No será fácil. Hillary Clinton ha tenido una caída entre las preferencias para la candidatura presidencial del Partido Demócrata. (AP)
Tras un caucus demócrata enormemente disputado, en el que algunos delegados se tuvieron que decidir con un volado, Bernie Sanders y Hillary Clinton quedaron virtualmente empatados.
Con un 98 por ciento de los votos escrutados, menos de un 0.5 por ciento separaba a ambos precandidatos.
El ajustado resultado supone un impulso para el senador por Vermont, quien a lo largo de las últimas semanas ha logrado consolidarse como un rival serio contra la clara favorita del Partido Demócrata. "Hace nueve meses, llegamos a este bello estado sin una organización política, sin dinero, sin un nombre reconocido y tuvimos que enfrentarnos a la organización política más poderosa de Estados Unidos", proclamó ayer Sanders en su discurso de agradecimiento y prometió una revolución. El senador de Vermont felicitó a su principal rival por una "campaña muy fuerte" en la primera primaria de 2016.
El próximo destino electoral, New Hampshire, pinta bien para el senador: cuenta con una ventaja de 18 puntos, según el promedio de encuestas de RealClearPolitics.
Por su parte, Clinton agradeció el apoyo a los ciudadanos de Iowa e incluso reconoció haber dado un suspiro de alivio.
"Soy una progresista que logra que las cosas se hagan", dijo la precandidata a sus seguidores, flanqueada por su hija Chelsea y su marido, Bill Clinton.
O'Malley se retira
Martin O'Malley, el tercer aspirante demócrata, decidió retirarse de la carrera presidencial tras conocer los primeros resultados, en los que no logró ni un 1 por ciento de los votos.
