Golpe. Varias personas apoyaron a los heridos del atentado con camión bomba en la ciudad siria de Azaz que dejó unos 48 muertos.
El acuerdo de paz alcanzado por los gobiernos de Turquía y Rusia y el régimen de Al-Asad en Siria no ha salvado a este país de sufrir atentados.
Ayer, a 8 días del alto al fuego, al menos 48 personas murieron por un atentado con un camión bomba que explotó cerca de un juzgado en el centro de la norteña ciudad siria de Azaz, cerca de la frontera con Turquía. Es el peor ataque terrorista en lo que va del año.
El balance fue realizado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, aunque la agencia turca de noticias Anadolu, que citó a un médico de un hospital de Azaz, calculó en 60 el número de muertos y en 50 el de heridos por el incidente.
Hasta el momento ningún grupo se ha adjudicado la autoría del ataque, aunque dirigentes locales señalan al grupo yihadista Estado Islámico como el responsable del atentado.
Azaz se encuentra al norte de la ciudad de Alepo, que fue recientemente liberada de militantes opositores tras una ofensiva lanzada por fuerzas leales al presidente Bashar Al Asad, con el apoyo de la fuerza aérea rusa.
Por otra parte, el dirigente rebelde Abdelmoneim Zeinedin aseguró que los insurgentes no han alcanzado un pacto con las autoridades sirias para un alto el fuego en el valle del río Barada, con el fin de restablecer el suministro de agua potable a Damasco.
El pasado 27 de diciembre, el suministro de agua quedó interrumpido en Damasco debido a los combates, de lo que las autoridades y los rebeldes se acusaron mutuamente.