VOZ DEL DIHABLO

Buenas noticias, muchachos. Metallica, In Flames y más grupos importantes de la música que tanto nos apasiona están por sacar nuevo material. De los suecos, ya se escucharon un par de temas, tan atípicos a lo que nos habían acostumbrado en sus inicios que en verdad dudamos que sean los que alguna vez hicieron estallar la escena de Gotemburgo en el 'death metal' melódico. Más atípico resulta aún que esos temas nuevos los encuentro agradables, al menos en una primera escuchada.

Las críticas no se han hecho esperar. En las publicaciones oficiales de los canales de la disquera y el grupo en Youtube, los comentarios negativos están a la vista de todos. De entrada hay que entender algo innegable e irreversible: grupos como Metallica o In Flames nunca volverán a ser los mismos. Si no entendemos eso, no podremos seguir adelante en el tema. Así de sencillo.

In Flames se escucha muy 'tecno', hasta 'pop', según algunos. Jugando con elementos que hoy tienen a la mano. Con la ausencia de un pilar de la banda en sus mejores años (Jesper) y sin querer, en ningún momento, buscar llenar ese hueco. Hoy, su sonido apunta a lugares que antes eran impensados, pero aún disfrutables si dejamos de lado las incomodas etiquetas.

Habrá que esperar los álbumes completos en los meses venideros. Mientras, hablemos de lo que hay.

El pasado sábado se llevó a cabo la tercera edición del Dihablo Fest. Es increíble como algo que nació de manera casi espontánea se haya convertido ya en un evento dentro de la agenda local que cuenta con el apoyo de la raza. No lo digo nomás por decir; el sábado pasado se sintió un respaldo cálido a algo sencillo, pero que se hace con mucho cariño.

Es el tiempo de dar gracias. Primero a los grupos surgidos en casa, Paniko, Halcón 7, Conjhura y What I've Become, que sin ningún interés adicional, accedieron a ser parte de esta fiesta. Todos se presentaron en tiempo y forma y se subieron al escenario con un profesionalismo y una seriedad que ya quisieran muchos. Lo mejor: se entregaron arriba del escenario mostrando su mejor versión, sabiendo que el aplauso del público era su única recompensa. En lo personal, no tengo forma de agradecer tanto.

Luego vinieron las bandas foráneas: Zelichant y Coventrate. Ambos, en sonido, no dejaron nada para mañana. Los primeros son de mis bandas preferidas para tratar. Y aquí va un 'tip' para algún organizador que quiera traerlos a La Laguna: son de los más accesibles; prácticamente arreglas un buen 'toquín' con ellos en 5 minutos y vienen sin problemas a "incendiar" el cualquier escenario.

Con Coventrate fue un poco diferente, pero no menos satisfactorio. La banda era esperada por todos y pese a algunos desajustes en el tiempo y espacio, los cinco muchachos dieron todo lo que traían para poner de cabeza el lugar; la espera valió la pena, puedo pensar.

Al final del día, los que fueron tienen el mejor veredicto. Y los invito a compartirlo (están abiertos los canales: La Música del Dihablo -Facebook- y @Foko_54 -twitter-).

Mención aparte merecen quienes hacen posible que ya por tres años realicemos este 'fest' en 'santa' paz: Chubaka, Ale, Caro, Dana, Karla, Roberto, Ivy, Citlalli, la nueva casa del Dihablo Fest (ubicada sobre la Allende a media cuadra de la Plaza Mayor) y, por supuesto, la razita que no sabe fallar. ¡Nos vemos en 2017!