El dramaturgo colombiano Enrique Buenaventura, quien falleció hace 14 años, aseguraba que “el teatro es una manera de ensayar la vida” y gracias a su destacada trayectoria se convirtió en un importante ícono de esa disciplina en su natal Colombia.
De acuerdo con datos biográficos disponibles, Enrique Buenaventura nació en Cali, en 1925, y realizó estudios secundarios en el Colegio Santa Librada; además, estudió Artes Plásticas en la misma ciudad y en Bogotá, así como Filosofía en la Universidad Nacional de Colombia.
El destacado dramaturgo fue fundador y hasta el día de su muerte director del Teatro Experimental de Cali (TEC); también fue ensayista, narrador y poeta, que logró dirigir durante muchos años el departamento de Teatro de Bellas Artes, así lo señala el portal Cultural del Pacífico Colombiano “Centro Virtual Isaacs”.
Por su parte, el sitio EcuRed indica que Buenaventura dedicó gran parte de su existencia a la aventura, pues recorrió varios países de Latinoamérica dedicándose a toda clase de oficios, pasando desde la marina, hasta la pintura, la cocina e incluso el periodismo.
Enrique Buenaventura cuestionó a través de su poesía la validez del arte así como de la palabra, afirmando que el lenguaje lírico es “jardín” donde cosechó orquídeas robadoras de savias ajenas, maneras y giros invisibles, legado y arsenal con el que luchó en con esgrima de sables y cuchillos, pues necesitaba decir algunas cosas”.
Y es que para Buenaventura, el arte era un proceso de recreación colectiva, de recuperación, así como de reactualización de temas y estilos con los que analizó al ser en diversas circunstancias.
La misma fuente precisa que la trayectoria de Buenaventura también estuvo marcada por su labor como autor, director y maestro, de esta etapa se destacan piezas como A la Diestra de Dios Padre, Los Papeles del Infierno, La orgía y el menú.
Sin duda, uno de los aportes más emblemáticos para el teatro latinoamericano fue el Método de Creación Colectiva, en el que sistematizó un lenguaje teatral, creando una metodología para el montaje así como de la elaboración de textos.
Gracias a su destacada trayectoria, Buenaventura fue merecedor de diversos premios como el de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Cultura y la Educación, el Premio Unesco, Casa de las Américas y Latinoamericano de Autores Dramáticos.
La vida del reconocido colombiano se apagó el 31 diciembre de 2003, en Cali, Colombia, a los 83 años, a consecuencia de una peritonitis.
En la actualidad, la obra de Buenaventura se mantiene vigente con montajes como Los papeles del infierno, Réquiem por el padre de las Casas, Historia de una bala de plata, así como seis ensayos sobre teatro.
