En el ataque con armas químicas fallecieron más de 80 personas, incluidos niños. (ARCHIVO)
Por primera ocasión de forma directa, la Casa Blanca acuso al Gobierno de Rusia de encubrir el ataque con armas químicas registrado la semana pasada en Siria, y el cual derivó en los posteriores ataques aéreos estadounidenses.
Asimismo, presentó pruebas que consideró "claras y consistentes" de que el régimen sirio de Bashar al Assad cometió hace una semana el ataque con gas sarín en Jan Sheijún (Idleb), en el que fallecieron más de 80 personas, incluidos niños.
En un informe desclasificado de cuatro páginas, al cual tuvo acceso el New York Times, y en el que trabajó la Inteligencia estadounidense, se culmina acusando directamente a los gobiernos sirio y ruso de tratar de confundir a la comunidad internacional sobre el ataque, mediante la desinformación y las "falsas narrativas".
Funcionarios de la Casa Blanca, que hablaron bajo condición de anonimato con el NYT, aseguraron que el objetivo de Rusia es "encubrir la culpabilidad del régimen sirio", pero se reservaron el comentar la posibilidad de que el Gobierno de Putin conociera con antelación el plan del ataque químico.
Finalmente, otro funcionario, bajo la misma condición, advirtió que Moscú debe responder por los ataques, pues funcionarios del Pentágono han declarado que personal ruso estaba en la base siria desde donde se lanzó el ataque con armas químicas.