Complicado. El crecimiento de Puerto Rico de la economía es negativo y no se prevé que la tendencia cambie a corto plazo.
La ley concebida para reestructurar la millonaria deuda de 70 mil millones de dólares y supervisar las finanzas de Puerto Rico cumplió ayer un año con un alto grado de descontento entre la población contra la entidad federal que establece la norma para el control al Ejecutivo.
El entonces presidente de EU, Barack Obama, firmó el 30 de junio de 2016 la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (Promesa, por sus siglas en inglés), que estableció una Junta de Supervisión Fiscal criticada por Gobierno local, oposición y de la que recelan los ciudadanos.
Para contar en el año fiscal que hoy comienza con un presupuesto sin déficit, esa entidad de control ha exigido al Gobierno liderado por Ricardo Rosselló recortes que afectan a todas las partidas y que golpean de lleno a los servicios que reciben los ciudadanos.
Gobierno y Junta de Supervisión se encuentran enfrentados por la exigencia de la segunda de mayores recortes para el nuevo presupuesto, que, de no implementarse, amenaza con que la entidad de control imponga de forma unilateral una reducción de la jornada laboral y la eliminación de la paga navideña a los funcionarios.