Emocionante domingo vivimos los que amamos el deporte. Primero porque llegó el Super Bowl, el día para el que los aficionados vivimos, y también por la coronación de México en la Serie del Caribe ¡y de qué forma!
Los Venados comenzaron una aventura con un triunfo y a partir de ahí no supieron otro camino. En un torneo "sui generis", donde se enfrentan cinco equipos todos contra todos en una primera fase, de la cual avanzan cuatro a semifinales, parecía poco probable que un equipo se coronara con puras victorias.
Basta recordar la edición del año pasado, donde los cubanos ganaron la Serie con un solo triunfo en la primera etapa.
Pero los "mexicanos" tenían algo qué decir al respecto. Y pongo mexicanos entre comillas porque esa es otra peculiaridad del torneo; se supone que el representante de México fue Venados, al ganar la Liga Mexicana del Pacífico, pero el sistema de competencia regional permite sumar refuerzos. Lo curioso es que el equipo que menos se reforzó ¡llevó a 12 jugadores de otros conjuntos!
Por supuesto, esos jugadores pueden ser de cualquier nacionalidad, por lo que al final los equipos ni son completamente el que ganó en su país ni son totalmente de una sola nacionalidad. Pero ese es tema aparte.
El torneo ofrece emoción por tratarse de alto nivel y las reglas se conocen de antemano; aquí se trata de disfrutar el Rey de los Deportes sin hacerse tantos cuestionamientos, y qué mejor con una victoria del representante nacional.
Volviendo a la NFL, llegó el día amargo en el que decimos adiós a una temporada más, con el partido más esperado.
Las apuestas apuntaban a Carolina como el gran favorito para llevarse el partido, con un Cam Newton impresionante y una defensiva que lo arropaba bien. Enfrente estaba el siempre cuestionado Peyton Manning, dueño de grandes récords en la liga, pero criticado por quedar a deber en el juego definitivo.
El que muchos ven como el último partido de Manning sobre los emparrillados fue la ocasión perfecta para lograr su segundo anillo de campeón.
"En la NFL no hay historias color de rosa", comentaba un amigo sobre la posibilidad de que Peyton se fuera por la puerta grande, "a lo Elway".
Pero detrás de un gran mariscal de campo siempre debe haber una defensiva que lo respalde. Tal fue el caso de los Broncos. Y así, sin despeinarse tanto, sin figurar, Manning logró el anhelado trofeo de campeón... una vez más. Y así, añadió más récords a su colección.
Al final, la lógica se impuso. No la de las apuestas, sino la lógica del deporte. Y los grandes ganadores fueron los aficionados.
El apunte negativo de la semana: reportan seguidores sentistas que fueron víctimas de agresión al término del partido del sábado contra el América, en el estadio Azteca.
Triste y preocupante se ha vuelto ya el tema de la seguridad en nuestro futbol; no fomentemos esta práctica.
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