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¿Y los de al lado?

FEDERICO REYES HEROLES

Ella maneja su automóvil en medio de la tormenta. Un neumático la traiciona. Desciende a tratar de poner el repuesto. Es bella y joven. Lleva un vestido elegante y zapatos de tacón. Se tuerce el tobillo. Cae rendida por el dolor en medio de la lluvia. Un varón se acerca para ayudarle. Ella no puede caminar. No tiene opción, él la carga en sus brazos en medio de la lluvia. Entran al primer refugio a la vista. Es un hotelucho. Él pide una habitación pues el dolor es serio. Un fotógrafo de prensa que acecha lo reconoce, -es muy conocido- de inmediato toma una placa. Avisa al director, al día siguiente la imagen ocupa la primera plana. Con una imagen destruirán varias vidas.

El director del diario aprovecha lo que supone es un desliz. El fotógrafo se regocija de su presa de caza. De seguro está con una amante, pensaron ambos. La rotativa trabaja en la noche. Horas después decenas de miles de ejemplares circulan. El director se levanta deleitándose por la nota. Toma el diario. Se queda pasmado. Es su hija la que va en brazos del empresario, tiene novio, va al matrimonio. Se trata de la trama -con algo de aderezo- de "En Carne Propia", película de los años sesenta. ¿De quién es la responsabilidad? No lo es del caballero ni de la dama. Ellos son víctimas. Jamás pensaríamos que la cámara es la causante del daño. Bondades o perversidades provienen del uso del instrumento.

Periscope es un fantástico instrumento que transmite imágenes en tiempo real desde un celular inteligente. Sirve para la denuncia ciudadana, de las acciones de otros ciudadanos o de autoridades. Los afectados pueden demandar en caso de un perjuicio. Pero qué ocurre cuando una autoridad usa Periscope para exhibir a los ciudadanos. Arnes aus den Ruthen lo hizo. Mostró la arbitrariedad de ciertos ejércitos privados que a diario atropellan derechos ciudadanos. Pero él es servidor público. El asunto es complejo y muy apasionante. El City Manager pudo hacer uso de otros instrumentos como las llamadas "arañas" o de grúas para someter al infractor. Pero de entrada usó Periscope. ¿Por qué?

Quizá por el impacto masivo, puede ser. Quizá para protegerse con imágenes que mostraban fehacientemente la arbitrariedad privada. El incidente apunta también a otro nivel de análisis. Quizá el City Manager utilizó Periscope por el déficit histórico de legitimidad de las autoridades que provoca inhibición para aplicar la ley. El síntoma del 68. Pudo haber procedido sin más, pero lo llevó a las redes sociales. No soy yo el que viola la ley, son ellos. ¿Es válido? Si no está normado es cuestionable. Pero nadie pone en duda la efectividad de su acción. Y eso necesitamos, autoridades efectivas. Periscope encierra un enorme potencial para los ciudadanos y para las autoridades. Pero son usos muy diferentes. Al ciudadano le está permitido todo lo que no está prohibido. Para las autoridades el principio es el inverso: sólo les está permitido lo que la ley expresa.

El uso de Periscope tendrá que ser normado, pero no puede ser vetado a las autoridades. Sin embargo en el largo plazo lo más delicado es la privacidad. Si un vehículo es fotografiado violentando el límite de velocidad la sanción caerá sobre el dueño del vehículo, pero no en su carnet personal. ¿Quién manejaba? No lo sabe la cámara. Si un individuo es fotografiado conduciendo en estado de ebriedad, el sancionado será él. Pero sería indebido exhibirlo. Ahí está el punto de inflexión. Qué ocurre cuando la cámara delata otros aspectos de una vida: además iba con una mujer joven y guapa. Conclusión no es su esposa. La especulación puede destruir. Por eso la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México hizo bien en enfrentar el hecho. Periscope puede invadir la privacidad y destruir biografías. Puede generar prejuicios. Esa no es su función, los daños colaterales pueden ser inmensos.

Las imágenes pueden ser factores de prueba, pero también engañan. Arcadi Espada ha escrito al respecto (Diarios). Hoy nos resultaría imposible imaginar el periodismo sin imágenes. Quizá en un futuro nos parecerá evidente que todo acto de la autoridad se transmita en vivo por redes sociales. La autoridad se legitimará y la ciudadanía tendrá más elementos de juicio. Pero, y qué hacemos con la mujer de al lado, o el varón, los colaterales. Si se da rienda suelta al juicio sumario de las imágenes todos podríamos sufrir en carne propia las consecuencias de una nueva barbarie basada en la inmediatez. Sólo los razonamientos pueden ir más lejos que la instantánea que en su nombre lleva su poder y sus limitaciones

Llámese sable, bala, cámara o Periscope, toda invención humana siempre tendrá que someterse a los límites éticos que deben regir un proceso civilizatorio. El azar siempre lanzará neumáticos traicioneros.

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Escrito en: Federico Reyes Heroles

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