Problema. Criaderos de ratas y otras plagas son los terrenos y fincas en abandono.
La ciudad enfrenta un grave problema de salud pública y contaminación por la proliferación de terrenos baldíos y construcciones abandonadas, de los cuales se tienen detectados más de 500 sin considerar a las colonias populares donde esta condición es casi generalizada.
La ubicación de estas propiedades corresponde en su mayoría a la zona centro y algunas colonias aledañas, aunque todavía falta extender la revisión a las que están en la periferia, lo cual se hará en una segunda etapa a partir del próximo año.
Cuauhtémoc Ontiveros, jefe del Departamento de Ejecución Fiscal dijo que el problema es de magnitud por el hecho de que estos predios no únicamente se convierten en depósitos de basura, sino que además son criaderos de ratas, cucarachas y otras alimañas que ponen en riesgo la salud de la población.
Esto, además de toda la contaminación que ahí se genera por la permanencia de basura de todo tipo al aire libre y los incendios provocados por los vecinos como una medida mal aplicada para acabar con el problema.
En otros casos, cuando son fincas deshabitadas o en condición de abandono, existe un riesgo adicional por la posibilidad de que éstas se derrumben y ocasionen daños a las personas. El problema en estos casos es que las autoridades se ven impedidas a corregir las deficiencias en la construcción por tratarse de propiedades privadas, por lo que únicamente se acordona el área cuando hay un peligro latente.
En el transcurso de poco más de un año, solo se ha logrado notificar a los dueños de unos 300 lotes, pues en algunos casos se ha invertido mucho tiempo en localizarlos por la falta de información o documentos que acrediten la propiedad.
De éstos, 189 ya fueron objeto de labores de limpieza y de instalación de mallas protectoras o construcción de bardas, requisito que se debe cumplir antes de que los dueños paguen la multa equivalente a 500 salarios mínimos para no verse sujetos a un procedimiento administrativo, con la condición de que mantengan sus propiedades en esas condiciones.
La alcaldesa, Leticia Herrera Ale fijó un plazo fatal que vencerá el 31 de enero próximo para que quienes ya fueron notificados, limpien los terrenos y paguen las multas, de lo contrario se harán efectivos los procedimientos de embargo que podrían concluir con la puesta en remate de estos predios o su adjudicación al Municipio.
Ontiveros dijo que a partir del próximo año, la localización de estos focos de contaminación se extenderá a las colonias de la periferia, donde en algunos casos el problema es generalizado.