Otros creen que la verdadera razón es que no pudo remodelar a su gusto. (INTERNET)
El Palácio de Alvorada es un edificio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Actualmente, funge como la residencia oficial presidencial en Brasil, sin embargo, el presidente actual del país, Michel Temer, ha abandonado el lugar porque señala que "hay malas energías y fantasmas".
"Sentí una cosa extraña ahí. No pude dormir desde la primera noche. La energía no era buena", afirmó el mandatario interino a la revista 'Veja'.
El edificio, diseñado por el arquitecto Oscar Niemeyer, tenía que ser rediseñado para la llegada de Temer, para adecuar la estructura para que fuera segura para su hijo de 7 años. Durante ese proceso, señala el exsecretario ejecutivo de la Comisión de Curaduría de los Palacios, Claudio Soares Rocha, la familia Temer cambió todo el mobiliario del palacio.
"No les gustaban las alfombras rojas, el sofá negro, el sofá color ladrillo, a pesar de que esos colores fueron escogidos por Niemeyer y su esposa en los años 60", señala Soares, quien añade que la redecoración, los cambios a las escaleras y rampas de acceso al palacio, por ejemplo no tienen ningún sentido, porque es un edificio público, además de que al final, Temer y familia no se mudaron ahí, sino que regresaron a la residencia oficial del vicepresidente, donde vivían ya desde 2011.


