Riesgos. De acuerdo a la UNCTAD será muy difícil que se reactive la demanda si sigue el modelo de austeridad. (ARCHIVO)
La austeridad del gasto público, como modelo de fomento para el crecimiento económico, es un fracaso, según la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés).
En la reciente edición del Informe sobre Comercio y Desarrollo, en su versión 2017, se explica que la austeridad se ha convertido en la opción macroeconómica por defecto de muchas economías emergentes que deben hacer frente a desequilibrios fiscales y niveles de deuda cada vez mayores.
Sin embargo, mientras este sistema sea el imperante, no habrá manera de activar la demanda, puesto que sólo los países tienen la capacidad de estimularla.
"En las condiciones mundiales difíciles e imprevisibles que se dan en la actualidad, será necesario redoblar los esfuerzos por construir economías y sociedades inclusivas. Los desafíos más urgentes son acabar con la austeridad y poner de nuevo las finanzas al servicio de la sociedad, y no al revés", dice este reporte recién publicado.
Según la UNCTAD, acabar con la austeridad es una condición básica para construir economías sostenibles e inclusivas, puesto que se requiere utilizar la política fiscal para gestionar las condiciones de la demanda y hacer del pleno empleo uno de los objetivos centrales de la política económica.
El informe también dice que la expansión monetaria debería utilizarse también de manera diferente, con objeto de financiar inversiones públicas que den resultados inclusivos y sostenibles.
"Como parte de una expansión general del gasto público que abarque la infraestructura material y social, el Estado puede funcionar como 'empleador de última instancia'.
"Los planes específicos de empleo público pueden ser muy efectivos para la creación de puestos de trabajo, sobre todo en los países de bajos ingresos, donde gran parte de la fuerza de trabajo se dedica a actividades informales y autónomas", indica el reporte.
Un recurso que los Estados pueden utilizar es fomentar la inversión pública con una importante dimensión asistencial, lo cual incluiría grandes programas de obras públicas para paliar los efectos y adaptarse al cambio climático, desastres naturales, así como ocuparse de los cambios demográficos y sociales.
"Las inversiones públicas deberían estar concebidas para facilitar y atraer más inversión privada, incluida la de las pymes, y en formas de propiedad más participativas, como las cooperativas", destaca el informe.