Conflicto. La huelga es una evidencia del conflicto entre el gobierno y los sindicatos.
La primera huelga general contra el presidente Mauricio Macri ayer jueves puso en evidencia la puja que hoy atraviesa Argentina entre un gobierno dispuesto a ir a fondo con las reformas económicas y un poderoso movimiento sindical que teme perder sus conquistas y amenaza con intensificar la protesta.
Sindicatos de distintas actividades productivas y del transporte público, la educación y la salud adhirieron al paro convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal organización sindical, y las dos facciones de la izquierdista Central de los Trabajadores de Argentina (CTA). "Ha habido un llamado de atención formidable de la clase trabajadora", dijo Juan Carlos Schmid, uno de los líderes de la CGT.
Los gremios reclaman la protección de la industria nacional ante la apertura de las importaciones, el cese de los despidos, un incremento en los salarios y políticas sociales que mejoren las condiciones de los sectores vulnerables afectados por una inflación que en 2016 trepó a 40 %.
Gran parte del éxito de la huelga radicó sobre todo en la amplia adhesión que tuvo la medida de fuerza entre los trabajadores del transporte público, que provocó la paralización de todos los viajes de autobús y tren en las diferentes ciudades del país y de metro en la capital argentina.
Además, todos los vuelos de los diferentes aeropuertos del país fueron cancelados o retrasados.
Clave
La huelga general tuvo también fuerte seguimiento en sectores clave como:
⇒ La educación, con gran parte de las escuelas del país sin clases.
⇒ Sanidad.
⇒ Industria y Banca.