La decisión del mes pasado de la corte de distrito determinó que la prohibición anterior era contraria a la Constitución debido a que hacía blanco de personas de una religión específica. (ARCHIVO)
El estado de Nueva York se sumará el próximo sábado a Washington y Minnesota en su demanda contra la nueva prohibición migratoria emitida por el presidente Donald Trump, conocida como “veto a musulmanes 2.0”.
En un comunicado, el procurador Eric Schneiderman informó que se unirá de manera formal a la demanda ingresada en el Distrito Oeste de Washington, interpuesta por su homólogo de ese estado, Bob Ferguson, y apoyada por el de Minnesota, Lori Swanson.
Los demandantes presentaron documentos para que se mantenga el bloqueo que la corte del Noveno Circuito de Apelaciones emitió en febrero contra la orden ejecutiva original, que trataba de restringir la migración de personas de siete países de mayoría musulmana.
La decisión del mes pasado de la corte de distrito determinó que la prohibición anterior era contraria a la Constitución debido a que hacía blanco de personas de una religión específica.
Trump emitió esta semana una nueva orden, similar a la anterior, pero que excluye a Irak de la lista de naciones cuyos nacionales no pueden ingresar a Estados Unidos en un periodo de tres meses. Asimismo, la nueva orden excluye a aquellas personas que ya cuentan con visas o permisos de trabajo.
“La última orden ejecutiva del presidente Trump es un veto a musulmanes con otro nombre, imponiendo políticas y protocolos que una vez más violan la cláusula de igualdad de protección y la cláusula de asentamiento de la Constitución de los Estados Unidos”, dijo Schneiderman.
El procurador manifestó que la propia Casa Blanca ha expresado que esta nueva orden busca lograr los mismos resultados de la directriz original, que ya había sido bloqueada por una corte.
“Me complace que, como fiscales estatales, ahora estamos compartiendo nuestros recursos para luchar contra el último decreto inconstitucional de Trump”, apuntó Schneiderman.
Esta demanda se suma al litigio que emprendiera de manera separada el estado de Hawaii contra esta orden, expresando que afectaría de manera injusta a un grupo de sus residentes.
