Voz del Dihablo
Muchos toquines, pero pocos y asiduos feligreses a la fiesta del metal. Díganme el que gusten, en la región (actualmente) el metal no es un negocio.
Estimados amigos, bienvenidos a una edición más de su columna roquero-metalera de la Comarca, la única e irrepetible Voz del Dihablo. Libre de impuestos.
Antes de seguir, les recuerdo que no se trata de un espacio de efemérides, sin embargo, en días pasados varias obras musicales, de distintos subgéneros, cumplieron años y no está de más recordarlas.
El 19 de marzo de 1991, los maestros del 'doom' (y algo 'death') Paradise Lost sacaron al mercado su segundo álbum: Gothic. Se trata de una pieza obligada en la colección de cualquier amante del género. Un oscuro paseo por las retorcidas mentes de los guitarristas Gregor Mackintosh y Aaron Aedy, acompañados por la voz del geniecillo Nick Holmes, y el resto.
A la fecha, Paradise Lost ha cambiado su estilo en incontables ocasiones. Ha probado diferentes caminos. Y parece que siempre encuentran la forma para seguir sorprendiendo. Su último álbum, The Plague Within, lanzado apenas en junio del año pasado, es una prueba del viaje que puede representar un disco bien logrado en el 'doom'.
Tres días después, celebramos a The Number of the Beast (Iron Maiden, 1982), Among the Living (Anthrax, 1987) y Far Beyond Driven (Pantera, 1994). Es decir, piezas claves en la construcción de lo que hoy se considera música extrema. El disco de Maiden es icónico, un referente en el 'heavy music' en general. El de Anthrax es considerado su mejor material (me uno a la moción) y el de Pantera, otro de sus álbumes que nos transportan a una gran época.
Y ayer le tocó el turno a Sad Wings of Destiny, de los multifacéticos y jefes del 'heavy metal', Judas Priest. El álbum, que cumplió 40 años de existir, incluye temas como Victim of Changes, The Ripper y Dreamer Deceiver. Pretextos nos sobran para estar de fiesta.
Regresando al principio, vemos como los toquines en la Comarca Metalera se han vuelto casi para puros "amigos". Es decir, los rostros de los asistentes casi siempre son los mismos. Y eso no es malo, al contrario. Lo "malo", para algunos, es que esos rostros no son muchos.
El pasado fin de semana fue el primer Laguna Deathfest, donde bandas de distintos puntos del país se dieron cita en un par de escenarios (sábado/Torreón y domingo/Gómez). Al menos en Torreón, había poca raza. Su servidor llegó justo cuando el evento finalizaba (saludos al amigo que me saludó y no alcancé a distinguir por la fugacidad del momento), pero definitivamente no parece un "negocio" rentable. Así pasó con Beyond Creation y Next en fechas recientes.
Aún así, los organizadores parecen no desanimarse. Se entiende pues que gran parte de lo que mantiene vivo a este movimiento (aunque sea con respirador artificial) es el buen ambiente en general (gracias a grupos, asistentes y organizadores). Eventos en puerta: Mutum, Nervosa y Megaton. Más los de corte meramente local, varios patrocinados por Metaleros Unidos.
La última y nos vamos: ¿Axl Rose a AC/DC? Quiero pensar que se trata de una broma. Seguimos en sintonía: La Música del Dihablo [Facebook] y @Foko_54 [Twitter].
