Afortunadamente los médicos reaccionaron con rapidez. (YOUTUBE)
Durante un partido de basquetbol en Nueva Zelanda, un jugador recibió un golpe tan fuerte que provocó que su ojo se saliera de órbita y terminara en la duela del estadio.
Akil Mitchell recibió un fuerte manotazo de un compañero, pero mientras los demás jugadores continuaron como si nada, este joven se quedó estático, dándose cuenta que había perdido el ojo.
Fue hasta que Mitchell levantó la cabeza que la gente se fijó en lo que sucedía. Afortunadamente los servicios médicos actuaron con prontitud y pudieron regresar el ojo a su sitio e incluso que el accidentado recuperara la vista.
“Se encuentra descansando y podemos confirmar que no ha perdido la visión en ese ojo. Sí que ha sufrido una lesión, pero no es tan importante como en un principio se temía, comentó Dillon Boucher, el mánager del equipo luego de lo sucedido y de terminado el partido.
