Jorge Arzuaga admitió culpa en caso de sobornos. (AP)
Un exejecutivo bancario argentino se declaró ayer culpable de haber manejado una serie de cuentas falsas en Suiza para facilitar el pago de sobornos e involucró al antiguo hombre fuerte del futbol argentino Julio Grondona en el escándalo de corrupción que descabezó a la FIFA.
Jorge Arzuaga, de 56 años, que trabajó para el Credit Suisse Group AG y para Julius Baer Group Ltd., hizo su confesión al declararse culpable de haber participado en el lavado de dinero ante un juzgado de Nueva York y admitió haber abierto cuentas fraudulentas para canalizar pagos de sobornos a dirigentes de fútbol a cambio de coimas.
"Lamento mucho lo que hice", dijo Arzuaga al juez.
Arzuaga dijo que el plan fue orquestado por Grondona, quien presidió por décadas la Asociación del Futbol Argentino y fue uno de los principales dirigentes de la FIFA. Grondona falleció en 2014.
Arzuaga admitió que sabía que el dinero que depositaban en esas cuentas era usado para comprar a los dirigentes que controlaban los derechos de los lucrativos partidos de futbol.
A cambio de su ayuda para canalizar los sobornos a través de numerosas cuentas, Arzuaga cobró aproximadamente 1,046,000 millones de dólares, según los fiscales. Aceptó entregar esa suma como parte del arreglo con la fiscalía.