Feliz. La actriz de la película Alien le tiene un cariño muy especial a San Sebastián. (EFE)
Feliz con su Premio Donostia y la presentación de la cinta que protagoniza Un monstruo viene a verme, la actriz estadounidense Sigourney Weaver destacó a las mujeres como "el pegamento que mantiene el mundo" y confió que su país tendrá una mujer presidenta.
"Ya va siendo hora", señaló en rueda de prensa en la que habló del Premio Donostia 2016, el cual le fue entregado anoche en una gala en el Auditorio del Kursaal y de toda su trayectoria fílmica.
Sonriente, con buen sentido del humor, apuntó que "las mujeres como bien sabemos todas somos fuertes, somos el pegamento que mantiene al mundo y a pesar de sus vaivenes creo que tendremos una mujer presidenta y va siendo hora".
Haciendo énfasis del nombre de la película que aquí presenta, Un monstruo viene a verme, Weaver expresó: "tenemos bastantes monstruos, un buen suministro, excesivo de monstruos".
Puso como ejemplo que Estados Unidos no ha dejado entrar refugiados sirios "y es algo que no lo entiendo, pero es algo muy conmovedor para mi ver como están intentando afrontar los distintos países de Europa este problema, ya que tenemos que ayudarnos los otros a los otros".
Agregó que solo hay que ponerse en los pies de una madre con una familia, sin casa, sin hogar, sin familia "y es una cosa que da mucho miedo, para mi es algo insoportable, no tengo respuestas".
"Creo que con la presidenta (Hillary) Clinton se podrá desarrollar una actitud más compasiva", dijo.
Weaver refirió que tras haber trabajado en Canadá, pudo constatar que llegaron 25 mil refugiados sirios y les llevaron a hogares de distintas familias canadienses. "Ojalá acabáramos haciendo esto también nosotros", insistió.
Recalcó el papel de las mujeres y aseguró: "siempre he intentado presentar a las mujeres en cada personaje tal como son, mujeres que pueden tener momentos de desesperación y vulnerabilidad, pero no se sientan a ver que el hombre tome el control porque no funcionan las cosas así en la vida real".
"He trabajado con directores que creen mucho en el poder de la mujer, esto es una ventaja que ha sido clave para mí", agregó.
Manifestó su desacuerdo con que hay pocos papeles para mujeres maduras en el cine pues, sostuvo, "tenemos mujeres en todos los lugares del mundo, en los servicios armados, en la política, en la empresa, y esto también llega al cine".
Sobre el Premio Donostia 2016, Weaber recordó que estuvo en San Sebastián en 1979 con Alien, el octavo pasajero, de Ridley Scott, lo cual, afirmó, siempre ha ocupado un lugar importante en su corazón.
"Es un festival prestigioso que en su momento presentó nuestra película de ficción, lo recuerdo muy bien, vine con mis padres y además considero este premio como un gran reconocimiento de mi carrera y trayectoria, me vincula más con el certamen", puntualizó.