MIRAR Y SABER
El ser humano tiende a valorar aquello que comprende, del mismo modo que suele despreciar lo que no, por eso los comunes somos desterrados de quienes los domingos prefieren la comida rápida, las gaseosas saturadas de azúcar y los flanes de calorías ultrasecretas, cuando en ese rincón del olvido uno se inclina al viejo sazón de la madre, donde las carnitas van en tiritas con chile verde, las tortillas calientes con chicharrón de pella, frijoles de la olla y cervecitas heladas.
En ese destierro voluntario, al que se suman de contrabando algunos que prefieren las tradiciones a las influencias extranjeras, uno entiende que apasionarse es lo que te cambia la vida y después de un sábado vertiginoso enfrentas el domingo santista y te das cuenta que la ética en el futbol pierde siempre y redescubres que hay interés en mirar y más que mirar, en saber.
Tabares y Gael recibieron roja sin tener intención de lastimar, aunque lo hicieron. Se fueron por torpeza y fuerza desmedida. En cambio a Méndez lo echaron por mala leche. Eso no lo ve Cristante que se siente defraudado, sólo tiene ojos para el pecado ajeno, jamás se vio beneficiado, por ello el mayor hallazgo del tiempo que vivimos es encontrar personas lejanas a la hipocresía.
Bajo los acordes de esa musiquilla enferma, De la Torre vive el problema de revivir al argentino Armenteros, que ha pasado el tiempo en el limbo, sin rendir como extranjero que se justifique y tal vez el bipolar De Buen, porque los otros chicos ni se asoman, son una especie clandestina que vive obligada a criarse en cautiverio, son como sombras que se venden a precio de resucitado.
En calma nocturna, los queridos Yankees tenían abajo 4-1 a los Cachorros cuando vino Chapman y presentimos el espectáculo velocista, no el ridículo. Aroldis no encontró la goma con su velocidad y sus lanzamientos alternos no bastaron, Chicago empató a 4 en esa novena terrible. Tuvimos que aguardar (y sufrir) hasta media noche para ver la victoria. El béisbol es así, sus astros son como velas que arden de ambas puntas y no duran mucho pero dan luz extraordinaria.
Está visto que a los seguidores del deporte, nos deben etiquetar porque somos gente que vive con equilibrio precario y tenemos fecha de caducidad, porque aún nos entusiasma la ilusión pero terminamos viendo el fiasco de Chávez y la supuesta lucidez de la MX, cuando en realidad son liguillas que provocan la mediocridad y olvidan la excelencia, que debiera ser prioridad.
Lo mejor será prepararse para este reto de locos en una verdadera semana de locura, con Santos en el caldero rojo jugándose todo y la Champions en ebullición, con los Yankees dándole un espacio a Chapman para que recobre la puntería, mientras otros prefieren insistir en el fracaso de Lavolpe y América, dejando ver todos sus resentimientos en cada palabra con música de odio.
Alejandro Tovar
Arcadiotm@hotmail.com
