Horacio Zeballos se tiró al piso para ver en el 'ojo del halcón' como salió el tiro de Fernando Verdasco que le dio el triunfo. (AP)
Horacio Zeballos planificaba jugar en un Challenger en México la próxima semana, pero sigue en Key Biscayne. Y sólo piensa retirarse de este certamen si lo sorprende el próximo nacimiento de su hija.
Tras sobrevivir a una bola de partido y mermado físicamente, Zeballos derrotó ayer 1-6, 6-4, 7-6 (4) a Fernando Verdasco para avanzar a los octavos de final del Abierto de Miami, el mejor resultado de su carrera en un torneo Masters 1000.
El actual número 112 del mundo entró al cuadro principal como 'lucky loser' cuando Roger Federer se bajó el viernes por un virus estomacal y procedió a derrotar a su compatriota Juan Martín del Potro.
"Hace tres días estaba afuera del torneo y hoy estoy en la cuarta ronda de mi primer Masters 1000 desde hace un tiempo", declaró Zeballos.
Después de un flojo comienzo, Zeballos logró un quiebre de saque al arrancar el segundo set que le encaminó a nivelar el trámite y luego levantó una bola de partido con su servicio para obligar un desempate.
El último punto del duelo tuvo que dirimirse con la intervención del "ojo de halcón".
"Tuve un poquito de suerte. Las ganas tiraron más que el físico", resaltó Zeballos.
Y la esposa de Zeballos, Sofía Menconi, atestiguó el drama del último punto por televisión desde Argentina, mientras espera el nacimiento de la bebé, previsto para el 10 de abril.
"Durante el tercer set, comencé a pensar de pronto, 'ojalá que no esté nerviosa''', dijo Zeballos. "Fue una locura que yo tuviera esos pensamientos durante el partido. Estoy pasándolo muy bien acá, pero quiero también que la bebé nazca ya, y que yo experimente ese momento de convertirme en padre. Espero que pueda esperar unos días más".