EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Vital para la democracia el control del dinero

JESÚS CANTÚ

La sanción impuesta por el Consejo General del Instituto Nacional Electoral en contra de David Monreal, candidato de Morena a la gubernatura de Zacatecas, de negarle el registro como candidato, despertó la ira de los dirigentes y militantes de dicho partido político, sin embargo, (más allá de este caso en particular) el que la autoridad electoral sea tolerante con esas violaciones y no aplique estrictamente las sanciones establecidas en la ley, a los que más perjudica es a los partidos con poca participación electoral y/o emergentes, que es el caso de Morena.

Aunque la legislación electoral ya contemplaba el establecimiento de los topes de gastos de campaña de los candidatos, la violación de dicha disposición conducía únicamente a una sanción económica, por lo cual candidatos y partidos no tenían ningún freno para hacerlo, pues especialmente si ganaban la elección estaban dispuestos a pagar dicha multa. Ese fue el caso de "Amigos de Fox", que fue uno de los apoyos que incidieron en el triunfo de Vicente Fox, el 2 de julio del 2000.

Fue hasta la reforma del 2007 cuando se incluyó a los procesos de selección interna dentro de la norma electoral y, por lo tanto, se establecieron límites en tiempo y gasto para dichos procesos; y, finalmente, fue hasta la reforma del 2013, cuando se sancionó con la cancelación del registro como candidato (al precandidato que viole los topes de gastos de campaña o que incumpla con la entrega de los informes de gastos -en tiempo y forma--) y la nulidad de la elección, en el caso de los candidatos ganadores.

En su momento, lo califiqué como uno de los avances de dicha reforma, pues a pesar de las dificultades que implica para la autoridad electoral la aplicación de esa disposición, las sanciones establecidas son las únicas que obligan a cumplir con la misma.

La lógica detrás de dicha norma es el de buscar la equidad en la contienda, pues aunque no hay una relación directamente proporcional entre el monto de los recursos gastados en una campaña y la probabilidad de triunfo de un candidato, sí es un hecho que éstos inciden, especialmente cuando la desproporción es muy grande.

De hecho uno de los elementos que ha permitido la alternancia en los ejecutivos (federal y estatales) y la pluralidad del sistema de partidos mexicano es precisamente el que candidatos y partidos tengan asegurado un mínimo de recursos y tiempo en los medios masivos de comunicación, a través del financiamiento público (a partir de 1996) y el acceso a radio y televisión (a partir de 2008).

Morena, por ser un partido de reciente creación y los principios que postula en sus documentos básicos, es de los que menos posibilidades tienen de obtener financiamiento privado en cantidades abundantes y sus candidatos tampoco se caracterizan por pertenecer a las elites económicas, por lo tanto es de esperarse que no sea de los partidos que más gastan en las campañas electorales y, por lo tanto, de los que más se beneficia de la existencia y aplicación de estos topes.

Lo paradójico del caso es que a pesar de ser de los más beneficiados, haya incumplido la norma y hoy se quejé de la aplicación de la misma. De acuerdo a un documento circulado por Lorenzo Córdova, Consejero Presidente del Consejo General del INE, tienen constancias de la celebración de actos de precampaña de Monreal; una vez que ni el partido ni el precandidato, enviaron su informe en tiempo y forma se les apercibió y ambos, Morena y Monreal, negaron la existencia de dicha precandidatura; finalmente, 35 días después de vencido el plazo para presentar los informes, el precandidato envió un escrito indicando que había gastado cero pesos durante su precampaña, lo cual es absolutamente absurdo.

En la sesión del Consejo, en la que se determinó la cancelación del registro, el representante de Morena, Horacio Duarte, alegó que se ignoraban los procedimientos internos del partido, para respaldar la idea de que no había habido precampaña por haber sido precandidato único. Lo cierto es que el INE tiene documentada la aceptación de la precandidatura, con una carta firmada por el propio precandidato; y tiene documentados varios actos masivos, lo que al menos para la autoridad electoral sirven para constatar que sí hubo precampaña.

Al revisar las constancias que tiene la autoridad electoral resulta difícil no coincidir con la opinión mayoritaria de los consejeros electorales, pero lamentablemente esta es una de las lagunas todavía presentes en la legislación electoral, ya que es muy común que los precandidatos únicos realicen una intensa campaña, según ellos para no quedar en desventaja con sus eventuales competidores que sí enfrentaron una oposición al interior del partido.

Como es lógico la decisión final la tiene la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación: si ratifica la decisión del INE seguramente Morena reforzará su campaña en contra de las autoridades electorales; pero en caso de que modifiquen la resolución y otorguen el registro a David Monreal, éste se beneficiará de la amplia cobertura que los medios masivos de comunicación le han dado a la cancelación de su registro, lo cual se puede convertirse en una victoria pírrica, pues eventualmente pueden ganar esa gubernatura, pero sentar un precedente que más tarde puede revertírseles en otras contiendas, incluyendo desde luego la presidencial del 2018.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: JESÚS CANTÚ

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1213887

elsiglo.mx