Estaba el Santos a punto de ganar su primer partido como visitante en el torneo y en eso aparece Hinestroza para echar a perder, en una jugada, el trabajo de 88 minutos.
Los Guerreros tuvieron que conformarse con un "puntito" de su partido en Querétaro, cuando ya casi parecía que sumaban de a tres.
Su posición en la tabla no ha cambiado; permanecen en el penúltimo lugar (ahora con 9 unidades). Para su fortuna, está Chiapas; más abajo, imposible.
Por razones obligadas, por bajas de juego y por buscar soluciones, "Chepo" de la Torre puso una alineación distinta de inicio en el partido del sábado. Parecía que las cosas no iban tan mal, a pesar de tener mucha sangre joven en el campo. Quizá es lo que falta, ese ímpetu por sudar la camiseta que se defiende. Y defenderla con orgullo y corazón.
Esta vez, le tocó a uno de los que vienen a resolver la situación del equipo, esos llamados "refuerzos", cometer el error en los minutos finales. Pero igual lo pudo haber cometido cualquiera, "Bulevar" Abella, el "recién llegado" Caicedo, el debutante Arteaga, el malquerido Rabello o el mismo Marchesín, otrora héroe de mil y una batallas.
La reacción inmediata de muchos es: "como siempre". Olvidan quizá que los Guerreros también han ganado muchos duelos en la agonía de los encuentros y en momentos importantes, semifinales ante Monterrey o Tigres, por ejemplo. Pero hoy, hoy todo sale mal. Así está escrito.
Tan cerca estaba el triunfo de los Guerreros, que nuestro jefe editorial se animó a anticiparlo minutos antes de que terminara el juego. "Todavía quedan unos minutos", advertí.
Y no es que uno sea profeta, pero esa película ya la hemos visto muchas veces en el futbol; la victoria se canta hasta que se consigue, nunca antes.
Por lo pronto, vimos que esos espectáculos lacrimosos en televisión no se traducen a resultados inmediatos; ojalá que a partir de ahora, los jugadores se dediquen a jugar y no a intentar conmover con monólogos (en su mayoría) "acartonados".
Porque no recuerdo a otro equipo grande en el mundo que haya hecho eso antes, y vaya que todos tienen sus rachas. Porque el futbol se debe resolver en la cancha, y disfrutar dentro y fuera.
En mi opinión, sería bueno que esas "dinámicas" las hiciera el club al inicio del torneo, o durante, pero que fueran verdaderas interacciones con los aficionados. Como ya lo han hecho.
Quiero mandar un saludo a los alumnos de primer cuatrimestre de la Prepa UVM; deseo que la buena relación perdure aun después de la primera evaluación.
Jsepulveda@elsiglodetorreon.com.mx