Voz del Dihablo

¿Qué hay, mis 'brothers'? ¿Ya listos para la tercera fiesta del Dihablo? Este sábado 17 de septiembre en un céntrico bar de Torreón (a media cuadra de la Plaza Mayor, donde la cerveza se sirve bien fría y el metal, a todo lo que da) estarán Coventrate, Zelichant y 5 bandas de la región: Paniko, Conjhura, Asbath, What I've Become y Halcón 7, para amenizar la velada dihabólica. Pero mientras la fecha llega, hablemos de lo que ya fue.

Se dio, por fin, la primera entrega del México Metal Fest con la presentación estelar de Megadeth en Monterrey, acompañado de Venom, Overkill y varios grupos más.

-Un día después de lo acostumbrado, bienvenidos a su columna preferida de metal y música extrema publicada en la Comarca Metalera (tampoco hay mucho de dónde escoger)-.

Pues sí, el afamado señor Mustaine congregó a casi 9 mil almas en una sala del Cintermex (aunque algunas tantas fueron más por la presencia de Venom y Overkill). En lo personal, cuando se dio a conocer que Megadeth encabezaba el festival con el que Monterrey volvía a la producción de grandes eventos masivos de metal, no me entusiasmó mucho la idea. Sobre todo porque he visto a Megadeth varias veces arriba del escenario y no todas han sido satisfactorias.

Por otro lado, conforme se acercaban los días y crecía la posibilidad de ir, llegaron a mí imágenes de lo que podría ser. Riffs y solos memorables. Canciones que marcaron una época. Y esa batería del Rust in Peace que lo hace, junto a los demás elementos, uno de los mejores discos en la historia del metal… al menos es el mejor de la banda.

Así que me puse a buscar 'setlist' recientes de los californianos, ahora con una nueva y eficiente alineación. De igual forma, busqué videos de las grandes canciones de las que podría no cansarme jamás: Holy Wars, Tornado of Souls, Sweating Bullets, Symphony of Destructiton, Peace Sells y hasta She-wolf. Ahí estaban todas, como flechas directas al corazón de un metalero atormentado.

La buena y oportuna comunicación con los organizadores fue un punto a favor. O dos. Muy diferente a lo que pasa con otros promotores y productoras. Es complicado comparar y a la vez no; las dimensiones del evento entre el MMF y el mmm… digamos Hell & Heaven, por decir algo, son muy distintas. Pero recordemos que el HH empezó de la misma forma y, desde entonces, no han corregido viejos errores.

Y es que organizar un evento (del tamaño que sea, ¡hasta una fiesta de cumpleaños!) es cosa seria. Se tienen que cuidar muchos detalles, pero sobre todo rodearse de las personas indicadas, eficientes y de confianza. Hay que delegar responsabilidades. Y es aquí donde se marcan las grandes diferencias, en los pequeños detalles.

Al grano. El primer MMF fue en grande, para ser su primera edición. Tuvo sus errores, como todo, pero también muchos aciertos. Las bandas se entregaron al 110 % y todas estuvieron puntuales, ¡hasta demás! El único movimiento en el horario fue que algunos grupos se adelantaron o terminaban antes de lo pensado. Mil veces preferible eso a estar esperando.

Hubo muy pocos ratos sin música y la verdad es que todas las bandas lo hicieron bien. La gran queja/molestia por parte de muchos, fue cuando tocó Overkill; presentó algunas fallas en el sonido. Aún así, el show fue bastante disfrutable. Para muchos asistentes, fue lo mejor de la noche. Podría ser.

Despuesito llegó Venom y ¡ni qué decir! Es una delicia volver a ver a ese trío de locos haciendo metal endemoniado. Cronos sigue siendo un jefe y su "maldad" parece no tener fin. Acá, otro sector del encendido público es donde pone su parte favorita del recital. Ni cómo discutirlo.

Y por último, los bien amados, u odiados, Megadeth salieron 20 minutos antes de lo presupuestado con el juego en las pantallas que han manejado en los años recientes y una descarga de éxitos incuestionables. Lista aderezada con 5 ó 6 temas de su última producción, ya bien estudiada por los fans.

Me parece que Mustaine disfruta de lo que hace actualmente. Y lo hace bastante bien. El sonido para este momento ya estaba en su punto; potente y bien ecualizado. Hasta en el baño se podía disfrutar del sonido con nitidez (y no es que la Madre Naturaleza me haya llamado en ese instante).

La raza de Monterrey y puntos cercanos salió contenta del concierto. Tres grandes clásicos del metal se habían entregado como en los mejores años. Y Monterrey pasó del oscurantismo a la bendita oscuridad.

Antes de despedirme, quiero hacer mención especial en Coventrate, los invitados a la fiesta del Señor este 17 de septiembre. ¡Qué energía tienen! ¡Qué potencia y que buenas rolas! Su primer disco, Cannon Fodder, es una joyita en potencia. Bien armado, bien ilustrado, bien producido. Por eso y más, están invitados al Dihablo Fest 3, a donde quieren llegar a devastar lo que se les ponga enfrente. Neta, no se lo pierdan.

Ya nos vamos, porque así tiene que ser. Nos seguimos leyendo en: La Música del Dihablo [Facebook] y @Foko_54 [Twitter].