Abimael Guzmán es juzgado.
Abimael Guzmán y otros once cabecillas de Sendero Luminoso afrontaron el inicio de un nuevo juicio en su contra por su responsabilidad en el atentado de la calle Tarata de Lima, que dejó 25 muertos en 1992 y que se convirtió en uno de los ataques más sangrientos cometido por ese grupo terrorista. Guzmán, de 82 años y visiblemente deteriorado, se sentó junto a sus compañeros, y a su esposa Elena Yparraguirre, en el juicio oral.