Verdades y rumores

Pasada la resaca de la fiesta de Año Nuevo y el trago amargo de revisar las administraciones estatales de las provincias de Coahuila y Durango, la supercomputadora Pony se recupera para enfilarse a los municipios de la polvorosa Comarca Lagunera y colgar calificaciones a los alcaldes y sus equipos, no sin antes advertir que, ni santos ni demonios, los funcionarios son seres mortales que tienen aciertos y errores, y que si bien sus porras y clientes les darían un diez a todos y sus acérrimos adversarios ceros parejos a la totalidad de ellos, la Pony busca el equilibrio y ser lo más objetiva posible. Así las cosas, comenzamos con el alcalde de Torreón, Miguel Ángel Riquelme, quien en 2015 estuvo muy activo.

No sólo para intentar seguir enderezando todo lo torcido que dejó su antecesor, sino también para dar rienda suelta a sus suspiros por la gubernatura visitando frecuentemente otros municipios de la entidad. Entre los puntos a favor sobresalen las obras de complejos recreativos, deportivos y culturales, como La Jabonera y La Compresora, en zonas de alta incidencia delictiva para que los chavos de esos sectores tengan oportunidad de realizar actividades sanas y se alejen del hampa. No obstante, dos de esas obras, la Línea Verde y el Metroparque, fueron inauguradas con varios "detallitos" pendientes con la consigna de poder presumirlas en el segundo informe. También se dio un gran avance en la renovación del alumbrado público que ha mejorado la imagen del servicio, aunque el proyecto no ha sido terminado y sigue envuelto en dudas sobre el costo de la concesión. Se mejoró el abasto de agua potable con la apertura de norias y se logró tapar los hoyos que tenían al Simas al garete, además de que el organismo asumió el control de la planta tratadora que nunca ha funcionado, a ver si ahora sí. Pero el pavimento de la ciudad siguió siendo un dolor de cabeza para los que recorren las calles a diario, sobre todo por las lluvias atípicas del primer semestre y el deficiente recarpeteo que ojalá mejore con la absorción de la Junta de Mejoras. Levantar la calidad del transporte público también continúa siendo asignatura pendiente. En seguridad, los índices de los delitos de "alto impacto" siguieron a la baja, pero faltó trabajar más para combatir a los malandrines comunes que siguen haciendo de las suyas. En las finanzas, si bien se puso orden en la información presupuestal -lo que valió un reconocimiento del Imco- y aumentó la recaudación, los retrasos en la entrega de reportes al Cabildo mantienen las quejas de los regidores de oposición, además de que la nómina no baja sus kilos de más. Hasta aquí, el balance de la Pony apunta para un siete y medio, pero uno de sus bulbos tiembla al recordar que don Miguel mantuvo en 2015 su tendencia a la reyerta y la descalificación de todo aquel que osa criticar lo criticable de su gestión, por lo que le baja la calificación a un apretado SIETE con el recordatorio de que, como dijo Eduardo Sojo, presidente del Inegi, "las críticas son asesoría gratuita y los reclamos solicitudes de servicio". Más tolerancia a los cuestionamientos, pues.

Aunque el secretario del Ayuntamiento, Jorge Luis Morán, mantuvo su postura dura de intentar meter al redil a todo el gabinete y al Cabildo, fue evidente que no todos los funcionarios jalaron parejo y algunos andan fuera de sintonía. Tal vez esta "distracción" se deba a que don Jorge se está concentrando cada vez más en tareas de seguridad, ya que de él depende el cuerpo de los gates municipales, además de las funciones que ha asumido en materia de inspección. Si se aplica más este año, bien podría mejorar su SIETE y MEDIO de ahora. El que cada vez tiene un perfil más bajo es el director de Seguridad Pública, Adelaido Flores, quien se enfocó en cumplir las metas de índices delictivos y en buena medida lo consiguió, aunque le falta abatir los robos. Lo negativo es que se mantienen las quejas por falta de equipo eficiente en la Policía Municipal y varios de sus muchachos siguen haciendo travesuras con los ciudadanos. Por eso la Pony le lanza un travieso SEIS Y MEDIO. En Prevención del Delito, José Elías Gánem se salvó esta vez del cero por haber contribuido a llevar a los niños de la colonia Santiago Ramírez a tocar y cantar en Bellas Artes. Aún así, le alcanza sólo para un DOS, porque de ahí en más no se sabe qué otra cosa hizo. El que no se salva es el director de Tránsito y Vialidad, Ricardo Hamdan, quien de plano no ha podido amarrarle las manos a sus agentes mordelones, además de haber protagonizado un escándalo por usar boletas "patito" para multar a quienes se estacionan indebidamente en la Colón. El déficit de elementos persiste, los accidentes tuvieron picos en varios fines de semana y don Ricardo parece no salir de una larga curva de aprendizaje. Recibe pues un accidentado CERO. El que dicen que sigue en las mismas es Alberto Porragas, director de Protección Civil, con pleitos al interior de su dependencia y solapando a varios traviesos que se aprovechan de las inspecciones. Por si fuera poco, protagonizó un escándalo, que misteriosamente no le costó el puesto, al ser descubierto de vacaciones en Semana Santa haciendo uso de un vehículo oficial. También se lleva un CERO para la rosca de Reyes. En el Tribunal de Justicia, Jesús Jasso, continuó con el trabajo para mejorar esta oficina, otrora receptora de numerosas quejas y ahora receptora de ingentes recursos vía multas. Pero lo que le sigue fallando es meter en cintura a uno que otro juez o perito que de pronto busca sacar provecho de los accidentes. Se queda en SIETE Y MEDIO.

El tesorero Enrique Mota sostuvo su política de enviar al 20 para las 12 los reportes financieros y con ello generar quejas de los regidores panistas porque no les da tiempo para revisar a detalle si cuadran las cuentas. También incumplió la promesa de bajarle a la obesa nómina. A su favor opera que sigue habiendo buena recaudación y que el Imco le puso una estrellita por mejorar la presentación de la información presupuestal, puntos que le suman para un SIETE sin retraso. Alguien debió decirle al contralor Javier Lechuga que si no presentaba como Dios manda las auditorías que dice realizar, ni aplica la mano dura que merecen los funcionarios desbocados, pues tendría por lo menos que sacarse de la manga algún programa y así lo hizo. Don Javier lanzó un portal de datos abiertos para que los ciudadanos conozcan los detalles de lo que ocurre con la administración, el cual le vale para subir su nota anterior a CINCO Y MEDIO. No son pocos los que mantienen la duda de qué es lo que hace Jaime Russek, director de Fomento Económico, además de cuidar sus negocios familiares. Como ya tenía la advertencia el año pasado, con un dos, ahora la Pony, inmisericorde, se lo quiere convertir en cero pero recuerda que la actividad comercial del Centro, sobre todo del Distrito Colón, ha repuntado, y mejor lo deja en DOS. En Obras Públicas, a cargo de Gerardo Berlanga, se vio un poco más de actividad con relación al año anterior. Aún así, ha dejado varios pendientes en el olvido, como el tan anunciado circuito vial Abastos, del cual no se ha vuelto a hablar. Además, el Paseo Morelos avanza a paso de tortuga sin que se vea para cuándo terminarán los trabajos. A ver si le mete turbo a su gestión con un CINCO Y MEDIO.

Lo que salva a Fernando García Tapia, director de Movilidad Urbana, de obtener una calificación igual de mala que la del año pasado es que cuenta dentro de su equipo con gente que le sabe al tema y que está haciendo lo posible por dejar atrás el caos que impera en las calles de Torreón, aunque él no se ve muy aplicado. Además, ya se está trabajando, en coordinación con otras áreas, en el proyecto del Metrobús, que esperamos se concrete para 2016. Por eso la Pony le manda un CINCO con la esperanza de que siga dejando trabajar a los que quieren hacerlo. En este mismo sentido, ya se observan algunos frutos del trabajo del Implan, que preside el excrítico Eduardo Holguín, con información de indicadores y planeación que han ayudado a escalar un poco a Torreón en las listas de competitividad. Falta que le hagan caso; si lo logra, mejorará su SEIS. Otro de los funcionarios que es una incógnita en cuanto a su trabajo es Gabriel Calvillo, director de Urbanismo. Las trabas burocráticas para la emisión de permisos y las quejas por su actuación bajo penumbrosos intereses son la constante aún, por lo que no puede salir del CERO.

Con claroscuros transitó 2015 el director de Servicios Públicos, David Fernández. Mientras que en alumbrado se notan los avances, puesto que hay nuevas luminarias en las calles, el departamento no ha definido cuál es su papel en el contexto de un servicio concesionado y si tiene razón de ser que siga existiendo. En Limpieza, la "marea roja" mantiene su ritmo para asear la ciudad, no sin dudas en cuanto a la opaca nómina de honorarios y sin poder conseguir la renovación de los basureros del Centro Histórico que están para llorar, en donde los hay. Además, varios terrenos de la ciudad siguen siendo usados como tiraderos sin que se pueda poner orden en esto. Sobre Parques y Jardines pesa la carga de tener que atender nuevos espacios públicos cuando varios de los viejos se encuentran en franco deterioro. Y del pavimento hay que decir que aunque el programa "Cero Baches" se hizo garras por atender los miles de reportes que llegaron por la destrucción causada por las copiosas lluvias de la primera mitad de 2015, el objetivo hasta ahora no se ha cumplido. Con estos pros y contras, don David alcanza un SEIS Y MEDIO. El Simas, capitaneado por Xavier Herrera, ha dejado atrás los aciagos días en los que prácticamente nada funcionaba bien en el organismo. Las finanzas han vuelto a números negros, hay más pozos para el abasto de agua potable, las quejas por el drenaje han disminuido y está en camino para mejorar el tratamiento de las aguas residuales, a ver si lo consigue y si el litigo por la planta se lo permite. Hasta aquí don Xavier tendría un nueve, pero pierde medio punto porque no ha cumplido la promesa de que en verano el agua no escasee (o baje su presión) en algunas colonias. Con todo alcanza un NUEVE. Aunque en Atención Ciudadana, Martha Rodríguez ha bajado su perfil, mantiene un nivel de respuesta medianamente decente con herramientas diversas más allá el servicio telefónico 073. Sin embargo, ha fallado en la generación de reportes periódicos sobre las principales quejas de las distintas áreas municipales. Por este detalle la Pony no le da más de OCHO.

El director de Desarrollo Social, Mario Cepeda, se retrasó el año anterior con la entrega de recursos del Programa Alimentario para personas de escasos recursos, lo cual motivó que no cumpliera las metas establecidas. Tal vez don Mario sigue muy ocupado en llevar agua al molino de su grupo político y por eso se le asesta un espantoso TRES Y MEDIO con la advertencia de que puede seguir bajando si no se pone las pilas y trabaja para el ayuntamiento. A la que parece que no la dejan hacer mucho es a Susana Estens, director de Medio Ambiente, ya que el programa de verificación vehicular no ha logrado despegar y ahora hablan de concesionarlo (ya les gustó eso de concesionar). Tampoco el plan de los centros de transferencia de escombro ha tenido el impacto deseado. A pesar de ello, doña Susana consiguió arrancar, junto con otras instancias, la campaña "Torreón orgullosamente limpio", y mantener en buen nivel la supervivencia de la capa vegetal de la ciudad. Con esto se gana un OCHO. Por último, la zarina de Cultura, Ruth Idalia Ysáis, ha hecho lo posible por quedarse en el puesto, porque llegó en calidad de mientras, con actividades en sectores populares, proyectos para mujeres, conciertos de nivel -como el del pianista Simon Grhachy, que generó dividendos para La Jabonera-, además de que ha sido accesible con los creadores. Lo malo es que ha descuidado el fomento de disciplinas importantes como literatura y artes plásticas. Con la consigna de que no descuide estas áreas, la Pony le pone un SIETE Y MEDIO.

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Al cruzar el lecho seco del río Nazas, la Pony se percata de que las gestiones y la labor de promoción de inversiones del alcalde de Gómez Palacio, José Miguel Campillo, comenzaron por fin a dar resultados con la apertura de nuevas empresas, la ampliación de otras y la generación de fuentes de empleo. Las obras de infraestructura social, cultural y deportiva en polígonos de alta incidencia delictiva se convirtieron en realidad, aunque hay que ver si pueden mantenerlos como se debe. Así también su administración avanzó en la licitación del proyecto de modernización del alumbrado público, que saldrá bastante más barato que el de Torreón, aunque el proceso no estuvo exento de polémica y dudas por parte de dos de las empresas participantes que denunciaron que hubo dados cargados. Falta ver cómo se concreta la renovación de luminarias. Un punto en contra es que se han postergado proyectos de vital importancia, como terminar de una vez por todas de integrar al 100 por ciento la Policía Municipal, en donde van a paso de tortuga. Por otra parte no se ha dado el arranque en forma del tan publicitado desarrollo la Nueva Laguna de la empresa Altozano. Además don Pepe no ha defendido lo suficiente ante el gobierno estatal la aplicación oportuna de recursos y aportaciones como las del Fondo Metropolitano para mejorar la infraestructura urbana que se observa muy deteriorada, basta dar un recorrido por las calles para darse cuenta de ello, tal y como lo hizo la Pony con grandes dificultades por el desgaste del pavimento en varios sectores. Todo lo anterior la hace soltar un SEIS Y MEDIO con la leyenda "pudo haberle echado más ganillas".

Quien de plano está reprobado es el secretario del Ayuntamiento, Régulo Gámez, quien ha sido omiso para hacer respetar acuerdos de Cabildo para las sesiones, controlar la expedición de las actas y para transparentar el desempeño de las comisiones de regidores. Para acabar pronto, el Cabildo se ha convertido en un centro recreativo. Además muestra escasa sensibilidad y disposición al diálogo, pues su política es de puertas cerradas (con tres candados y remachadas) y quien logra la hazaña de penetrar a su antesala, debe esperar horas para ser atendido. Vamos a ver si está dispuesto a atender el CERO que le lanza la Pony. En contraste, el director de Gobernación, Karim Castruita, hace acto de presencia casi de inmediato cuando se presenta alguna manifestación y se muestra dispuesto al diálogo con los ciudadanos. Genera ideas como apoyar con servicios de transporte a los familiares de internos en el Cereso de Durango. Pero a don Karim le hace falta carácter para ejercer su cargo con autonomía y, por lo tanto, directores de otras áreas se le imponen. Por este detalle, que no es irrelevante, lo que pintaba para una mejor calificación termina en un SIETE.

En la Dirección de Seguridad Pública, tantos meses acéfala, Abraham Luna, cuenta aún con un número insuficiente de elementos, por lo que la nueva Policía Municipal sigue sin despegar ni asumir una verdadera labor preventiva de los delitos por lo cual sigue dependiendo de la Policía Militar y la Mixta. A su dudoso favor, el jovenazo Abraham en sus inicios como coordinador de enlace intervino para atender problemas en sitios específicos como la colocación de bardas en colonias con problemas de inseguridad. En una de esas bardas la supercomputadora le pinta un CINCO. El director de Tránsito y Vialidad, Roberto Hamdan, ha aplicado los operativos Radar y Alcoholímetro, que han servido para reducir accidentes en vialidades como el bulevar Ejército Mexicano y ha logrado disminuir las quejas por abusos de sus muchachos. No obstante, se ha retrasado en la incorporación de los bandereros como elementos viales y su labor de gestión para mejorar las patrullas no ha dado frutos, así que se queda con un feo SEIS. En Protección Civil, Alonso Gómez es de los pocos funcionarios municipales de 24 horas y ejerce una coordinación efectiva con otras dependencias en casos de contingencia como las lluvias, la atención por bajas temperaturas y en situaciones de emergencia. La experiencia en el cargo se nota, pero también la falta de personal, lo cual repercute para que no saque diez aunque obtiene un decoroso NUEVE.

En la polémica área de los dineros, el tesorero Jesús Loza se ha aplicado para aumentar la captación de ingresos, lo que le suma varios puntos. Sin embargo al principio del año se retrasó con la entrega de estados financieros por falta de capacitación en el nuevo sistema contable y sigue guardando como el secreto más preciado los datos precisos de los sueldos de los funcionarios. A ver si guarda con tanto celo el SIETE que la Pony le da. Las gestiones para atraer nuevas inversiones del director de Desarrollo Económico, Aldo Ortega, prometen dar resultados en el corto plazo. Pero nada más prometen. Por otro lado, le ha faltado sensibilidad hacia la ciudadanía, pues tuvo la puntada de proponer a comerciantes de la calle Independencia cambiar de giro cuando se convierta en Paseo Independencia. Que salga a pasear, pues, con su CINCO. El director de Obras Públicas, Fernando Uribe, tiene a favor que su intervención ante Ferromex comienza a dar resultados, con acuerdos para atender a afectados por obras de la empresa y para construir paso peatonal en el desnivel del 11-40, postergado por tres años. Pero hasta aquí llega lo bueno, porque la urgente repavimentación de calles del centro y las colonias se ha retrasado. Además es escasa su labor de consenso de los proyectos, como el Paseo Independencia y el par vial Santiago Lavín-20 de Noviembre, y se ha tardado en la ejecución de obras como la plazoleta Fundadores y el edificio anexo a la presidencia municipal. Lo que no tarda en llegar es un CINCO. Tomás Galván fue el primer director de Urbanismo al desincorporarse de Obras Públicas, y pudo generó algunos proyectos, intervenir en conflictos como el de la algodonera Zapata, contra la cual hubo muchas inconformidades de vecinos del fraccionamiento San Patricio. Pero la dependencia no adquirió la suficiente autonomía y así la dejó para que llegara en su lugar llegara Allain Perches, de quien aún no se conoce labor. La calificación es para Galván, entonces, y esta es de SIETE.

Toca el turno al siempre polémico director de Servicios Públicos, Antonio Chincoya, que se ha aplicado en la reducción de las quejas contra la recolección de basura y en la atención de los reportes por fallas en el alumbrado. Sin embargo, hay descuido en la limpieza de los panteones y plazas públicas, un manejo discrecional del proyecto técnico para la modernización del sistema de luminarias y falta de supervisión al personal a su cargo que anda suelto. A ver si supervisa ahora un CINCO Y MEDIO. De mal en peor ha ido el director de Sideapa, Guillermo Morales, quien sólo bajo presión respondió al problema por brotes de aguas negras en Hamburgo. La reparación de colectores caídos ha sido lenta e incompleta y la escasez de agua potable sigue afectando a algunos sectores. En las finanzas persisten los pasivos y números rojos por el rezago en el cobro de servicios y para acabarla hay opacidad en el manejo de la nómina y el pago de horas extras. Un CERO redondo como alcantarilla. Al director de Atención Ciudadana, Víctor Habib Araluce, es muy raro encontrarlo en su oficina cuando por la naturaleza de su cargo debería estar más que disponible. Aún así, ha trabajado en la difusión de programas para sectores específicos de la población y canalizado las quejas de la ciudadanía a las dependencias encargadas. Ojalá ya no se ausente tanto luego del SEIS Y MEDIO que le cualga la Pony.

Con pocos recursos, Alfredo Robles ha logrado consolidar en la Dirección de Desarrollo Social los talleres de habilidades productivas del programa Hábitat en sectores de alta marginación, y su programa de Infraestructura Básica Educativa es uno de los que han logrado mayor cobertura. También ha ampliado el número de los Centros de Desarrollo Comunitario, y se le nota el dominio del área de su responsabilidad. Sale bien librado con un NUEVE. La zarina de Cultura, Yeye Romo, se aplicó para ampliar y remodelar el centro cultural y de convenciones Francisco Zarco. Pero aunque mantiene el interés por obtener antiguas instalaciones ferroviarias y desarrollar en ellas proyectos culturales, apenas están en proceso de concretarse, y le ha faltado labor para acercar las actividades culturales y artísticas a los sectores de alta marginación. Si se pone las pilas en el último año, podría mejor su SIETE. Otro ausente, pero también con labor deficiente es el director de Medio Ambiente, Hugo Leonel Salas, quien no atendió los problemas de su competencia, como la contaminación que generaba la algodonera en San Patricio, olvidó concretar los centros de verificación vehicular y, en suma, tiene nulo contacto con la ciudadanía y sus compañeros directores. Por ello, va para él un CERO muy contaminado.

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Luego de respirar aire fresco a su arribo en Lerdo, la Pony se percata de que el alcalde Luis de Villa este año sí se puso las pilas (¿habrá sido porque piensa que es el último al frente del ayuntamiento?). El asunto es que ahora el profe se puso a estudiar y su gobierno obtuvo un reconocimiento por parte del Inafed en el proceso de Agenda para el Desarrollo Municipal. Además logró bajarle más de la mitad a la deuda pública que dejaron sus antecesores y el Municipio ha solicitado un sólo préstamo que quedará saldado en 2016. Luego de 6 años de total abandono el Gimnasio Auditorio de la Deportiva Sarabia fue remodelado además de otros espacios de este complejo. También logró que el Museo Monumento Francisco Sarabia se convirtiera en el primero certificado por la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) en Latinoamérica. De Villa supo capitalizar el tema de la prohibición de las corridas de toros en Coahuila y atrajo al empresario taurino Arturo Gilio lo cual derivó en que, con el dinero recaudado por una corrida, pudiera construirse la primera capilla de velación del DIF de Lerdo para personas de escasos recursos económicos. Hablando del DIF, éste fue el único del estado de Durango en recibir el reconocimiento del DIF Nacional por el trabajo en tres programas del organismo. Pero también hubo prietitos en el arroz, como la gran molestia que generó el retraso de semanas de la obra de repavimentación del bulevar Miguel Alemán, además de ser el último municipio donde arrancaron las obras con recursos metropolitanos. Por otra parte, la falta de gestión inteligente y oportuna le provocaron serios problemas al Sapal en sus adeudos con el IMSS y la CFE. Así que de un posible ocho su calificación cae a un SIETE.

Al secretario del Ayuntamiento, Gerardo Lara, tuvo que lidiar con la tremenda bronca de los extrabajadores que ganaron la sentencia del juicio laboral por despido injustificado. Ante esto, presentó un amparo porque dice que si el Municipio paga, pues prácticamente se va a la quiebra. Así que de los derechos de los exempleados a los derechos de la ciudadanía, pues mejor los de ésta, según él. El problema de fondo es que el alcalde De Villa no tiene el menor interés de arreglar más broncas heredadas por sus antecesores. Falta ver cómo sale el amparo, pero por lo pronto don Gera tiene un SIETE Y MEDIO. En Seguridad Pública, Gabriel Veloz, cuando recibió su nombramiento dijo que su interés era poner orden administrativo pues empezaría desde cero, pero hasta ahora no han sido muchos cambios los que le han sido autorizados puesto que depende de la coordinación con otras corporaciones policíacas. Se lleva un SEIS con la advertencia de que debe comenzar a dar resultados en 2016. Aunque el director de Protección Civil, Vicente García, le echa muchas ganas a su trabajo lo cierto es que requiere de una mayor profesionalización y capacitación para su área para que pueda colaborar y coordinarse con otras dependencias municipales y estatales. Eso sí, este año por fin el ayuntamiento incrementó salarios a los Bomberos y personal de Protección Civil que siempre han sido el patito feo de la nómina y por eso obtiene un SIETE. También SIETE saca el director de Tránsito, César Delgado, porque con todo y que ha logrado bajar la cantidad de conductores alcoholizados y consecuentemente también las multas aplicadas en el operativo alcoholímetro, ha habido quejas ciudadanas por la falta de criterio de los elementos al retirar los vehículos y eso que ya les dieron varios cursos para que sepan tratar a la ciudadanía.

De la tesorera Cecilia Amatón se dice que ha sido suficientemente hábil para lograr unas finanzas sanas en Lerdo, motivo por el cual no ha habido quejas de proveedores, tampoco se han desestabilizado con los recortes presupuestales ni se ha engordado la nómina pese a la contratación de nuevos policías en Lerdo. Con ello, la Pony le manda un NUEVE con moñito. Al que no le va tan bien es a Enrique García, director de Fomento Económico, ya que hasta ahora su labor sólo ha destacado cuando se realizan las ferias del empleo sin que se haya dado a conocer cuántas y cuáles empresas generadoras de empleo se han instalado durante su gestión. Eso sí, en descargo no tiene mucho personal que le ayude. A ver si le ayuda este SEIS. Muy mal parado queda el contralor Jaime Hernández porque no ha publicado los resultados de ninguna auditoría practicada al ayuntamiento ni se han hecho públicas las observaciones realizadas, además de que su omisión dejó que el famoso "escándalo de las gorditas" creciera y manchara innecesariamente a la administración. Siendo así, la Pony le envía una gordita en forma de CERO. Varios problemas tuvo el director de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, Arturo Rodríguez, con los recursos prometidos para Lerdo en diversos rubros que llegaron ya muy avanzado el año. No obstante, se le reconoce que al cierre del año anduvo muy activo tratando de agilizar las obras, aunque en la del bulevar Miguel Alemán sí quedó mal por los retrasos. No le alcanza más que para un SEIS.

Dicen que en Servicios Públicos, Rosalío Valenzuela ha hecho lo posible para resolver los problemas de antaño en el alumbrado público e iniciar la renovación de lámparas para lo cual y buscando un ahorro del municipio recibieron capacitación los trabajadores del área del Departamento correspondiente. No obstante hay quejas de forma recurrente por fallas en luminarias en el periférico que, aunque le toca al Estado repararlas, el Municipio le ha tenido que entrar al quite. Para que no le afloje, la máquina de mil batallas le regala un OCHO. Al gerente de Sapal, Jesús Mario Castrillón, tiene le tocó bailar con la mas fea, por los problemas ocasionados por las deudas heredadas de las pasadas administraciones. Pero don Chuy pasa de panzazo con un SEIS porque logró convenios con todos los acreedores menos con el IMSS. En este caso se salió con la suya y consiguió que le fueran descongeladas las cuentas inmovilizadas, si embargo no recuperó los escritorios embargados que prácticamente ya da por perdido porque no piensa pagarle al Instituto lo que le debe de multas y recargos.

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Antes de terminar con su titánica labor, la Pony repasa las administraciones de los municipios de San Pedro, Madero y Matamoros. El alcalde sampetrino Juan González se las ha visto negras por los recortes, el congelamiento de cuentas derivado de los adeudos históricos con dependencias federales, deudas heredadas y algunas demandas laborales que provocaron embargo de otras cuentas bancarias. Frente a los problemas financieros, don Juan tuvo que sacar la guadaña afilada para correr a muchos empleados que muy vivos se habían sindicalizado antes de que concluyera la pasada administración. Pero también les aplicó una reducción de salario (que no fue tanto, apenas 500 pesotes) a funcionarios y regidores, quienes además dejaron de recibir prerrogativas como viáticos y gasolina. Obviamente la medida provocó el enojo del sindicato y los regidores, los cuales criticaron que no actuara contra quienes desfalcaron al ayuntamiento en los años anteriores (quiere evitar la fatiga de meterse en problemas, claro). Pese a estos problemas, González ha tratado de impulsar algunas obras de relevancia, como electrificación, pavimentación, rescate de espacios públicos, introducción de drenaje, reparación de colectores, remodelación de la Unidad Deportiva y del Auditorio Municipal. Su talón de Aquiles han sido la dotación de servicios públicos, con un alumbrado de escasa cobertura, falta de agua potable en ejidos ya que el Simas es otro dolor de cabeza, pues el municipio absorbe lo gastos del organismo, y una recolección de basura que se salva de panzazo, al igual que el munícipe, quien se lleva un SEIS.

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Muy ubicuo ha resultado el alcalde de Francisco I. Madero, David Flores, quien ha sabido pegarse al gober Rubén Moreira para salir en la foto cada vez que puede y pedirle recursos para un municipio que registra un marcado rezago en obras y servicios. También se le reconocer que ha bajado recursos de la Federación, y gracias a ello ha logrado hacer varias obras como pavimentación, planta tratadora, aunque ésta presenta un retraso de 3 meses, y, por primera vez, rescate de espacios públicos. Puso orden en el Centro de la ciudad con semáforos y otra infraestructura. Rehabilitó el Hospital Integral así como un buen tramo de la carretera que comunica a buena parte del área rural. También hay mejora en la limpieza y en la cobertura del agua potable. En las finanzas, elevó los ingresos por impuesto predial y otros gravámenes. El problema con don David es su estilo de gobernar, comparable al de un cacique. No se mueve nada si él no lo autoriza y hasta cierto punto infunde temor en sus colaboradores. Controla todas las autoridades ejidales y para los dos o tres ejidos que son de oposición, simplemente están abandonados. Organismos empresariales, como Canaco, están controlados también. Con los locatarios del mercado se ha enfrentado, pero les jalado la rienda incluso con amenazas. Es de piel muy delgada ante la crítica. Apenas va a la mitad de su mandato y ya está perfilando a su posible sucesor, Modesto Alcalá, un comerciante que bajo su cobijo ha logrado capitalizar sus negocios. Esta maniobra no es bien vista por la base campesina, pues históricamente este sector definía el candidato. Todas estos desplantes con tintes despóticos le hacen que lo que pudo ser una buena nota se quede en SEIS Y MEDIO.

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El alcalde de Matamoros, Raúl Onofre, mostró en 2015 su afilado colmillo político adquirido por la experiencias de dos gestiones municipales anteriores, las cuales no terminó, por cierto. Ha aprovechado bien las relaciones que ha construido en su carrera y se le reconoce haber logrado bajar importantes recursos de la Federación para hacer obras, algunas de las cuales no fueron concluidas y como sea las presumió en su segundo informe. La asignación de recursos del Fondo Metro ha mejorado en la infraestructura carretera para conectar al municipio, como lo es la ampliación de la carretera Torreón-Saltillo, un tramo del Libramiento Norte y la carretera Matamoros-La Partida. Esto le ha valido para atraer inversiones como la construcción del Parque Industrial Solidaridad y el Parque Solar Coahuila, ambos en proceso de concretarse. Ha ido resolviendo poco a poco el problema de la deuda del Simas y de la escasez de agua potable, pero aún hay ejidos secos. En términos financieros, el pie del que cojea es la nómina, pues los compromisos políticos han pesado más que la tan cacareada austeridad. En dos años de gestión no ha hecho ningún ajuste, aún y que se ha comprobado que directores y jefes de departamento no se presentan a trabajar, sólo a cobrar. La disminución, mínima, que ha tenido en este rubro ha sido por las renuncias de unos cuantos trabajadores de confianza, las bajas de los policías que aprueban los exámenes de confianza y por el congelamiento de plazas sindicales. Para cabarla de amolar, en su anterior periodo dejó una deuda de 53 millones de pesos con Banobras y este año pidió otros 15 milloncitos para refinanciar el crédito. Ante esto, a la Pony no le queda más que soltar un pavoroso SEIS Y MEDIO.

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A punto de que los bulbos se le sobrecalienten con tanto número, la imbatible y nunca bien ponderada Pony concluye su noble e incomprendida tarea con el recordatorio de que, al final, la mejor evaluación es la de los ciudadanos. Sin más menesteres qué atender, este Agente 007 oprime el interruptor, desconecta su máquina y se despide por hoy, no sin antes desearles a ustedes, fieles lectores, que este 2016 que apenas arranca esté plagado de bendiciones y parabienes.