El número de víctimas podría aumentar debido a que varias personas resultaron heridas por los disparos. (EFE)
Las fuerzas especiales de Burkina Faso pusieron fin al ataque de presuntos extremistas islámicos contra un restaurante de comida turca en la capital del país de África Occidental, con saldo provisional de 18 muertos, informó este lunes el portavoz del gobierno.
"En este momento nuestras fuerzas han neutralizado a dos terroristas y el número de víctimas, aún provisional, es de 18 muertos y varios heridos" durante el ataque contra el restaurante lujoso Aziz Istanbul dijo a periodistas este lunes el ministro de Comunicaciones y portavoz del gobierno, Remy Danguinou.
Dijo que los muertos son "principalmente niños y mujeres" y que el número de víctimas podría aumentar debido a que varias personas resultaron heridas por los disparos. Las víctimas son de diferentes nacionalidades, resaltó Danguinou, y entre los muertos hay al menos un francés.
Al menos tres miembros de las fuerzas de seguridad de Burkina Faso resultaron heridos durante el enfrentamiento en Ouagadougou, que duró casi siete horas, dijo por su parte el portavoz de las fuerzas de seguridad, capitán Guy Ye.
Los atacantes llegaron al restaurante en motocicletas y empezaron a disparar al azar hacia los comensales el domingo por la noche, agregó. Las fuerzas de seguridad llegaron al sitio con vehículos blindados. Se desató un enfrentamiento a disparos que se extendió hasta la madrugada del lunes.
"Oí un ruido cuando chocaron su moto contra un automóvil y antes de que entendiera lo que pasó empezaron a disparar contra los clientes en la terraza", dijo Assane Guebre, un zapatero que también trabaja cuidando los coches y las motocicletas de los clientes.
Los atacantes eran "dos jóvenes" con pantalones vaqueros y chaquetas donde escondían sus armas, dijo Guebre.
El ataque empezó a las 8 de la noche, agregó Guebre, cuyas manos estaban sangrando por cortadas que se hizo cuando se arrojó al suelo para evitar las balas. "Estaban cerca de mí y todavía no sé cómo no me balearon primero", dijo Guebre.
Amy Sawadogo, una trabajadora del restaurante, estaba asustada todavía por el ataque, mientras recibía atención por parte de un psicólogo en un centro de crisis establecido para ayudar a las víctimas. Sin calzado, ella fue encontrada vagando preguntando por sus compañeros de trabajo.
"Solo quiero ir al hospital y ver quién sigue vivo", dijo entre lágrimas. "Estoy llamándoles en vano, sin respuesta".
Fue el segundo ataque de este tipo en un restaurante popular entre los extranjeros en los últimos dos años.
De momento nadie reivindicó el atentado. El ataque trajo dolorosos recuerdos del atentado de enero de 2016 en otro café que cobró la vida de 30 personas.
Burkina Faso, una nación sin litoral en el oeste de África, es uno de los países más pobres del mundo. Comparte la frontera al norte con Mali, que mantiene desde hace mucho tiempo un enfrentamiento con extremistas islámicos.
