En pie. Bill de Blasio, alcalde de Nueva York, dijo que eliminar esos fondos era una acción injusta y ponen en riesgo la seguridad.
Un grupo de cien alcaldes de ciudades y jurisdicciones municipales de Estados Unidos se reafirmó ayer en su "compromiso de mantener ciudades inclusivas", tras la firma de dos ordenes ejecutivas en materia de inmigración por parte del presidente Donald Trump.
"Las órdenes ejecutivas de hoy no cambian quiénes somos ni cómo gobernamos nuestras ciudades y lucharemos contra los intentos de socavar nuestros valores y la seguridad de nuestras ciudades", señaló la coalición Ciudades en Acción.
La medida ha disparado el rechazo no sólo de decenas de organizaciones sociales y civiles, sino también de alcaldes de las principales ciudades del país como Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Miami.
"Trabajaremos para continuar construyendo la confianza entre los residentes de la ciudad y las fuerzas de seguridad", destaca el comunicado.
En tanto, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, advirtió ayer que acudirá "inmediatamente" a la Justicia si la Administración de Donald Trump decide poner en marcha la orden ejecutiva para cortar fondos federales a las "ciudades santuario".
"Defenderemos a nuestra gente no importa de dónde vengan ni su estatus legal", afirmó De Blasio en una comparecencia ante los periodistas, horas después de que Trump firmara una orden ejecutiva. Esta orden "no cambia lo que somos, una ciudad de inmigrantes", dijo el alcalde de la mayor ciudad de Estados Unidos.