Iveth Zamora (i) y Nina Stojanovic hicieron un entrenamiento público en La Jabonera; chocarán el sábado en el Auditorio. (Jesús Galindo)
Los púgiles que intervendrán en la velada boxística internacional del próximo sábado en el Auditorio Municipal, deleitaron a decenas de aficionados que se congregaron en el Complejo Deportivo La Jabonera de Torreón.
Iveth "La Roca" Zamora y su rival serbia Nina Stojanovic, así como el lagunero José "Pistón" López y su adversario, el japonés Shoki Sakai, tuvieron su entrenamiento público en el inmueble, entre los que se encontraban una gran cantidad de alumnos del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Coahuila (Cecytec).
El más ovacionado fue el "Pistón", en tanto que el nipón, acompañado por el experimentado Nacho Beristáin, fue el más solicitado para fotografías, sobre todo de las jovencitas presentes.
Tras un largo viaje cruzando el Océano Atlántico, Stojanovic declaró que ésta será su primera presentación como pugilista en América, por lo que prefirió llegar con buen tiempo de anticipación para adaptarse al clima del país y en consecuencia poder hacer un mejor trabajo en el cuadrilátero.
Agregó que todos sus combates los ha celebrado en Europa, específicamente en la zona de los Balcanes y que no duda ni por un momento que ese título (el mini-mosca del WBC) se lo llevará de regreso a Serbia.
"La verdad que esta pelea significa mucho para mí, porque será la primera vez que vengo a América y de seguro que la misma marcará la pauta para yo poder participar en grandes escenarios del Continente Americano, me preparé muy bien y no tengo ni la más mínima duda de que me llevaré el campeonato", sentenció.
Por lo que respecta a la "Roca" Zamora convivió con los estudiantes, donde compartió sus experiencias personales y profesionales que la han convertido en la mejor libra por libra a nivel mundial.
Zamora Silva comentó de sus inicios, de lo complicado que ha sido el convertirse en boxeadora en un mundo lleno de hombres, aunado a que se sobrepuso a tratos discriminatorios por su origen indígena del que se siente inmensamente orgullosa.
La pugilista de 27 años contó de las dos ocasiones en que disputó y ganó el título mundial en el extranjero, los que hasta ahora son no sólo sus mayores logros, sino los logros más importantes de cualquier pugilista mexicana.
También fue cuestionada de los sinsabores de la derrota pues aunque lleva cuatro años sin perder también le ha tocado vivir la otra cara de la moneda, motivándolos a que no claudiquen ante cualquier tropiezo.
Se realizaron preguntas de todo tipo, con gran disposición de la soberana mundial, que se despidió con un mensaje en el dialecto Otomí donde les pidió a los niños y jóvenes que escuchaban atentamente que nunca abandonen sus sueños y que sea a lo que sea que se dediquen busquen ser los mejores pues no hay imposibles.