente reaparecer como funcionario del gobierno de Eduardo Olmos. Sí, atónito lector, Máynez fue director de Atención Ciudadana durante la pasada administración y fue de los múltiples sobrevivientes de la nómina cuando don Miguel asumió el cargo. El cargo que todavía ocupa es el de secretario técnico, aunque habría que decir que ese es el pretexto por el que cobra, ya que se desconoce a ciencia cierta cuál es su función. La gran incógnita es qué habrá visto el virtual alcalde interino (o el alcalde con licencia) en don Nacho para darle semejante responsabilidad ¿será que todavía le conoce bien los trapitos a los panistas?
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Y ya que estamos en el terreno de los misterios, hay uno que tiene intrigados a los subagentes disfrazados escobas y trapeadores y que tiene que ver con el manejo de apoyos a personas vulnerables. Resulta que hace algunos cuantos días fueron detectadas en unas bodegas que utiliza el ayuntamiento de Torreón unas cajas que contienen artículos de consumo básico. Tal vez hasta aquí no resulte extraño, ya que las autoridades municipales suelen guardar las despensas que entregan a sus clientes -perdón, beneficiarios- por varios días mientras se realiza la distribución. El detalle es que dichas cajas están selladas por la Secretaría de Gobernación y la Coordinación Nacional de Protección Civil. Y es que se trata de la ayuda que fue entregada al municipio hace meses con motivo de los aguaceros que azotaron a la región y que provocaron numerosos desmanes en la ciudad y afectaciones en la población. Esto quiere decir que la autoridad, en vez de entregar los apoyos a tiempo, se los agenció para, dicen, mejores tiempos, o sea, los tiempos electorales. Curiosamente, en la misma bodega fueron encontradas, según las versiones de los subagentes, bolsas en cuyo interior se encontraban algunos de los productos de las cajas. O sea que con una caja armaron varios paquetes de despensas. Dicen los que saben que, si la descubren en la Capirucha del Esmog, esta situación equiparable al desvío de recursos pudiera meter en un serio aprieto al ayuntamiento torreonense que lo último que quiere es agitar las aguas ahora que don Miguel ha emprendido el vuelo hacia su sueño de ser gobernador. Cuentan que también se encontraron miles de colchonetas apiladas que no fueron entregadas. A ver qué dice el jefazo Osorio Chong de esto.
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El que sigue quedando a deber a los laguneros duranguenses es el gober Aispuro. Resulta que recientemente la perredista Lorenia Iveth Valles fue nombrada directora de Asuntos Internacionales y Atención a Migrantes de la provincia de Durango, una designación que volvió a poner en duda el compromiso que el “Güero” estableció con los laguneros para que ocuparan por lo menos el 30 por ciento de su gabinete. Llama la atención el hecho de que además de ser de origen perredista, Lorenia es originaria de Sonora y su único contacto con la entidad duranguense fue la de ser delegada de ese partido en las pasadas elecciones, situación que pone de relieve que su cargo es un premio por su participación electoral. Comentan los maldicientes que pareciera que el actual gobierno “sin colores” (como les gusta a ellos decir que son) perdió la brújula en cuanto a qué perfiles requerir para ocupar los distintos espacios, sobre todo si se toma en cuenta la necesidad de que en el área de atención a migrantes se requiere de alguien que conozca la zona centro norte del país, o bien de los municipios colindantes con Zacatecas, para un mejor servicio. Y tras este nombramiento, en los cafés y oficinas públicas y privadas se preguntan el porqué del desaire del gobernador hacia los laguneros una vez más, pues personajes que fueron fundamentales para la votación en La Laguna y que esperaban ser llamados desde el inicio de la administración, siguen sentados en la banca anhelando una oportunidad de prenderse de la nómina estatal.
