Filipinas logró ayer un acuerdo con uno de los mayores grupos islamistas del país para crear un "corredor de paz" en la sureña ciudad de Marawi, lo que permitirá la salida de civiles atrapados en medio de los combates entre el Ejército y yihadistas afines al Estado Islámico (EI).
El acuerdo, alcanzado entre el presidente Rodrigo Duterte y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), un grupo musulmán separatista que opera en el sur de Filipinas, permitirá la salida de hasta un millar de civiles atrapados y ayudar a la población civil afectada por las combates