Deficitario. Reconocen especialistas que México es un país que está lejos de la autosuficiencia.
El efecto "Trump" abre un momento coyuntural importante para el campo mexicano, en donde se requiere que se reordene y se reoriente la actividad mediante políticas públicas dirigidas tanto al sector social y a la pequeña propiedad.
El economista Leopoldo Camacho Sustaita opina que se vive una situación especial dentro del sector agropecuario nacional ante las amenazas que ha realizado el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump contra México.
Dijo que ante los señalamientos de renegociar el TLCAN, esto va a alterar el peso del sector agropecuario nacional, retomando una gran importancia para México el tema alimentario.
Comentó que esto podría reactivar el sector agroalimentario en el país dado que gran parte de los granos que se consumen en el país, tanto para el consumo humano y animal, se importa del vecino país.
"Es evidente que esto debe detonar políticas públicas de reactivación del sector. Es urgente redimensionar al sector productivo del campo en todos sus aspectos, desde el cultural, económico y de organización productiva".
Declaró que bajo las políticas públicas de muchas administraciones federales y de la actual se ha dejado en el olvido al campesino, en niveles de miseria, por lo que dijo que es urgente un cambio en lo cultural y no sólo lo económico en cuanto a apoyos.
Expresó el economista que el campesino debe convertirse en un productor, en un emprendedor, el cual logre elevar su productividad y dejar de depender de los programas de apoyo del gobierno como hasta el día de hoy.
Citó que de manera reciente se manejaba una maestría para la formación de productores para eficientar sus procesos productivos, sin embargo ésta fue cerrada de manera repentina.
"El sector agropecuario será un sector decisivo para el país en estos momentos".
Destacó que el desmantelamiento que ha sufrido el campo durante muchos años ha provocado que no existan cabezas dentro de los sectores de productores enfocados a la organización productiva del sector, por lo que urgen reformas de fondo que impulsen la actividad agropecuaria para todos los sectores.
Mencionó que la falta de rentabilidad de la actividad desmotiva al campesino a tal grado que puede convertirse en un problema social peligroso.
DESAFÍOS
Para Camacho Sustaita el desafío es para todos, sobre todo para las autoridades si tienen la visión de dar incentivos que eleven la competitividad del campo mexicano en todos sus aspectos.
Declaró que "de nada sirve arroparnos al cantar el Himno Nacional en cada acto para protegernos de las amenazas de los aliados comerciales."
La propuesta que se hace es implementar políticas públicas que permitan a los meloneros, por ejemplo, capitalizarse y mejorar su producción y su nivel de vida, en lugar de obtener algo de ingreso y sólo apoyos para subsistir.
Recordó que anteriormente cuando el campo se encontraba en su mejor momento en México existían asesores agropecuarios en Banrural que apoyaban a los sectores productivos en su producción, los cuales fueron desmantelados por el gobierno.
"Hay una urgencia por regresar a una política agropecuaria dinámica, en donde se cuente con asesores y gestores que ayuden a elevar la productividad y una cultura de organización dentro del campo".
Añadió que también los pequeños productores enfrentan políticas de mercado de sometimiento muy difíciles por parte de acaparadores.
Pide por ello, reordenar y reorientar el campo mexicano dentro de este momento coyuntural único nunca antes visto en muchos años, con políticas públicas adecuadas por parte del gobierno que permitan la reorganización por parte de cada grupo de productores por regiones.
COSTO INDUSTRIAL
Pasar de un país agropecuario a uno industrial le ha costado a México tener una alta dependencia del exterior, sobre todo dentro del sector agropecuario.
Mientras que en los años cincuenta México podía exportar frijol y maíz, ahora el 45 por ciento de los alimentos se importa.
Salvo la tierra, agua, mano de obra y en algunos casos las cabezas de ganado son insumos mexicanos al cien por ciento, o bien no tienen una dependencia de las variaciones del tipo de cambio para su compra como sucede con otros insumos del campo.
Las políticas públicas se han dirigido más a la compra de insumos en el exterior por resultar más barato y rentable para el gobierno y para los productores, por lo que han "olvidado" implementar desde 1994, año en que entro en marcha el TLCAN, aplicar poco a poco un programa de sustitución de importaciones y depender en menor porcentaje de los alimentos que se traen del exterior o bien se cotizan en base al billete verde.
Algunos investigadores han visto la necesidad de implementar políticas públicas que impulsen como prioritario el campo mexicano, y no sólo con apoyos inmediatos, sino mediante la transferencia tecnológica, lo cual aseguran elevará la productividad, mejorará los precios, la rentabilidad en el campo y una menor dependencia del exterior.
UN BUEN SUEÑO
Carlos Efrén Ramírez Contreras, director regional de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), dijo que la economía regional es casi cien por ciento agropecuaria, salvo Peñoles y otros sectores productivos que están creciendo.
Comentó que el tema de autosuficiencia alimentaria es un buen sueño, pero es difícil lograrlo por la presión política de la globalización.
Reconoció que el ser globales fue una buena válvula de escape para la economía, ya que abre otros mercados en el mundo.
Sin embargo, dijo que esto también ha provocado un descuido la parte interna del mercado en México al importar un gran número de alimentos.
IMPORTAN DE TODO
El director regional de la UAAAN dijo que México importa el 45 por ciento de los alimentos nacionales, como maíz, frijol o leche en polvo, entre otros, principalmente de Estados Unidos.
Comentó que lo que ha pasado es que el gobierno buscó ser un país industrializado cuando se exportaba maíz y frijol en los años cincuenta o sesenta.
Indicó que en base a ese objetivo se dieron incentivos a la industria mediante políticas públicas, dejando de lado como prioritario al sector agropecuario.
Aunque dijo que Durango y Zacatecas son primeros lugares en producción de frijol, apuntó que en el segundo estado el frijol negro se va a la zona sur del país y los niveles son insuficientes para la demanda nacional, por lo que hay que importarlo.
Citó que los problemas no sólo es que no se tienen alimentos suficientes para atender la demanda interna, sino que los insumos que se requieren para sembrar, para producir, leche o carne deben ser importados en su gran mayoría. Refirió el caso del fertilizante, el cual es un residuo del petróleo, pero al no tenerse refinerías para producirlo, se importa.
Otro ejemplo es el maíz rolado que se trae de EU para alimento de ganado, incluso las hormonas para el ganado se importa. "Es poco lo nacional que se usa para producir alimentos".
A lo anterior se le suman los medicamentos para los seres humanos y animales, así como también los insecticidas y pesticidas, dado que no se tienen patentes mexicanas y hay que pagar por ellas.
Mencionó que aún cuando el gobierno brinde apoyos, muchos de ellos deben ser importados para darlos al sector productivo.
Sin mencionar una cifra, aseguró que un alto porcentaje de insumos que se requieren para sembrar o producir huevo, carne y otros son importados o se cotizan en dólares.
"En México uno de los que producen maquinaria son los menonitas, todo lo demás son patentes extranjeras, no mexicanas. Cualquier automóvil no es de patente mexicana."
DEPENDENCIA
Ramírez Contreras dijo que el sector agroalimentario en México y en La Laguna depende del exterior para producir alimento.
"Requerimos insumos que no son mexicanos, pero sí producimos alimentos."
Hizo mención a que las semillas transgénicas también se requieren de su importación. Explicó que se tiene un contrato para ser sembrada y al término tiene que ser quemada para que se requiera comprarla.
El director regional de la UAAAN refirió que la universidad tiene diferentes variedades de semillas, pero no se tiene capacidad para atender todo el mercado nacional. Citó que las empresas transnacionales abarcan la mayor parte del mercado.
Opinó que si el gobierno diseñara políticas públicas para impulsar la producción nacional de semillas, disminuiría la dependencia. "Esa es la ventaja del nacionalismo de Trump. Si sigue con esta política obligará a México a voltear a nosotros mismos, diciéndole el gobierno a la UAAAN que necesitamos que produzcas la semilla que se requiere en el país".
Desafortunadamente dijo que uno de los graves problemas de México es la corrupción, la cual nada ayuda y es un "mal cultural" que hay que erradicar.
Aseguró que todos los sistemas son adecuados y lo que los echa a perder es la corrupción. Los concursos y licitaciones son legales y lo mejor para proveedores, pero interviene la corrupción viene a echar a perder todo el sistema.
VEN OPORTUNIDAD
Ramírez Contreras dijo que el escenario que se vive en estos momentos, en donde se realiza un gran número de importaciones servirá para voltear a otros lados e impulsar el mercado nacional, desde la formación de recursos humanos, tecnología e insumos.
"La limitante nos obliga a crecer en la inteligencia como paso en Cuba".
TECNOLOGÍA
Una de las opciones que se ven es producir más con tecnología a través de la vinculación con universidades, pero también con créditos accesibles y asesores que compartan el riesgo con el productor.
Afirmó el director regional de la UAAAN que el apoyo a la producción de alimentos en México siempre han existido, no lo podemos negar. Sin embargo, "el problema es que éstos están concentrados y les tocan a los mismos productores, sin que se permita beneficiar a toda la cadena de producción de alimentos."
Mencionó que se tienen muchas formas para crecer e inducir el desarrollo dentro del campo.
Refirió que en las reuniones con el Conacyt se ha propuesto en muchas ocasiones la creación del Banco de Desarrollo Regional, para que en cada región se apoye en forma directa a los productores.
"La forma para ser más productivos es con tecnología y con egresados de las universidades."
Apuntó que los investigadores saben cómo elevar la productividad, sin embargo éstos no comparten el riesgo con el producto. La propuesta expresa es que todos los participantes compartan el riesgo, en donde el asesor pague de no dar resultado.
Dijo que hasta hoy nadie lo ha escuchado.
La propuesta del entrevistado se enfoca a elevar la productividad con el uso de tecnología y nuevas técnicas, un crédito flexible y con riesgo compartido con asesores y banco, políticas públicas a favor del sector agropecuario y apoyo para la transferencia de tecnología, evitando el divorcio entre los investigadores y productores para dar resultados.
Lejos de la autosuficiencia
Por su parte, la firma Syngenta dio una entrevista a un medio nacional en 2013, indicando que México importa 45 por ciento de los productos agropecuarios para abastecer la demanda nacional de alimentos, por lo que la dependencia alimentaria del exterior podría aumentar.
La firma suiza especializada en protección de cultivos señaló en un análisis sobre la situación del agro mexicano que México está lejos de alcanzar una autosuficiencia alimentaria, de acuerdo con los parámetros de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Se señaló que el país cuenta con una autosuficiencia alimentaria de 55 por ciento, cuando la FAO estima que para tener un margen aceptable se debe de lograr un aproximado de 75 por ciento.
En México, la importación de productos agropecuarios que demanda la población se debe a las tres realidades del agro nacional, dependiendo de la zona geográfica, en donde el norte tiene tecnología y en el sureste hay pequeños productores, refirió Syngenta en la entrevista.
En el norte hay agricultores tecnificados que potencian los cultivos y aplican tecnología para evitar plagas y mejorar la producción; la parte central del territorio nacional produce poco por hectárea.
Mientras que el sureste es improductivo, señaló la empresa que obtuvo el tercer lugar mundial en el mercado de semillas, ya que los pequeños agricultores cultivan en pequeñas proporciones y no cuentan con tecnología en su mayoría.
De acuerdo con el reporte, México debe "disminuir las brechas y disparidades productivas, aprovechando las condiciones naturales y capacidad de las diferentes regiones y zonas productivas nacionales".
Se advierte que la demanda de alimentos en los próximos años subirá 50 por ciento debido al crecimiento demográfico, la urbanización y el cambio en las dietas de alimentación.
Abastecer
Algunas cifras:
⇒ México importa 45 por ciento de los productos agropecuarios para abastecer la demanda nacional de alimentos.
⇒ La autosuficiencia alimentaria es 55 por ciento, cuando la FAO estima que debe ser de un 75 por ciento.
