Steve Kerr, entrenador de los Warriors de Golden State.
Steve Kerr decidió que lo prudente era darle a los Warriors de Golden State un día de descanso mental.
Pero el entrenador no tuvo respiro ayer: se la pasó trabajando para encontrar la manera de contener a un equipo de Oklahoma City que luce imparable.
Kerr quiere que sus Warriors recuperen los fundamentos básicos que les han permitido llegar a esta instancia.
Luego de fijar un récord de 73 victorias en la temporada regular, Golden State se tambalea en la cuerda floja al recibir hoy al Thunder en el quinto partido de la final de la Conferencia del Oeste. Quedaron abajo 3-1 tras un par de desiguales derrotas en Oklahoma City.
No hay por donde darle vueltas a la situación. Los campeones vigentes de la NBA afrontan un complicado desafío, acentuado por la realidad de que su astro Stephen Curry está lejos de su plenitud física.
"Lo tenemos claro. Estamos abajo 3-1", dijo Kerr. "En los playoffs todo puede dar un giro súbito. Lo hemos visto en los últimos años. Hay que ganar en casa, recuperar impulso y darnos una oportunidad".
El viaje de vuelta a casa fue sombrío tras el revés 118-94 el martes.
"Nada de risas. Fue silencioso", dijo Kerr
Los Warriors tuvieron efectividad de 41% en tiros de campo, más 21 pérdidas de balón que desembocaron en 18 puntos para el Thunder. Curry apenas embocó 6 de 20 tiros y falló 8 de 10 intentos de triples.
Solo nueve equipos en la historia de la NBA han podido revertir el 3-1 en contra para ganar una serie de postemporada.
