"Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos".
Charles Dickens
Para los mexicanos el 2015 no fue un año fácil. El crecimiento de 6 por ciento que ofreció Enrique Peña Nieto cuando era candidato no aparece por ningún lado. Pero por lo menos 2015 fue mejor que los años anteriores. Todavía no hay cifras finales para el crecimiento económico de 2015, pero la mayor parte de los cálculos que veo es de alrededor de 2.5 por ciento. Si bien no es la cifra que merecemos, es la mejor de lo que va del sexenio.
Efectivamente, a pesar del lema de campaña de que los priistas sí saben gobernar, el sexenio de Peña Nieto ha mostrado una desaceleración económica importante frente a las cifras de los últimos dos años de Felipe Calderón (3.9 y 4 por ciento). Peña Nieto logró 1.4 y 2.2 por ciento en sus dos primeros años de gobierno.
La caída de los precios del petróleo ha tenido mucho que ver con esta situación. Pero en 2014 otro factor negativo fue el fuerte aumento de impuestos que le dio más dinero al gobierno pero deprimió el mercado interno al quitar dinero del bolsillo de los consumidores.
La inflación alcanzó en 2015 su nivel más bajo desde que hay registros: 2 por ciento en el año terminado en la primera quincena de diciembre. El consumo interno mostró tasas de crecimiento superiores a la economía. En noviembre las ventas nominales a tiendas iguales de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) mostraron un crecimiento de 6 por ciento sobre el mismo mes del 2014. Aun descontando la inflación de 2 por ciento, la expansión del 4 por ciento real es bastante superior al 2.5 por ciento de la economía. El impacto del alza de impuestos está siendo absorbido.
En contraste, el peso está en caída libre. En diciembre de 2013 se ubicaba en 13 pesos por dólar, para diciembre de 2014 se encontraba en 14.55 (Secretaría de Economía, tipo de cambio de mayoreo). Este 30 de diciembre se encontraba en 17.35 al mayoreo y 17.65 al menudeo. La depreciación del peso no se ha reflejado todavía en el índice de precios al consumidor del INEGI, pero sí ha provocado pérdidas cambiarias importantes a las empresas, lo cual se traduce en menor inversión, menor crecimiento económico y menor creación de empleos.
Para el 2016 los especialistas esperan en general un mayor crecimiento económico que el que registramos en 2015. El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, ha aventurado que podría registrarse un avance de más del 3 por ciento, aunque otros economistas prevén cifras inferiores. La mayor parte calculan, sin embargo, montos superiores al 2.5 por ciento con el que se espera cierre este 2015.
El precio del petróleo ha caído tanto que algunos consideran que no hay más camino que hacia arriba. Pero si vemos las cifras de producción, consumo e inventario, cabe esperar todavía un precio muy débil. Algunos analistas, aunque son minoría, piensan que el precio tiene que caer a 20 dólares por barril antes de empezar a repuntar. Todo puede cambiar, sin embargo, si los países productores logran un acuerdo, aunque de momento esto parece improbable.
El peso ha perdido ya mucho terreno y no hay duda que se encuentra subvaluado. Yo pensaría que ya no seguirá cayendo. Pero los inversionistas han apostado en contra del peso por la caída del petróleo, a pesar de que ahora México es un importador neto de productos petroleros.
Pienso que el 2016 debe ser un poco mejor que el 2015. El gobierno gastará menos en términos reales, pero los consumidores seguirán aumentando su consumo. El precio del petróleo y el tipo de cambio, sin embargo, siguen siendo factores de riesgo. Lo que no se ve cuándo pueda llegar es el crecimiento del 6 por ciento que nos prometió en campaña Peña Nieto.
BASURA EN EDOMEX
Tlalnepantla, Naucalpan y otros municipios del Estado de México están llenos de basura porque los camiones ya no la recogen. Una vez más vemos los efectos de lo que ocurre cuando los gobiernos gastan, como es cada vez más común, el dinero público en todo menos en lo que deberían ser sus obligaciones principales.
Twitter: @SergioSarmiento
